http://www.larioja.com/v/20100612/rioja-region/caminos-separados-custodia-compartida-20100612.html
Caminos separados, custodia compartida
12.06.10 -C. NEVOT - LOGROÑO.
En el 10% de los 421 divorcios y separaciones consensuados registrados en La Rioja en el 2009 se acordó compartir a los niños.
Mujeres y hombres cada vez reparten más la responsabilidad de sus hijos tras la ruptura de la pareja.
Hace apenas unas semanas las Cortes de Aragón aprobaban la Ley de Igualdad en las relaciones familiares ante la ruptura de la convivencia de los padres.
Una norma autonómica que establece la custodia compartida como opción preferente para los jueces cuando no exista acuerdo en una separación o divorcio y que en La Rioja no se podría aplicar.
A diferencia de Aragón, explica el consejero de Administraciones Públicas, Conrado Escobar, La Rioja se rige por el Código Civil en materia de regulación de la familia, «por tanto es una norma de derecho común que no puede ser alterada por las comunidades autónomas, salvo excepciones».
Así es el caso de Aragón, Cataluña y Baleares, entre otras, que tienen derecho foral propio.
Al año, en La Rioja, se acuerdan entre 50 y 60 custodias compartidas y sobre la mayoría la Fiscalía dicta informe favorable.
En concreto, en el partido judicial de Logroño se fijan unas 30, alrededor de 14 en Calahorra y unas 7 en Haro.
Pese a que, según fuentes de la magistratura, cada vez son más los casos en los que hombres y mujeres siguen responsabilizándose de la educación de sus hijos tras la ruptura de la pareja, continúan siendo las madres las que «llevan el peso de la familia, quizá por su mentalidad, por su instinto».
No obstante, la custodia compartida se ciñe casi con exclusividad a las separaciones o divorcios consensuados (421 en 2009), mientras que en los contenciosos (229) es anecdótica.
Voluntad de compartir
Cuando las partes que rompen su relación no llegan a un acuerdo «es muy difícil que se comparta la custodia de los hijos» porque, en primer lugar, tiene que haber un informe favorable de la Fiscalía y después tienen que darse muy buenas condiciones:
«Que los padres se entiendan muy bien, que haya proximidad de domicilio, que haya voluntad de hacerlo y eso en un contencioso es muy difícil», apostillaron fuentes judiciales.
La fórmula tradicional: guarda y custodia para la madre y visitas más o menos amplias para el padre; ese sigue siendo el régimen más aplicado.
A pesar de su generalización, algunos jueces critican lo que consideran una «aberración»: que el Código Civil regule que quien se queda con la guarda y custodia de los hijos se quede con el domicilio conyugal.
«Esto implica que en este país donde el piso se tarda en pagar 40 años, quien se queda con la custodia se queda con el tesoro».
En este sentido, consideran que sería necesario modificar este artículo de tal forma que siguiera siendo obligatorio proporcionar un techo a los hijos, pero a través de alquileres, cesiones de viviendas u otros sistemas.
Junto al aumento «muy lento» de las custodias compartidas en La Rioja, fuentes de la magistratura están empezando a detectar un fenómeno que de momento se da más en los países nórdicos pero que ya asoma en España.
Se trata de mujeres altas ejecutivas que abandonan carreras brillantes para regresar a casa y dedicarse a los hijos y a la familia
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