martes, 14 de agosto de 2012

Violencia Doméstica vs. Violencia de Género

En la violencia de género también se puede prever al agresor

www.salamanca24horas.com/Julia Conde Domingo, 12 de Agosto de 2012


Continúa la serie de reportajes con el criminólogo Miguel Pérez Villoria. En esta ocasión habla de la violencia doméstica y de género, donde la denuncia es fundamental

Uno de los conflictos que muchas veces se oculta en los hogares es la violencia doméstica y la violencia de género. 
La primera de ellas se suele dar en el ámbito familiar, y es toda forma de violencia, psíquica, física o sexual; se incluye todo acto violento en las relaciones personales de convivencia, noviazgo, divorcio o separación. 
En cambio, la violencia de género se produce en el ámbito doméstico, en el privado, y responde a modelos de conducta y de comunicación propios de una relación asimétrica. 
Es decir, se da en relaciones que no son equitativas en las que hay dominación por una de las partes, el agresor, que siempre tiene una relación de pareja, ya sea conyugal o no con la víctima.
 
La actitud de un agresor se puede prever, porque el comportamiento de un agresor doméstico tiente 5 características genéricas. 
La primera de ellas es el acoso, los intentos de control y el aislamiento por parte del agresor, en lo que  emplea la mayor parte de su tiempo. 
La segunda es la conducta violenta o agresiva, el agresor normalmente está de mal humor, enfadado, y muestra su agresividad tanto verbalmente como físicamente; incluso en ocasiones llega traslada esa violencia contra objetos.
La tercera de estas características es la humillación, donde lo único que busca el agresor es mermar la autoestima de la mujer, de hecho, llega a hacerla objeto de críticas, descalificaciones, y la desprecia tanto en público como en privado sin ninguna razón que lo justifique. 
Además, el agresor utiliza la manipulación, siempre culpa a la pareja de sus problemas, y no admite el diálogo. 
Por último, se caracteriza por la falta de admisión de críticas y errores, y cuando pide disculpas no lo hace desinteresadamente. 
 
A la hora de ejercer la violencia el agresor lo puede hacer a través de 2 formas básicas: a través de la escalada de violencia o por medio de un ciclo de violencia. 
En la escalada de violencia, el primer paso es la agresión psicológica, donde el agresor con la intención de atacar la autoestima de la mujer la ridiculiza y la ignora, riéndose de ella y comparándola con otras personas. 
En este primer paso, a la mujer la invade el miedo y deja de hablar por miedo a lo que el agresor le pueda decir, a tener miedo a hablar o a hacer cualquier cosa por temor a críticas de él.

Refuerzo del ataque psicológico. 
El objetivo del agresor en el segundo paso buscar reforzar ese ataque psicológico hacia la víctima. El agresor insulta a la mujer y la denigra, metiéndose con su cuerpo y amenazándola con maltrato físico, con el homicidio y con el suicidio. 
En el último y tercer paso de este proceso, el hombre se aprovecha de su fortaleza física, que habitualmente suele ser superior al de la mujer y la utiliza contra ella de diferentes formas, llegando a utilizar objetos para ejercer violencia contra ella. 
En la mayoría de los casos en medio de este tipo de agresión obliga a la víctima a tener contactos sexuales. Todo esto puede acabar en homicidio o con un suicido. 
 
La otra forma básica de ejercer la violencia por parte de un agresor es el ciclo de la violencia, que a su ves también tiene 3 fases: la acumulación de la tensión, el ‘episodio agudo’ y ‘la luna de miel’. 
En la primera de estas fases la tensión y la hostilidad se va incrementando poco a poco entre los miembros de la pareja, y se basa en la intimidación, en el aislamiento, en críticas continuas y en la segregación. 
Así es como el agresor consigue que la víctima se vaya separando de su familia y amigos, apartándola de su vida propia.

Agresión física. 
En la siguiente fase, el episodio agudo, la tensión acumulada acaba explotando y puede variar su nivel de gravedad, y se llega a producir una agresión física, que en ocasiones pasa también a ser sexual. 
En la ‘luna de miel el agresor asegura que se arrepiente, aceptando su culpa y prometiendo no volver a realizar ninguna agresión. Sin embargo, volverá a hacer lo mismo. 
 
Para ayudar a las víctimas de malos tratos es importante denunciarlo, para lo que está el teléfono gratuito 016 junto con los centros de Acción Social de la Junta de Castilla y León. 
La violencia de género, muchas veces, es un problema que las víctimas viven en silencio, por ello es importante que siempre haya una mano tendida disponible a ayudarlas.
 
Nota: Confunde la violencia de género con la violencia doméstica y es que la violencia no tiene género o sexo. Y se utilizan todo los estereotipos de género manipulados por el lobby feminista español.

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