domingo, 8 de marzo de 2015

Ley del Divorcio: Desigualdad entre hombres y mujeres


«La desigualdad no proviene de la ley, sino de la aplicación de la misma»La desigualdad no proviene de la ley, sino de la aplicación de la misma. 
J.O. |  IRUN.|. La Asociación Uxoa organizó esta semana varias actividades en torno al 8 de marzo, entre las que se encontraba la charla-coloquio 'Cómo afronta la mujer el divorcio'. La ponente de la sesión fue Beatriz Rodríguez, que fue juez de Gipuzkoa durante 13 años y actualmente es abogada con despacho propio en Irun.
En su intervención, Beatriz Rodríguez subrayó la importancia de que el bienestar de los hijos sea prioritario en un proceso de divorcio o de elegir a un abogado «con el que se tenga empatía». Recordó, asimismo, que el divorcio «no pone fin a las relaciones parentales» en caso de que el matrimonio haya tenido hijos, y apostó por el «mutuo acuerdo» para llevar a cabo este proceso. No obstante, esto no siempre es posible y en ocasiones se llega al contencioso, que conlleva, «además de ser más caro y mucho más lento», un gran «gasto emocional».
Beatriz Rodríguez señaló que «hay instituciones como la custodia compartida que pueden favorecer la igualdad de hombres y mujeres, o suponer una regresión en función de cómo se aplique la misma. En todo caso no hay que tener miedo a las innovaciones, porque las mismas han de aplicarse en interés del menor y el modelo de familia actual donde ambos progenitores trabajan». La abogada defiende que la custodia compartida se plantee «para que los hombres asuman roles activos en educación y formación integral de sus hijos, que supongan una mayor responsabilidad y permitan a la mujer desarrollar su vida profesional, sin olvidarnos de aquellos que solicitan la misma con otra finalidad y de aquellas personas que se han ocupado en el matrimonio del cuidado de los hijos no se queden sin ayudas económicas y vean frustradas su expectativas».

Vertiente psicológica y jurídica
¿Existe desigualdad entre hombres y mujeres en un proceso de divorcio? 
«Habría que acudir a las diferentes disciplinas para tener en cuenta las distintas desigualdades que se producen», explica la abogada. «En un despacho multidisciplinar como el mío tenemos en cuenta tanto la vertiente psicológica, es decir, la diferente forma de afrontar los problemas de ambos sexos; como la jurídica».
«Jurídicamente», afirma Beatriz Rodríguez, «la desigualdad no proviene de la ley sino de la aplicación que se puede realizar de la misma, dejando al margen la situación derivada de la violencia sobre la mujer. Son factores de carácter económico, social o cultural los que pueden hacer inclinar la balanza a favor de unos o de otras sin perder de vista nunca el interés de los menores, cuando existan».

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