10 errores que debes evitar a toda costa al ahorrar dinero.
Más de la mitad de la gente no habla de finanzas con su pareja hasta que su relación ha superado el año.
Consejos para no acabar con el corazón roto en San Valentín.
Eduardo Loren García, 12.02.2022
La gestión del dinero es uno de los asuntos más controvertidos en una pareja.
"Tuve una pareja de clientes en la que él ganaba el doble pero los gastos se repartían a medias y ella estaba asfixiada”.
"Tuve una pareja de clientes en la que él ganaba el doble pero los gastos se repartían a medias y ella estaba asfixiada”.
Se acerca el Día de San Valentín y muchas parejas empiezan a planificar cómo pasarán juntos el día de los enamorados. Comprar un regalo especial, organizar una escapada romántica o reservar una cena en un restaurante son algunas de las opciones más recurrentes para la celebración. El amor no tiene precio, pero estar en una relación suele suponer un incremento del gasto.
La gestión del dinero es uno de los asuntos más controvertidos en una relación. Puede suponer un verdadero quebradero de cabeza y, en los peores casos, el final del noviazgo. Muchas parejas directamente evitan hablar del tema, especialmente durante los primeros meses. Según una encuesta realizada por Finect hace 1 año, el 58% de los españoles deja esta conversación para después del año.
Si se quiere disfrutar de la relación sin ningún problema, conviene ser transparente con el otro miembro de la pareja. Los expertos recomiendan hablar de las finanzas personales para evitar que el dinero sea un motivo de discusión. El equipo de contenidos de Finect ha consultado a varios agentes y asesores financieros sobre cómo gestionar las finanzas en pareja. Te traemos una serie de consejos para no acabar con el corazón roto en San Valentín por culpa del dinero.
El pago de los gastos comunes, en función de los ingresos
Una de las cuestiones más espinosas es decidir cuánto dinero aporta cada uno de los miembros de la pareja para sufragar los gastos comunes. ¿Cómo se divide el importe de una comida juntos en un restaurante? ¿Quién abona la compra en el supermercado? ¿Cuánto pone cada uno para el alquiler o la hipoteca de la casa? Estas son algunas de las preguntas más frecuentes, sobre todo en el inicio de una relación.
A menudo, las parejas recurren a la clásica división de los gastos comunes por la mitad. Por ejemplo, si una cena cuesta 50 euros, cada uno de ellos abona 25 euros. Se trata de una solución que puede servir para gastos pequeños, pero que puede generar algún conflicto cuando se habla de cantidades más grandes como la hipoteca. El problema crece aún más cuando los ingresos de los 2 miembros son muy dispares. La división de todos los gastos por la mitad puede perjudicar especialmente a la persona con menor sueldo.
Los profesionales financieros consultados recomiendan hablar sin tapujos sobre la división de los gastos con la pareja para llegar a un acuerdo y evitar malentendidos en el futuro.
La gestión del dinero es uno de los asuntos más controvertidos en una relación. Puede suponer un verdadero quebradero de cabeza y, en los peores casos, el final del noviazgo. Muchas parejas directamente evitan hablar del tema, especialmente durante los primeros meses. Según una encuesta realizada por Finect hace 1 año, el 58% de los españoles deja esta conversación para después del año.
Si se quiere disfrutar de la relación sin ningún problema, conviene ser transparente con el otro miembro de la pareja. Los expertos recomiendan hablar de las finanzas personales para evitar que el dinero sea un motivo de discusión. El equipo de contenidos de Finect ha consultado a varios agentes y asesores financieros sobre cómo gestionar las finanzas en pareja. Te traemos una serie de consejos para no acabar con el corazón roto en San Valentín por culpa del dinero.
El pago de los gastos comunes, en función de los ingresos
Una de las cuestiones más espinosas es decidir cuánto dinero aporta cada uno de los miembros de la pareja para sufragar los gastos comunes. ¿Cómo se divide el importe de una comida juntos en un restaurante? ¿Quién abona la compra en el supermercado? ¿Cuánto pone cada uno para el alquiler o la hipoteca de la casa? Estas son algunas de las preguntas más frecuentes, sobre todo en el inicio de una relación.
