domingo, 26 de marzo de 2023

¿Casarse o No Casarse? Pareja de Convivencia mutua.

Las 3 razones por las que un matrimonio está muerto desde el principio.

Si tienes tantas dudas sobre la decisión que vais a tomar, mejor no lo hagas. Aquí van algunos de los malos motivos por los que la gente decide dar el paso.
ACyV, 23/03/2023 
Tomar la decisión de pasar por el altar es el último paso por el que una pareja decide sellar su fidelidad y compromiso desde el minuto en el que sucede hasta que, como dice la famosa frase, la muerte les separe. Por ello, conviene estar plenamente seguros de la decisión, ya que al fin y al cabo es una de las más importantes de la vida de una persona. 
Aunque ahora el matrimonio no tenga tanta valor como antes, en el sentido de que queda la opción del divorcio en caso de equivocarte está ahí más que antaño, ello no quita para que haya que saber elegir bien con quién queremos pasar unidos el resto de nuestra vida.

Si lo piensas bien, cada persona es un mundo y el mito de las medias naranjas podemos darlo por desechado. Lo que une a las parejas durante largos períodos de tiempo son unos mismos objetivos vitales, la intención de ser fieles el uno con el otro, gozar de la intimidad estando juntos y, sobre todo y lo más importante, una gran y próspera comunicación. Pueden surgir problemas, pero si se hablan respetando a la otra parte y sabiendo ceder cuando viene al caso, se podrán superar y solucionar sin muchos aspavientos.

Ahora bien, ¿cómo saber plenamente que estás tomando la decisión correcta? Si estás dudando de si es él o ella la persona con la que quieres pasar el resto de tu vida, lo mejor es que lo pienses 2 veces, pues es una decisión importante que no admite demasiadas revisiones. Si de verdad quieres, no deberían asaltarte tantas inseguridades. Pero aquí van una serie de razones por las que la gente da el "sí quiero" y acabaron equivocándose estrepitosamente, recopiladas por Stephen J. Betchen en Psychology Today, terapeuta matrimonial que ha visto caer un montón de nupcias en desgracia al poco de celebrarse.

Por tener un "compañero de vida"
Vale que el roce hace el cariño y de las grandes amistades siempre han surgido apasionados romances que han durado toda la vida, pero quizá esto para ti no sirva. Que tu mejor amigo o amiga se convierta en tu esposo o esposa puede sonar tentador; al fin y al cabo, si sois inseparables desde hace varios años y tenéis una buena sintonía desde que os conocistéis, ¿qué puede salir mal? Tal vez lo que os mueva a dar el paso sea el miedo a la soledad y a no querer madurar y envejecer cada uno por separado.

"Está bien ser amigo de tu pareja, pero si eso es todo lo que eres e intentas ir más allá, puede que te lleves una desagradable sorpresa", asegura Betchen. "He visto a un montón de amigos casarse y pronto descubren que no hay pasión entre ellos ni interés. Estas relaciones dejan la puerta abierta a los amantes y a la desaparición de su amistad".

Por encontrar un sentido a su vida
No saber lo que quieres en la vida ni tampoco lo que eres (algo mucho más difícil) puede empujarte a decisiones trascendentales y equivocadas como el matrimonio. Utilizar la unión conyugal como un campo de pruebas para ver sí así de una vez te conoces a tí mismo, además de cínico y egoísta, es una locura, porque no solo descubrirás que sigues repitiendo los mismos patrones solo que al lado de una persona, sino que también podrás destrozar la vida de tu compañero o compañera en caso de que te tome en serio. 
Casarse por esto mismo puede meteros en un problema de difícil solución, a no ser que pienses en el divorcio como alternativa o válvula de escape ante tus pretensiones no alcanzadas de encontrarte a ti mismo en la vida.

Porque te atrae mucho físicamente (o al revés)
Desgraciadamente, el deseo sexual entre 2 personas se evapora mucho antes que los pactos de unión y fidelidad pronunciados en el altar. 
Al igual que lo contrario: casarte con quien más te hace caso solo porque te llena de halagos y está perdidamente enamorado o enamorada de ti no hace que el matrimonio sea longevo, sino más bien al contrario. 
Más tarde que pronto, entrarán 3ª personas en vuestra relación para satisfacer el deseo que ya no sentís el uno por el otro. Las relaciones de pareja duraderas deben estar equilibradas en cuanto a deseos físicos y mentales. Y eso, evidentemente, se nota. Tan solo hace falta reparar en las últimas veces que os habéis acostado para hacer un análisis frío y razonable sobre vuestro nivel de satisfacción sexual. Y luego... elegir.

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