Hay muchos motivos para romper una relación... pero no todos los problemas que existen en una relación merecen romperla.
Si conocemos los problemas que afrontan otras parejas, es posible que seamos capaces de prevenirlos en nuestras propias relaciones.
Por estos mismos motivos, es importante que no tomemos ninguna decisión a la ligera. Hay que sopesar muy bien los pros y los contras. Porque hay muchas causas para romper una relación, pero no todos los problemas que existen en una relación merecen que esta se rompa. Recuerda que todas las relaciones de pareja tienen problemas y todas ellas necesitan invertir mucho trabajo en superarlos.
Si te estás planteando dar el paso, lo que también deberías tener presente es que seguramente ni tú, ni tu relación de pareja sois tan especiales; que es muy probable que haya otras muchas parejas que hayan pasado por lo mismo y que -aun así- hayan sido capaces de superarlo. Desde la revista especializada “Psycology Today” hicieron una lista con las causas más comunes detrás de las rupturas amorosas. Si conocemos estos problemas de pareja, podemos adelantarnos a ellos y estar preparados para cuando sucedan.
1. Malos comportamientos
En la revista Psycology Today se refieren a aquellos hábitos o aficiones a los que se destina demasiada atención o recursos... y que son perjudiciales para la salud de la pareja. Por ejemplo, en este punto hablamos de beber en exceso, ver obsesivamente el fútbol, de gastarse ahorros familiares en una operación estética. Es decir, en invertir demasiado en algo en lo que no existe un consenso entre los 2. Cada persona necesita su independencia y su autonomía. Ahora bien, también debemos entender que tenemos una responsabilidad con nuestra pareja.
2. Infidelidades
Hay estudios que sugieren que el 41% de las personas son infieles a sus parejas... y en proporciones similares para hombres y para mujeres. Cuando estas traiciones salen a la luz, suelen desencadenar en ruptura. También se dan esos casos de parejas que tratan de olvidar lo ocurrido y hacer como si nada hubiera ocurrido... pero es un remedio que nunca funciona. Cuando se ha perdido la confianza, volver a recuperarla es muy complicado.... pero es posible. Si este es tu caso, quizás debas plantearte buscar el asesoramiento de un profesional.
4. Falta de apoyo
De la misma forma que en el punto anterior hablábamos de pedir la comprensión de nuestra pareja cuando estamos pasando un momento complicado. También tenemos que hablar de esas veces en las que nuestra pareja necesita de nuestra ayuda, de nuestro protección o de nuestro aliento y apoyo... y nosotros miramos hacia otro lado (o peor, metemos el dedo en la yaga). Este problema se suele solucionar simplemente con un poco de reflexión. Si queremos realmente a la otra persona y somos conscientes de que en algún momento hemos sido más un enemigo que un aliado, debemos tomar la decisión consciente de cambiarlo.
5. Personas tóxicas
En este punto, los expertos de Psycology Today exploran esas situaciones en las que la presencia de 3º crea problemas dentro de la relación.
Puede suceder por 2 motivos: o bien hay un problema de exceso de control por una de las partes, o bien esta persona ajena a la relación es realmente negativa para la relación... porque participa de malos hábitos, porque son irrespetuosos con nuestra pareja, (...) los posibles motivos son infinitos. Si este es el caso, convendría analizar detenidamente el problema. Si realmente estas personas son una influencia negativa, lo mejor es prescindir de ellas o imponer ciertos límites con los que ambas partes estén de acuerdo... Y si -por el contrario- se trata de un problema de control, lo mejor es consultar con un especialista.
Los amigos o los familiares pueden inmiscuirse tanto en una relación, que pueden acabar por romperla.
6. Retención de afecto y atención
Es común que, una vez pasados los primeros meses de noviazgo, las muestras de cariño se vayan dosificando hasta el punto en el que cualquier gesto de cariño ha desaparecido. Hay personas que se sienten más cómodas cuando estas muestras de afecto se limitan -únicamente- a la intimidad. Ahora bien, también puede suceder que estos gestos no se hayan limitado de una forma saludable; sino porque una de las partes los está censurando y está provocando que el otro se sienta demasiado avergonzado para volver a intentarlo.
7. Mentir
No hay mejor terapia que la verdad... y rara vez se consigue algo permanente dándole la espalda a un hecho. Si queremos solucionar un problema, lo 1º que debemos hacer es ser absolutamente honestos (esto tampoco quiere decir que debamos prescindir de encontrar el momento o la forma adecuada de decir las cosas). Y si queremos construir una relación sólida, los únicos cimientos lo suficientemente estables para sostenerla son la verdad.
8. Problemas económicos.
Según los testimonios de las personas que han pasado por una ruptura, esta es una de las causas más comunes.
