acta sanitaria.com/Madrid 05/07/2013
Tal y como señala la doctora Belén Bardón, psiquiatra del centro médico d-médical, "la depresión y la ansiedad son 2 trastornos que afectan el doble a las mujeres que a los hombres, debido esencialmente a su complejidad biológica, psicológica y a los aspectos socioculturales que rodean estas circunstancias". Y añade que "las mujeres afrontan durante su vida múltiples desafíos a todos los niveles, y en muchos casos, solo consultan cuando la clínica se hace insoportable y con un gran nivel de sufrimiento".
Estas patologías tienen un origen multicausal. De
hecho, los antecedentes familiares y personales, conflictos psicológicos
o enfermedades orgánicas son algunos de los factores de riesgo que
pueden desencadenar estos trastornos. En este sentido, esta especialista
hace referencia a que "el esfuerzo de adaptación ante situaciones de
estrés de cualquier origen junto con un sentimiento de culpa, miedo,
incertidumbre o soledad, deben controlarse, ya que pueden dar lugar a un
trastorno serio si se prolongan en el tiempo".
A veces los síntomas de la ansiedad y la depresión
no se detectan de forma clara. Por ese motivo, es necesario hacer
hincapié en las diferencias entre ambas patologías.
La ansiedad se
caracteriza por un estado físico y psíquico de "hiperalerta" ante una
vivencia amenazante que puede ser real, pero que se convierte en
patológica si la respuesta es excesiva en cantidad y cualidad. "Es
frecuente que cuando hay un caso de ansiedad se presenten síntomas como
dificultades para respirar, taquicardias, palpitaciones, sudoración o
temblores sin causa aparente", explica la doctora Bardón.
Tristeza, baja autoestima, sentimiento de culpa,
miedo al futuro, soledad, insomnio y cansancio son síntomas que se
asocian con la depresión. Sin duda, "ante cualquiera de estos dos
trastornos se debe estar alerta para evitar otros problemas mayores",
matiza.
Algunos consejos para tratar la ansiedad
El tratamiento es siempre integrador; es decir,
engloba distintas fases en función de la etapa en la que se encuentre el
paciente.
Por ejemplo, para analizar los conflictos subyacentes y que
puedan estar perpetuando el proceso, así como para tomar conciencia de
los mismos se utiliza la psicoterapia.
Por otro lado, sobre todo al principio, se emplean
algunos fármacos durante el menor tiempo posible, para poder controlar
los síntomas y disminuir el sufrimiento asociado.
En este sentido, la
psiquiatra del centro médico d-médical recomienda incrementar el
autocuidado en general con "una alimentación correcta, descanso físico y
sueño reparador. Asimismo, se recomienda llevar unos hábitos de vida
saludables y se aconseja el contacto con la naturaleza, actividades
relajantes como el yoga o practicar ejercicio suave".
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