lunes, 31 de marzo de 2014

¿Qué diferencia hay entre estar exento de pagar impuestos y tener que declarar a Hacienda?


| Carlos Cruzado, Presidente de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA)30 Marzo 2014 
A pocos días de que arranque la campaña de la Renta  son muchos los contribuyentes a los que les surge una duda: ¿es lo mismo estar exento de pagar impuestos que no tener que declarar? La respuesta a esta pregunta es de carácter técnico, ya que los importes que legalmente están exentos no se integran en la declaración del IRPF, y quien los percibe podrá estar o no obligado a declarar por el resto de los ingresos no exentos que perciba, dependiendo de si estos últimos llegan al umbral mínimo de salario o de otras rentas que obligan a declarar.
Así, en el caso de percibir un único salario, el límite de la obligación de declarar está en los 22.000 euros brutos anuales, o en los 11.200 euros si provienen de más de un pagador, como puede ser el desempleo  o una pensión no exenta, siempre que el importe recibido del resto de pagadores no supere en conjunto los 1.500 € anuales.
De este modo, si una persona obtiene rentas del trabajo por debajo de los 11.200 €, independientemente del número de pagadores, no está obligado de rendir cuentas al fisco, aunque podrá presentar la declaración si le resulta una cantidad a devolver por otras rentas.
Otra cuestión diferente son los colectivos que debido a sus cargas familiares finalmente no van a tributar, incluso si superan los 11.200 euros. Es el caso, por citar 2 ejemplos, de una pareja con 4 hijos que realiza la declaración conjunta, que no pagaría nada hasta los 20.281 € brutos; o el de un pensionista de más de 75 años con un grado de discapacidad igual o superior al 65%, que tampoco tributaría hasta los 13.311 € anuales. 
En estos casos, aunque no estén obligados a declarar, les conviene presentar la declaración para obtener la devolución de todas las retenciones que le descontaron en 2013.

Por tanto, la medida anunciada por el Gobierno para dejar sin tributar a las rentas de hasta 12.000 euros a partir de 2015 ya se cumple en la mayoría de las situaciones y únicamente afectaría a unos 400.000 contribuyentes sin cargas familiares ni personales que ganan entre 11.200 y 12.000 euros  que podrán beneficiarse de esta medida, aunque solo les supondrá un ahorro de apenas 49 € anuales.
Pero con esa cifra de ingresos, el presidente del Gobierno entiende que algo es algo. 
Lo importante es que estos mileuristas no tengan que soportar una nueva subida del IVA o del impuesto de las gasolinas que se comerían bastante más de esos 49 euros.

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