A pocos días de que arranque la campaña de la Renta son muchos los contribuyentes a los que les surge una duda: ¿es lo mismo estar exento de pagar
impuestos que no tener que declarar? La respuesta a esta pregunta es de
carácter técnico, ya que los importes que legalmente están exentos no
se integran en la declaración del IRPF, y quien los percibe podrá estar o
no obligado a declarar por el resto de los ingresos no exentos que
perciba, dependiendo de si estos últimos llegan al umbral mínimo de
salario o de otras rentas que obligan a declarar.
Así, en el caso de percibir un único salario, el límite de la obligación de declarar está en los 22.000 euros brutos anuales, o en los 11.200 euros si provienen de más de un pagador, como puede ser el desempleo o una pensión no exenta, siempre que el importe recibido del resto de pagadores no supere en conjunto los 1.500 € anuales.
De este modo, si una persona obtiene rentas del trabajo por debajo de los 11.200 €, independientemente del número de pagadores, no está obligado de rendir cuentas al fisco, aunque podrá presentar la declaración si le resulta una cantidad a devolver por otras rentas.
Otra cuestión diferente son los colectivos que debido a sus cargas familiares finalmente no van a tributar, incluso si superan los 11.200 euros. Es el caso, por citar 2 ejemplos, de una pareja con 4 hijos que realiza la declaración conjunta, que no pagaría nada hasta los 20.281 € brutos; o el de un pensionista de más de 75 años con un grado de discapacidad igual o superior al 65%, que tampoco tributaría hasta los 13.311 € anuales.
En estos casos, aunque no estén obligados a declarar, les conviene presentar la declaración para obtener la devolución de todas las retenciones que le descontaron en 2013.
Por tanto, la medida anunciada por el Gobierno para dejar sin tributar a las rentas de hasta 12.000 euros a partir de 2015 ya se cumple en la mayoría de las situaciones y únicamente afectaría a unos 400.000 contribuyentes sin cargas familiares ni personales que ganan entre 11.200 y 12.000 euros que podrán beneficiarse de esta medida, aunque solo les supondrá un ahorro de apenas 49 € anuales.
Pero con esa cifra de ingresos, el presidente del Gobierno entiende que algo es algo.
Lo importante es que estos mileuristas no tengan que soportar una nueva subida del IVA o del impuesto de las gasolinas que se comerían bastante más de esos 49 euros.
Así, en el caso de percibir un único salario, el límite de la obligación de declarar está en los 22.000 euros brutos anuales, o en los 11.200 euros si provienen de más de un pagador, como puede ser el desempleo o una pensión no exenta, siempre que el importe recibido del resto de pagadores no supere en conjunto los 1.500 € anuales.
De este modo, si una persona obtiene rentas del trabajo por debajo de los 11.200 €, independientemente del número de pagadores, no está obligado de rendir cuentas al fisco, aunque podrá presentar la declaración si le resulta una cantidad a devolver por otras rentas.
Otra cuestión diferente son los colectivos que debido a sus cargas familiares finalmente no van a tributar, incluso si superan los 11.200 euros. Es el caso, por citar 2 ejemplos, de una pareja con 4 hijos que realiza la declaración conjunta, que no pagaría nada hasta los 20.281 € brutos; o el de un pensionista de más de 75 años con un grado de discapacidad igual o superior al 65%, que tampoco tributaría hasta los 13.311 € anuales.
En estos casos, aunque no estén obligados a declarar, les conviene presentar la declaración para obtener la devolución de todas las retenciones que le descontaron en 2013.
Por tanto, la medida anunciada por el Gobierno para dejar sin tributar a las rentas de hasta 12.000 euros a partir de 2015 ya se cumple en la mayoría de las situaciones y únicamente afectaría a unos 400.000 contribuyentes sin cargas familiares ni personales que ganan entre 11.200 y 12.000 euros que podrán beneficiarse de esta medida, aunque solo les supondrá un ahorro de apenas 49 € anuales.
Pero con esa cifra de ingresos, el presidente del Gobierno entiende que algo es algo.
Lo importante es que estos mileuristas no tengan que soportar una nueva subida del IVA o del impuesto de las gasolinas que se comerían bastante más de esos 49 euros.
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