9. Darse por vencido
En este punto, los expertos de Psycology Today nos hablan de aquellas parejas que -simplemente- prefieren no poner el tiempo y el esfuerzo necesarios para solucionar sus problemas. Como comentábamos antes, hay muchas causas para romper una relación... pero no todos los problemas que existen en una relación merecen romperla.
10. Falta de comunicación
Cuando 2 personas han estado juntas durante mucho tiempo, es habitual que se distancien y que cada vez tengan más problemas de intimidad y de comunicación... hasta que (en los casos más drásticos) llegan al punto de no reconocer a esa persona con la que conviven y con la que adquirieron un compromiso. Lo ideal es saber identificar cuando estos problemas de comunicación están apareciendo... y ponerle remedio cuanto antes.
Si conocemos los problemas que afrontan otras parejas, es posible que seamos capaces de prevenirlos en nuestras propias relaciones.
Héctor Herrera,14-11-2022
Sólo los más afortunados pueden presumir de no haber sufrido nunca una ruptura más o menos traumática. El resto de los mortales sabe hasta qué punto esta situación puede ser dolorosa. De hecho, es muy frecuente que las consecuencias psicológicas de esta ruptura se alarguen durante meses o -incluso- durante años. Al fin y al cabo, implica terminar una relación con una persona que ha ocupado un papel central en nuestra vida.
La ruptura de una relación amorosa puede ser muy traumática y dejar muchas consecuencias psicológicas para quien la sufre.
Sólo los más afortunados pueden presumir de no haber sufrido nunca una ruptura más o menos traumática. El resto de los mortales sabe hasta qué punto esta situación puede ser dolorosa. De hecho, es muy frecuente que las consecuencias psicológicas de esta ruptura se alarguen durante meses o -incluso- durante años. Al fin y al cabo, implica terminar una relación con una persona que ha ocupado un papel central en nuestra vida.
La ruptura de una relación amorosa puede ser muy traumática y dejar muchas consecuencias psicológicas para quien la sufre.
Por estos mismos motivos, es importante que no tomemos ninguna decisión a la ligera. Hay que sopesar muy bien los pros y los contras. Porque hay muchas causas para romper una relación, pero no todos los problemas que existen en una relación merecen que esta se rompa. Recuerda que todas las relaciones de pareja tienen problemas y todas ellas necesitan invertir mucho trabajo en superarlos.
Si te estás planteando dar el paso, lo que también deberías tener presente es que seguramente ni tú, ni tu relación de pareja sois tan especiales; que es muy probable que haya otras muchas parejas que hayan pasado por lo mismo y que -aun así- hayan sido capaces de superarlo. Desde la revista especializada “Psycology Today” hicieron una lista con las causas más comunes detrás de las rupturas amorosas. Si conocemos estos problemas de pareja, podemos adelantarnos a ellos y estar preparados para cuando sucedan.
1. Malos comportamientos
En la revista Psycology Today se refieren a aquellos hábitos o aficiones a los que se destina demasiada atención o recursos... y que son perjudiciales para la salud de la pareja. Por ejemplo, en este punto hablamos de beber en exceso, ver obsesivamente el fútbol, de gastarse ahorros familiares en una operación estética. Es decir, en invertir demasiado en algo en lo que no existe un consenso entre los 2. Cada persona necesita su independencia y su autonomía. Ahora bien, también debemos entender que tenemos una responsabilidad con nuestra pareja.
2. Infidelidades
Hay estudios que sugieren que el 41% de las personas son infieles a sus parejas... y en proporciones similares para hombres y para mujeres. Cuando estas traiciones salen a la luz, suelen desencadenar en ruptura. También se dan esos casos de parejas que tratan de olvidar lo ocurrido y hacer como si nada hubiera ocurrido... pero es un remedio que nunca funciona. Cuando se ha perdido la confianza, volver a recuperarla es muy complicado.... pero es posible. Si este es tu caso, quizás debas plantearte buscar el asesoramiento de un profesional.
3. Ira mal dirigida
Cuando salimos de casa, nos enfrentamos a un mundo que no nos debe ninguna compasión... y es normal que -ocasionalmente- nos frustremos (sobre todo cuando no estamos contentos con nuestra situación en el trabajo). Tristemente, también es frecuente que paguemos estas frustraciones con nuestra pareja... y eso acaba desgastando mucho la relación. La mejor forma de afrontar esta situación no es otra que ser sincero y pedir comprensión. Quizás el resultado te sorprenda.
Cuando salimos de casa, nos enfrentamos a un mundo que no nos debe ninguna compasión... y es normal que -ocasionalmente- nos frustremos (sobre todo cuando no estamos contentos con nuestra situación en el trabajo). Tristemente, también es frecuente que paguemos estas frustraciones con nuestra pareja... y eso acaba desgastando mucho la relación. La mejor forma de afrontar esta situación no es otra que ser sincero y pedir comprensión. Quizás el resultado te sorprenda.
4. Falta de apoyo
De la misma forma que en el punto anterior hablábamos de pedir la comprensión de nuestra pareja cuando estamos pasando un momento complicado. También tenemos que hablar de esas veces en las que nuestra pareja necesita de nuestra ayuda, de nuestro protección o de nuestro aliento y apoyo... y nosotros miramos hacia otro lado (o peor, metemos el dedo en la yaga). Este problema se suele solucionar simplemente con un poco de reflexión. Si queremos realmente a la otra persona y somos conscientes de que en algún momento hemos sido más un enemigo que un aliado, debemos tomar la decisión consciente de cambiarlo.
5. Personas tóxicas
En este punto, los expertos de Psycology Today exploran esas situaciones en las que la presencia de 3º crea problemas dentro de la relación.
Es decir, cuando tú o tu pareja tenéis algún amigo o algún familiar al que el otro no puede soportar. Esta situación es más común de lo que nos podamos imaginar... y puede drenar las energías de casi cualquier relación.
Puede suceder por 2 motivos: o bien hay un problema de exceso de control por una de las partes, o bien esta persona ajena a la relación es realmente negativa para la relación... porque participa de malos hábitos, porque son irrespetuosos con nuestra pareja, (...) los posibles motivos son infinitos. Si este es el caso, convendría analizar detenidamente el problema. Si realmente estas personas son una influencia negativa, lo mejor es prescindir de ellas o imponer ciertos límites con los que ambas partes estén de acuerdo... Y si -por el contrario- se trata de un problema de control, lo mejor es consultar con un especialista.
Los amigos o los familiares pueden inmiscuirse tanto en una relación, que pueden acabar por romperla.
6. Retención de afecto y atención
Es común que, una vez pasados los primeros meses de noviazgo, las muestras de cariño se vayan dosificando hasta el punto en el que cualquier gesto de cariño ha desaparecido. Hay personas que se sienten más cómodas cuando estas muestras de afecto se limitan -únicamente- a la intimidad. Ahora bien, también puede suceder que estos gestos no se hayan limitado de una forma saludable; sino porque una de las partes los está censurando y está provocando que el otro se sienta demasiado avergonzado para volver a intentarlo.
7. Mentir
No hay mejor terapia que la verdad... y rara vez se consigue algo permanente dándole la espalda a un hecho. Si queremos solucionar un problema, lo 1º que debemos hacer es ser absolutamente honestos (esto tampoco quiere decir que debamos prescindir de encontrar el momento o la forma adecuada de decir las cosas). Y si queremos construir una relación sólida, los únicos cimientos lo suficientemente estables para sostenerla son la verdad.
8. Problemas económicos.
Según los testimonios de las personas que han pasado por una ruptura, esta es una de las causas más comunes.
La escasez de dinero suele derivar en graves discusiones sobre cómo gastarlo... o con demasiada frecuencia, también en reproches.
La falta de dinero es uno de los temores psicológicos más profundos... y cuando llega, puede tambalear hasta lo más profundo las bases de nuestra identidad y nuestra confianza en nosotros mismos.
El reto es tan grande que la única forma de afrontarlo es en equipo.
9. Darse por vencido
En este punto, los expertos de Psycology Today nos hablan de aquellas parejas que -simplemente- prefieren no poner el tiempo y el esfuerzo necesarios para solucionar sus problemas. Como comentábamos antes, hay muchas causas para romper una relación... pero no todos los problemas que existen en una relación merecen romperla.
Cualquier pareja exitosa y que haya sido capaz de aguantar durante mucho tiempo, sabe hasta qué punto es algo difícil de conseguir. Al fin y al cabo, un ser humano es una de las entidades más complejas del universo... y tratar de poner a 2 seres humanos de acuerdo no puede -por definición- ser sencillo. Y sin el compromiso y la voluntad de ponerse de acuerdo, no hay posibilidad de que una pareja supere sus problemas.
Uno de las cosas más dañinas que puede hacer una persona a su pareja es reprocharle que gana poco dinero
Uno de las cosas más dañinas que puede hacer una persona a su pareja es reprocharle que gana poco dinero
10. Falta de comunicación
Cuando 2 personas han estado juntas durante mucho tiempo, es habitual que se distancien y que cada vez tengan más problemas de intimidad y de comunicación... hasta que (en los casos más drásticos) llegan al punto de no reconocer a esa persona con la que conviven y con la que adquirieron un compromiso. Lo ideal es saber identificar cuando estos problemas de comunicación están apareciendo... y ponerle remedio cuanto antes.
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