A menudo, las parejas recurren a la clásica división de los gastos comunes por la mitad. Por ejemplo, si una cena cuesta 50 euros, cada uno de ellos abona 25 euros. Se trata de una solución que puede servir para gastos pequeños, pero que puede generar algún conflicto cuando se habla de cantidades más grandes como la hipoteca. El problema crece aún más cuando los ingresos de los 2 miembros son muy dispares. La división de todos los gastos por la mitad puede perjudicar especialmente a la persona con menor sueldo.
Los profesionales financieros consultados recomiendan hablar sin tapujos sobre la división de los gastos con la pareja para llegar a un acuerdo y evitar malentendidos en el futuro.
“¿Los gastos deben dividirse en 2? La respuesta no va a ser sí o no, sino que dependerá de lo que la pareja quiera y el acuerdo al que llegue”, señala Aina Pérez Lavado, asesora financiera de Inversimply.
Cuando los ingresos son muy dispares y los gastos se dividen por la mitad, el dinero puede generar un problema en la relación. “Tuve el caso de una pareja de clientes en la que él ganaba el doble que ella pero los gastos se repartían a medias y el nivel de vida era el del sueldo de él, ella estaba asfixiada como es natural”, señala Manuel Gil del Castillo, consultor financiero de Inversimply.
Si los miembros de la pareja tienen salarios muy diferentes, la aportación de dinero para cubrir los gastos comunes puede ser proporcional a los ingresos de cada uno. “Si los 2 miembros de la pareja trabajan y su salario es similar, pues al 50% los 2. Si alguno de los 2 tiene más capacidad económica, se puede pactar que destine una cantidad mayor o aporte más por ejemplo para realizar un viaje”, aseguran agentes de la aseguradora Nationale-Nederlanden.
Realizar un presupuesto y revisarlo
Si se quieren ordenar las finanzas de la pareja, resulta conveniente hacer un presupuesto teniendo en cuenta los objetivos vitales. BBVA recomienda en su blog algunas normas para que este presupuesto conjunto funcione correctamente. En 1º lugar, la pareja debe intentar que los gastos sean menores que los ingresos. También hay que llevar un seguimiento de las deudas y una planificación para afrontarlas. Además, conviene destinar una parte de los ingresos al ahorro.
Este presupuesto debe revisarse de forma habitual. La conservación sobre las finanzas personales no puede darse una única vez en la vida de la pareja, ya que las condiciones vitales suelen cambiar a medida que pasa el tiempo. Las deudas, los gastos en educación, la jubilación y los gastos relacionados con la salud al envejecer son algunas de las cuestiones que suelen desestabilizar una relación, según un estudio realizado por la gestora de activos Fidelity Investment.
Mantener cuentas separadas y abrir una cuenta conjunta
Otra discusión financiera importante en las parejas es qué hacer con las cuentas bancarias. Los expertos recomiendan mantener cuentas bancarias separadas, protegiendo la independencia financiera de los miembros, y abrir una cuenta bancaria conjunta donde cada uno aporte el dinero suficiente para pagar los gastos comunes.
Esta fórmula mixta permite afrontar los gastos de la pareja, como el pago del alquiler y de los recibos de la casa, y mantener una cierta independencia económica. Si se produjera una ruptura, la separación sería más sencilla, ya que cada uno mantiene el control de sus finanzas personales.
¿Invertir de forma conjunta o separada?
Una vez la pareja controla su situación financiera, puede querer dar el paso de ahorradores a inversores. Ahora bien, ¿conviene invertir los 2 juntos o cada uno por su lado? Obviamente no hay una respuesta única, ya que dependerá de muchos factores.
Los asesores financieros consultados apuntan a que dependerá de los objetivos económicos. Por ejemplo, la compra de una casa será un objetivo común, pero la planificación de la jubilación puede ser personal. “En el caso de la inversión, normalmente la hipoteca es el producto financiero que contratan los 2, así como ahorro para sus hijos. Ahora bien, en el tema de planes a futuro cuyo objetivo sea la jubilación debe ser individual y un porcentaje también destinarlo a inversiones para planes individuales a futuro”, aseguran agentes de Nationale-Nederlanden.
Cuando los ingresos son muy dispares y los gastos se dividen por la mitad, el dinero puede generar un problema en la relación. “Tuve el caso de una pareja de clientes en la que él ganaba el doble que ella pero los gastos se repartían a medias y el nivel de vida era el del sueldo de él, ella estaba asfixiada como es natural”, señala Manuel Gil del Castillo, consultor financiero de Inversimply.
