Pese a todo, en el 70 % de los casos la guarda y custodia sigue recayendo en la mujer
M. CASADO | LOGROÑO.|03.03.14
Los hijos no son solo cuestión de uno de los progenitores.
Al menos eso demuestra el aumento de las demandas de custodia
compartida, tal como reconoce el secretario judicial de Familia José
Miguel De Frutos. «Cada día es más frecuente la custodia compartida,
pero en estos momentos será de un 30 %, siempre con el acuerdo
de los cónyuges. Precisamente la próxima reforma parece que estará en el
sentido de dejarla con las mismas posibilidades que la 'no compartida»,
es decir, que la pueda decretar el juez sin obligación de que la
acuerden los padres, siempre con un informe positivo del Ministerio
Fiscal.
«La guarda y custodia compartida se la cuestionan cada vez
más las parejas, aunque todavía existe bastante reticencia a aceptarla,
por lo que la mayoría sigue regulando la guarda y custodia para la
madre, si bien el derecho de visitas de los padres se está ampliando
notablemente», indica la abogada María Luz De Marcos.
Otras profesionales matrimonialistas, como Olga Herranz, no
tienen dudas respecto a la idoneidad de dicho sistema. «La guardia y
custodia se debe compartir. La atribución sistemática a la mujer puede
perjudicar gravemente, es un regalo envenenado; en muchos casos ella
acomete en solitario la educación y el cuidado de los hijos, limitando
su desarrollo profesional», señala.
Compartirla, a su juicio, «garantiza disfrutar de la
presencia de ambos progenitores pese a la ruptura. Es el modelo que más
se acerca a los vínculos de apego de esos hijos durante la relación
familiar. Evita sentimientos negativos de interferencias parentales, los
conflictos de lealtad, etc. A los padres les permite seguir ejerciendo
sus derechos y obligaciones inherentes a la potestad parental; y la
equiparación de tiempo libre tanto para su vida profesional como
personal.
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