MARCOS SIERRA, 08.08.2018
WhatsApp tiene un agujero de seguridad que permite a los ciberdelincuentes interceptar y manipular los mensajes enviados a un grupo o conversación privada, tal y como ha descubierto la empresa norteamericana Check Point.
Esto permite a los atacantes difundir información falsa, comprometiendo al emisor de los mensajes. Estas son las posibilidades que este agujero de seguridad abre a los ciberdelincuentes:
1.- Cambiar una respuesta de alguien para poner palabras en su boca que no ha dicho.
2.- Citar un mensaje en respuesta a una conversación grupal para hacer que parezca que proviene de una persona que ni siquiera es parte del grupo. En este contexto, los estafadores pueden difundir información errónea sobre un determinado producto para causar daño a una empresa.
3.- Enviar un mensaje a un miembro de un grupo que parece ser un mensaje de grupo, pero solo se envía a este miembro. Sin embargo, la respuesta del miembro se enviará a todo el grupo. En este escenario, se puede manipular a las personas para que revelen secretos que de otra forma no revelarían.
Se trata de un problema de seguridad que, entre otras cosas, podría permitir a los ciber-delincuentes conseguir información sensible de un usuario -fotografías, vídeos, etcétera- y pedir un rescate económico a cambio de no difundir esa información en Internet y redes sociales.
A principios de 2018 WhatsApp tenía más de 1.500 millones de usuarios y más de mil millones de grupos.
La app envía 65 mil millones de mensajes diariamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario