Fin de año, fechas de balances. Balances económicos, políticos, personajes del año. Recuento y recuerdo de los fallecidos, famosos de todo tipo han muerto este año, como cada año. Este año no habrá que hacer en España recuento de víctimas de terrorismo. Sin embargo, sí que hay que lamentar, este año también, víctimas de un terrorismo horrible: el doméstico.
Este año tampoco se han podido reducir
las trágicas víctimas de este tipo de terrorismo, 51 hasta del 19 de
Diciembre, según los datos oficiales del Ministerio de Sanidad,
Servicios Sociales e Igualdad, 51 asesinatos
a falta todavía de 12 días para acabar el año, sólo 1 menos que en
las mismas fechas del año 2013 y justo los mismos que en 2012.
Décadas ya en las que el feminismo
oficialista e institucionalizado, por lo menos en países como España, no
ha conseguido acabar con el más grave de los problemas que afecta a las
mujeres y a la sociedad en general. 10 años ya de legislación contra
la violencia machista, se puede decir ya, han fracasado en el intento de
erradicar el mal. Es momento, pues, de plantear la búsqueda de
soluciones más eficaces.
La sociedad, en cuanto a las relaciones hombre/mujer ha cambiado radicalmente en los últimos años. La última edición de Gran Hermano,
si es que se puede tomar Gran Hermano como referencia sociológica, ha
sido una prueba de ello. Mercedes Milá se permitió proclamar el programa
anterior a la final, cuando ya sólo quedaban 4 chicas como
candidatas, que era la 1ª vez en la historia del programa que todas
las finalistas serían mujeres y que ella, como feminista de toda la
vida, se alegraba mucho por ello.
Es ciertamente poco logro para la
lucha por los derechos de las mujeres el que sean ellas las ganadoras de
un programa televisivo. Sin embargo, lo que quedó constatado en el
programa, fue el papelón que hicieron la mayoría de los participantes
masculinos, totalmente descolocados e indecisos sobre qué era lo que
debían hacer en cada momento. Este es, seguramente, el mejor reflejo que
el programa hizo de la sociedad actual: la indecisión e incertidumbre
en la viven los humanos masculinos en la sociedad actual. Las chicas de
hoy son como son y actúan como a cada una le parece mejor. Los chicos de
hoy, por contra, viven en el permanente no saber qué hacer.
A pesar de ello, mientras la sociedad,
en general, le da un papel cada vez mas predominante a la mujer, la
clase política, en este tema también, sigue en una realidad distinta,
dominada por los hombres, al igual que las empresas dominantes de la
economía. Lo mismo que las mujeres presentes en los consejos de
administración de las grandes empresas siguen siendo muy minoritarias, a
pesar de las leyes cremallera impuestas legalmente a las listas
electorales de los partidos políticos, sólo hay una mujer líder de los
partidos políticos españoles. Rosa Díez es la única entre Mariano Rajoy,
Pedro Sánchez, Cayo Lara, Pablo Iglesias, Albert Rivera, Artur Mas o
Íñigo Urkullu, y podemos seguir nombrando partidos sin encontrar mujeres
que los lideren.
Es precisamente el partido de Rosa
Díez el único que defiende una modificación legislativa en búsqueda de
la igualdad real en las familias, como puede ser la custodia compartida.
Está por comprobar que la custodia compartida pueda realmente
solucionar el problema, aunque es innegable que generaría mayor igualdad
en las familias y, por tanto, en la sociedad. En cualquier caso, es momento de buscar soluciones nuevas a un problema ya demasiado viejo.
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