lunes, 2 de agosto de 2021

Cómo acabar con una relación tóxica

Un amigo, un familiar, una pareja o un compañero de trabajo. Cualquier persona puede minarte y debes estar preparada para no dejar que te dañen. Identifica tus relaciones tóxicas y pon en práctica las pautas para no sufrir más.
LAURA RODRIGÁÑEZ, 18/04/2021
Hay personas capaces de enturbiar tu vida generándote malestar y sufrimiento con sus actos y comentarios. Lo peor es que a veces perpetuamos esa relación sin darnos cuenta y es sumamente importante identificar el daño para darnos cuenta que debemos acabar con ese vínculo antes de que acabe con nosotr@s. Recurrimos a una psicóloga experta en dependencia emocional y autoestima para aprender a dar carpetazo a una relación tóxica, sea del tipo que sea.
Atrapada en una relación tóxica, Lili Redondo, una docente con miles de seguidores en las redes, decidió dejar todo arrastrada por una relación tóxica. Con el tiempo, consiguió dar credibilidad a las señales que le advertían del peligro y se armó de valor para poner tierra de por medio con su pareja, la persona a la que había concedido su amor pero que a su vez estaba destruyendo su entorno y su vida hasta entonces. 
"Empezó a controlar dónde y con quién estaba en todo momento, a ofenderse cuando salía a tomar algo sin él, a sentir celos de cualquier amigo o conocido... Llegando a chantajearme, hacerme sentir culpable y responsable de sus problemas y convencerme de que sólo le tenía a él, aislándome así de todo el mundo", me cuenta. 
Esas fueron las señales que activaron una alerta en su conciencia y le empujaron a contar sus vivencias a personas de confianza que le hicieron ver que no era una relación sana.
Poco a poco comenzó a darse cuenta de que estaba inmersa en una relación tóxica a la que debía poner fin antes de que acabara con ella misma. Después de esa experiencia, Lili Redondo decidió escribir una novela: "Te lo digo porque te quiero" (Plaza&Janes) para "advertir y proteger a todas las chicas que estaban detrás de la pantalla de mis redes sociales ante personas y relaciones tóxicas, animándolas a empoderarse e interiorizar que el amor más fuerte que tenemos que sentir es por nosotras mismas", explica. Una historia más de las que se agolpan en las estanterías de las librerías hablando sobre un tema que nos cuesta reconocer y que muchas veces perpetuamos sin darnos cuenta a costa de nuestra personalidad y nuestra vida, porque al final en ese sufrimiento que nos podemos ahorrar poniendo fin a esa relación se nos va la vida.
La alerta sobre este tipo de relaciones debe estar siempre On, porque no se limita a las relaciones de pareja. Cualquier persona de tu entorno puede intoxicarte de manera que acabes asumiendo sus acciones negativas como algo normal porque así la conociste y siempre se ha relacionado de la misma forma contigo. Sin embargo, te hace sufrir y pasarlo mal, hace que no estés tranquila, ya sea por cómo se comporta con contigo, cómo te trata o aquello que te dice (generalmente dañino o destructivo, aunque en apariencia no lo parezca). Es la definición que otorga Silvia Congost, psicóloga experta en dependencia emocional y autoestima, sobre las relaciones tóxicas. A ella le preguntamos cómo podemos identificar esa relación y las pautas a seguir para cerrar la puerta a más daño.
¿POR QUÉ CONSENTIMOS Y PERPETUAMOS ESTE TIPO DE RELACIONES?
Normalmente es porque al principio no somos conscientes de que la relación es tóxica. De entrada esa persona nos gusta, le vemos cualidades y nos sentimos bien a su lado. De hecho suelen ser personas que tienen algo en su personalidad que nos atrae (ya sea su aparente seguridad, don de gentes, talento, nivel de éxito....). Cuando empezamos a sentirnos mal por su forma de ser o tratarnos, pensamos que es algo puntual y no le hacemos caso. Y cuando eso sigue sucediendo, lo acabamos normalizando hasta el punto de que ya no nos damos cuenta de lo dañino que eso puede ser para nosotros. Dejamos de verlo, con lo cual, será difícil que hagamos algo para impedirlo o para huir de allí.
¿EN QUÉ MEDIDA NOS AFECTAN?
Nos afecta muchísimo, principalmente a nuestra autoestima. Nos puede incluso destruir por completo. Las personas tóxicas pueden llevarnos a que dejemos de creer en nosotros mismos, que alimentemos creencias negativas y limitantes como "no soy capaz", "no soy suficiente", "no valgo", "no merezco", "no soy digna"... Nos lo creemos de verdad y por ello, nos comportamos también como si eso fuera cierto, renunciando a nuevos retos y objetivos que nos harían crecer, dejando de cuidarnos de verdad o manteniéndonos atrapados en relaciones que no nos aportan demasiado por miedo a no encontrar a nadie más.
¿CÓMO PODEMOS EVITARLAS?
Asegurándonos de tener una buena autoestima. En el caso de no ser así, siempre podemos trabajarla para que esta mejore y nos permite tener la seguridad de que somos valiosos, de que somos capaces y que podemos lograr aquello que soñemos. Y sobretodo, que merecemos rodearnos de personas que nos empujen a crecer y dar lo mejor de nosotros mismos. También es muy importante que tomemos conciencia de dónde debemos poner los límites si volvemos a encontrarnos con algún perfil parecido en el futuro.
¿QUÉ HACER SI INTUIMOS QUE TENEMOS EN UNA RELACIÓN TÓXICA?
Debemos analizar qué sentimos, qué nos aporta esa relación. Preguntarnos: "¿Me aporta algo positivo?"
Preguntarnos también: "¿Por qué sigo allí?" Analizar qué es lo que sentimos que nos mantiene atrapados en ella. ¿Son miedos? ¿Cuáles?
Tomar consciencia de si esos miedos son coherentes, de si nos están protegiendo de un peligro real o si no es así. ¿Qué ocurrirá si esa persona deja de estar en mi vida? ¿La necesito realmente?
Hablarlo con otras personas de confianza, explicarles lo que nos ocurre, cómo nos trata, por qué esa relación nos hace sentir mal. Deben ser personas que sabemos que nos quieren de verdad y que quieren nuestro bien.
Pedir ayuda si es necesario, ya sea a esas personas de confianza o a un profesional.
Responsabilizarnos y dar los pasos adecuados para cortar la relación.....

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