Si los miembros de la pareja tienen salarios muy diferentes, la aportación de dinero para cubrir los gastos comunes puede ser proporcional a los ingresos de cada uno. “Si los 2 miembros de la pareja trabajan y su salario es similar, pues al 50% los 2. Si alguno de los 2 tiene más capacidad económica, se puede pactar que destine una cantidad mayor o aporte más por ejemplo para realizar un viaje”, aseguran agentes de la aseguradora Nationale-Nederlanden.
Realizar un presupuesto y revisarlo
Si se quieren ordenar las finanzas de la pareja, resulta conveniente hacer un presupuesto teniendo en cuenta los objetivos vitales. BBVA recomienda en su blog algunas normas para que este presupuesto conjunto funcione correctamente. En 1º lugar, la pareja debe intentar que los gastos sean menores que los ingresos. También hay que llevar un seguimiento de las deudas y una planificación para afrontarlas. Además, conviene destinar una parte de los ingresos al ahorro.
Este presupuesto debe revisarse de forma habitual. La conservación sobre las finanzas personales no puede darse una única vez en la vida de la pareja, ya que las condiciones vitales suelen cambiar a medida que pasa el tiempo. Las deudas, los gastos en educación, la jubilación y los gastos relacionados con la salud al envejecer son algunas de las cuestiones que suelen desestabilizar una relación, según un estudio realizado por la gestora de activos Fidelity Investment.
Mantener cuentas separadas y abrir una cuenta conjunta
Otra discusión financiera importante en las parejas es qué hacer con las cuentas bancarias. Los expertos recomiendan mantener cuentas bancarias separadas, protegiendo la independencia financiera de los miembros, y abrir una cuenta bancaria conjunta donde cada uno aporte el dinero suficiente para pagar los gastos comunes.
Esta fórmula mixta permite afrontar los gastos de la pareja, como el pago del alquiler y de los recibos de la casa, y mantener una cierta independencia económica. Si se produjera una ruptura, la separación sería más sencilla, ya que cada uno mantiene el control de sus finanzas personales.
¿Invertir de forma conjunta o separada?
Una vez la pareja controla su situación financiera, puede querer dar el paso de ahorradores a inversores. Ahora bien, ¿conviene invertir los 2 juntos o cada uno por su lado? Obviamente no hay una respuesta única, ya que dependerá de muchos factores.
Los asesores financieros consultados apuntan a que dependerá de los objetivos económicos. Por ejemplo, la compra de una casa será un objetivo común, pero la planificación de la jubilación puede ser personal. “En el caso de la inversión, normalmente la hipoteca es el producto financiero que contratan los 2, así como ahorro para sus hijos. Ahora bien, en el tema de planes a futuro cuyo objetivo sea la jubilación debe ser individual y un porcentaje también destinarlo a inversiones para planes individuales a futuro”, aseguran agentes de Nationale-Nederlanden.
Asimismo, hay que tener en cuenta que el perfil de riesgo es una de las cuestiones fundamentales a la hora de invertir. Existen personas más atrevidas con el dinero y otras más conservadoras. Cada una de ellas debe optar por aquel producto financiero que se ajuste a sus necesidades. “Es recomendable invertir de forma individual para personalizar las inversiones y adecuarlas a cada perfil de riesgo, ya que no tienen porqué coincidir. No hay que olvidar que el perfil viene definido por el plazo de inversión, la situación financiera y la aversión al riesgo”, señala Francisco Martínez, asesor financiero de Andbank.
Si se opta por invertir de forma individual, cada miembro puede escoger aquel vehículo de inversión que más le guste. “Cada uno por su lado porque para gustos colores. A cada uno nos gustan las cosas de una manera: a ti puede gustar el value y a la otra parte el growth, a ti los indexados y a la otra parte la gestión activa, a ti los depósitos y a la otra parte fondos de inversión”, afirma José Manuel Marín, consejero delegado de Fortuna SFP.
Si un usuario no ha invertido nunca, puede ser un buen momento para dar el paso...........
Si un usuario no ha invertido nunca, puede ser un buen momento para dar el paso...........
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