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Comunitat: El largo camino hacia la custodia compartida
El 86% de las sentencias de divorcio en la Comunitat otorgan el cuidado de los hijos a las madres. El Consell prepara una ley que equiparará el derecho de ambos padres a compartir la educación de sus hijos.
30.05.10.ELENA mailto:BARDISA%7Cebardisa@lasprovincias.es
Imaginen una cancha de tenis. O un campo de fútbol. O uno de rugby. Da igual.
Lo importante es que imaginen cómo los jugadores -en esta ocasión, padres y madres separados o divorciados- se enfrentan en un partido.
Cada uno dejándose la piel en defensa de los colores que más aman.
Ahora, por favor, imaginen que aquello que más aman no es la camiseta de su equipo, sino un pequeño ser de carne y hueso, delicado, frágil y repleto de emociones y sentimientos.
En el graderío, las pancartas que animan a cada uno de los contendientes rezan letanías sobre el mismo tema: la custodia compartida de los hijos cuando el matrimonio se rompe... aunque no dicen lo mismo. Mientras unos la defienden, otros se oponen.
En aquellos divorcios en los que los progenitores no logran alcanzar un acuerdo sobre con cuál de ellos deben vivir los hijos tras la separación es una sentencia la que tiene la última palabra.
Los estadísticas de 2008 reflejan con claridad que la balanza judicial se inclina favorablemente por conceder a la madre la custodia.
Hace 2 años, en la Comunitat, 13.608 parejas tomaron la difícil decisión de divorciarse, según los datos del Instituto Nacional de Estadística.
En más de la mitad de estos divorcios (7.307) no hubo acuerdo sobre la custodia de los hijos.
En el 86,01% de los casos, los jueces decidieron mayoritariamente conceder la custodia a la madre, mientras que los padres representaron un 4,42%.
Sólo en el 9,56% de los supuestos el juez concedió a los progenitores la custodia compartida, siempre en sintonía con la buena disposición de las partes.
El componente humano de la lectura de esta última cifra habla de que únicamente en 699 casos se dio a los niños la posibilidad de vivir el mismo tiempo con cada uno de sus progenitores.
El resto conviven la mayor parte del año con uno solo de ellos -en 6.285 divorcios, con la madre, y en 323, con el padre- y ven al otro un fin de semana alterno, algunas tardes y la mitad de las vacaciones.
En breve tiempo, no obstante, el reglamento al que deben ceñirse los arbitrajes sufrirá un cambio importante ya que el Gobierno valenciano se haya inmerso en la elaboración de un anteproyecto de ley sobre custodia compartida.
A partir de entonces, será el régimen preferente que decida adoptar el juez en el supuesto de que no haya consenso entre los padres.
«La custodia debe desarrollarse siempre de manera responsable, por lo que la compartida únicamente debe otorgarse cuando ambos progenitores estén de acuerdo. No por ley», defiende Altamira Gonzalo, presidenta de la asociación de mujeres juristas Themis.
Por su parte, el colectivo de Madres y padres separados Custodia compartida ¡Ya! sostiene que es «injusto y discriminatorio que sistemáticamente se conceda a la mujer la custodia cuando no hay consenso», manifiesta David Ferrer, su portavoz.
Esta división de opiniones es sólo un tenue reflejo de la enorme división social que suscita esta cuestión.
El bien del menor
«Un divorcio es muy duro, pero tanto mi ex pareja como yo siempre hemos antepuesto el bienestar de nuestra hija por encima de todo. Y aunque hace 10 años la custodia compartida era una opción bastante desconocida, nosotros no lo dudamos».
La hija de Marisa Cuadrado tiene hoy 14 años «y es una niña feliz que no ha sufrido ningún trauma a causa de nuestra separación».
Para lograr el acuerdo, acudieron a un mediador familiar.
«Es lógico, en ese momento estábamos muy tocados emocionalmente y su intervención fue valiosísima para evitar una guerra inútil que nos alejara de lo que ambos buscábamos: el mayor bienestar de la pequeña, que entonces sólo tenía 4 años».
El convenio que adoptó la pareja se ha basado «siempre en la flexibilidad».
Al principio, la niña vivía unos meses con el padre y otros con la madre.
«Tiene 2 habitaciones, una en cada casa, con ropa y todo lo que necesita. Así que cuando se traslada no lleva ninguna maleta, únicamente su ordenador portátil».
Actualmente, la menor tiene una edad «en la que ya opina y decide. Ahora mismo pasa más tiempo conmigo porque lo ha querido así, pero la convivencia con su padre sigue siendo excelente».
¿Y cómo afecta la custodia compartida a la relación entre el matrimonio divorciado?
«No necesariamente significa que tengamos que llevarnos estupendamente bien, simplemente que por encima de nuestros intereses siempre está ella».
La vivencia de Marisa es «la ideal», según la psicóloga de asuntos jurídicos Elvira Jaime, porque de esta manera el menor no pierde el papel de la figura padre-madre.
Para Jaime, aunque la custodia compartida suele entenderse como al 50%, «no necesariamente tiene por qué ser así. Lo importante es que el niño pase tiempo con los dos, aunque sea un 30% con uno y el resto con el otro», explica.
Sin embargo, no siempre las cosas fluyen tan fácilmente tras un divorcio.
Miguel Navarro tiene 27 años y un niño de casi 5. Aunque nunca han estado casados, se separó de la madre de su hijo antes de que éste naciera.
El pequeño ve a su padre según el convenio estipulado por un juez.
Actualmente, Miguel y su familia disfrutan del pequeño un par de tardes laborables y fines de semana alternos «pero nos sabe a muy poco, nos gustaría disfrutar de él en igualdad de condiciones. Con horas y días sueltos, se me está robando la posibilidad de educar a mi hijo».
La relación que mantiene la ex pareja no facilita las cosas.
Miguel ha sido denunciado por amenazas por la madre de su hijo «sólo para hacerme daño y alejarme del pequeño».
Un juez dictó un orden de alejamiento «imposible de cumplir porque el Ayuntamiento del pueblo en el que vivo le ha dado a ella el alquiler de una vivienda a 2 calles de la casa de mis padres, donde vivo».
La asociación de Custodia Compartida es partidaria de que en la nueva ley el Gobierno valenciano resuelva «el problema de la convergencia de cuestiones penales y civiles. Si no se recoge este aspecto, las denuncias falsas podrían bloquearla», explica su portavoz.
Isabel accede a participar en este reportaje bajo un nombre falso porque está pendiente de un juicio sobre la custodia de su hijo.
«De que tuviera las necesidades cubiertas siempre me he ocupado yo porque mi ex marido nunca me ha pasado la pensión. Ahora que está jubilado se le ha ocurrido pedir la custodia compartida».
Desde la asociación Themis defienden el derecho del niño a relacionarse con ambos progenitores, aunque no respaldan la custodia compartida cuando no ha habido igualdad dentro del matrimonio en el ejercicio de funciones.
«Si ambos progenitores, cuando estaban casados, se han ocupado de cuidar a los hijos al mismo nivel y en todos los aspectos: llevarlos al médico, comprarles la ropa, prepararles la comida... estamos a favor de la custodia compartida. Si no es así, nunca podremos apoyarla porque por encima de todo defendemos el bien del menor», resalta Gonzalo.
Isabel no quiere ni oír hablar de compartir la custodia.
«Me pongo mala. Hasta que no tuvo 8 años nunca se lo llevó con él ni en Navidad, ni en verano, ni en Fallas. Nada. Ahora que han retomado el contacto mi hijo asocia estar con su padre con lo lúdico. Si se va a vivir con él, todos los valores que le he inculcado se esfumarán».
Aunque otras madres, como Ana, se desviven porque sus hijos se relacionen con el padre.
«Si no es por mi insistencia, no lo vería porque mi ex pareja se escaquea todo lo que puede».
No sólo padres y madres sufren por igual la ausencia de sus hijos.
Los abuelos acusan enormemente no poder disfrutar de sus nietos todo lo que quisieran.
«Tiene 3 años y nos llama superabuelos», se sonríe Enrique Gómez, presidente de la asociación Abuelos por la Custodia Compartida de la Comunitat Valenciana.
«El poco tiempo que pasamos con ella literalmente vuela. Ayer la llevamos al campo a recoger fresas... la despedida es muy dura. Nunca quiere irse».
Hable un padre, una madre o un abuelo, estén a favor o no de compartir la custodia, a todos les une algo en común: la encendida defensa del bienestar de los pequeños. Que así sea, siempre.
«Tus hijos no son tus hijos, son hijos e hijas de la vida deseosa de sí misma.
No vienen de ti, sino a través de ti y aunque estén contigo no te pertenecen...»
«...Tú eres el arco del cual tus hijos como flechas vivas son lanzados.
Deja que la inclinación en tu mano de arquero sea para la felicidad»
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1 comentario:
Como siempre, la postura de algunas mujeres (sobre todo las chupópteras feministas) es apoderarse de la custodia como sea para poder seguir manipulando, chantajeando y obteniendo ventajas económicas a costa de sus hijos mientras impone su modelo de educación para ellos. Siempre la misma historia. CUSTODIA COMPARTIDA YA!
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