viernes, 16 de julio de 2010

Boris Cyrulnik: El amor que nos cura.

Enviado por nuestro compañero Emiliano:

Datos extraídos del libro “El amor que nos cura”, del Neurólogo, psiquiatra y psicoanalista Boris Cyrulnik.

ESTRUCTURA DE VINCULACIÓN ADQUIRIDA EN LOS ADOLESCENTES SEGÚN HAYA SIDO LA RELACIÓN CON SUS PADRES DESDE LA INFANCIA.
Vínculo seguro: Adolescentes que han tenido una serenidad en el transcurso de la infancia, armonía en la familia y proporcionan la misma seguridad afectiva que les han dado los padres. Todo ello les permite amar sin perder la personalidad, tienen más amigos y una primera relación sexual más tardía.

Vínculo inseguro:
a.- Vínculo de evitación: Adolescentes a los que les da miedo expresar sus emociones.
b.- Vínculo ambivalente: por angustia, agreden a quienes aman.
c.- Vínculo angustiado: los que solo se sienten bien si aprisionan el objeto de su amor.
d.- Vínculo desorganizado: siempre se sienten desamparados.

Esta es la población juvenil en la que encontramos:
* asunciones de riesgo no meditados en los chicos,
*embarazos precoces en chicas,
*enfermedades sexuales,
*búsqueda de acontecimientos traumáticos que les ayuden a identificarse (drogas, robos,…).

Un gran número de traumatizados experimenta menos dificultades para confiar sus sufrimientos a un manuscrito que a una persona de su entorno inmediato, ya que la escritura le permite controlar sus sentimientos.

Los jóvenes con carencias afectivas se implican más fácilmente en actividades altruistas.
Existe malformación afectiva tanto en carencia afectiva como en exceso de cariño.
El exceso de afecto es como una prisión que provoca una especie de carencia. (…)
Un niño/a en un entorno desprovisto de afecto se desarrolla centrándose en sí mismo al igual que el que vive en un entorno de plenitud afectiva. (…)

Estos niños egocéntricos se desarrollan con carencias afectivas y llegan a la edad de emparejamiento con una actitud de sumisión al otro.
Se someten al compañero del que se sienten orgulloso.
(…) En su adolescencia estos jóvenes no habían podido aprender el vínculo seguro que permite amar sin perder la personalidad.

Cuando los niños traumatizados sueñan con convertirse en padres perfectos para dar lo que no han recibido, no saben, que no hay nada más imperfecto que un padre perfecto.
La persona repite aquello que la ha hecho sufrir,… un niño maltratado será un padre maltratador
Es frecuente que los adolescentes MALTRATADORES (aquellos con los problemas mencionados) realicen funciones en las que la ley estructura la violencia: JURISTAS, POLICÍAS o cobradores de morosos.

Estos tiranos domésticos se apaciguan una vez convertidos en adultos, tan pronto como quedan integrados en un sistema cuyos valores pueden aceptar en su totalidad.
Se trata de una forma de sumisión, adhiriéndose a los discursos, emblemas,.. a un sistema jerárquico.
Incluso cuando pretenden ser unos revolucionarios o terroristas se someten a un relato cultural que aprenden de memoria, evitando todo pensamiento que pudiera darles la libertad de dudar.

“Son niños ansiosos, maltratados que sólo recuperan su dignidad en el colegio o si triunfan en la sociedad y esta adaptación les puede conducir a un éxito escolar o social pero no es una resiliencia. (…) MÁS ADELANTE RESURGE EL TRAUMA QUE SE CREÍA OLVIDADO, CUANDO EN REALIDAD HABIA SIDO EVITADO O MANTENIDO OCULTO.”

En relación a la sumisión, el sociólogo y psicoanalista Erich Fromm en “El miedo a la libertad” afirma:
“La persona autoritaria tiende a fundirse con algo o alguien a fin de adquirir la fuerza de que el yo individual carece. Se proyecta de 2 formas: SUMISIÓN Y DOMINACIÓN EN UNA CONSTANTE OSCILACIÓN.
La Iª forma de sometimiento es la de utilizar a los otros como instrumentos.
Otra forma sádica constituye el deseo de hacer o ver sufrir a los demás y frecuentemente se trata de dolor psíquico, humillar, hacerles pasar vergüenza.

Para el carácter autoritario la debilidad es signo de culpabilidad e inferioridad y si el ser en el que confía da señales de debilidad, su amor y respeto se transforma en odio y desprecio.
Su fe está arraigada en la duda y en realidad no tiene fe.

El concepto de igualdad no existe.
Sobre la base de sus impulsos experimenta tan solo la DOMINACIÓN O LA SUMISIÓN, JAMÁS LA SOLIDARIDAD.
SE TRATA DE DATOS CIENTÍFICOS, OBJETIVOS, VERDADEROS Y VÁLIDOS Y SOLO UNA PERSONA ENFERMA: PSICÓTICA, NEURÓTICA, INDIFERENTE, EGOÍSTA PODRIA IGNORARLOS.

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