Científicos británicos silenciaron aspectos de la vida sexual de los pingüinos. La expedición de Scott descubrió que violaban a sus parejas y practicaban la necrofilia.
EL PERIÓDICO / Londres/ Lunes, 11 de junio del 2012
Aspectos de la vida sexual de los pingüinos descubiertos por una expedición británica a la Antártida se
han mantenido ocultos desde hace más de 1 siglo por miedo a que
escandalizaran al público. Los detalles han sido revelados ahora tras
ser publicado el estudio por el Natural History Museum de Londres, según explica la BBC.
George Murray Levick, uno de los científicos que integraron la expedición del capitan Scott, que llegó al Polo Sur en 1910, descubrió que los pingüinos acosaban sexualmente a sus parejas, copulaban con hembras muertas y violaban a sus parejas.
Además de documentar el sexo homosexual, algo de lo que ya se dieron cuenta en varios zoológicos.
Levick fue el primer humano que estuvo durante una temporada de cría con una colonia de pingüinos en Cape Adare, en la Antártida.
Y los detalles que descubrió le sorprendían tanto, que tomó sus notas en griego para que no fueran accesibles al resto de sus colegas.
A su regreso al Reino Unido el científico intentó publicar el estudio, que tituló La historia natural del pingüino adelie , pero fue considerado "excesivo" para su tiempo y se restringió su conocimiento --texto e ilustraciones-- a un selecto grupo de científicos.
Una de esas copias es la que ahora se ha encontrado.
El descubridor del texto, Douglas Russell, conservador en el National History Museum, atribuye el escándalo al esquema de "tratar a los pingüinos como si fueran personitas, cuando son solo pájaros".
George Murray Levick, uno de los científicos que integraron la expedición del capitan Scott, que llegó al Polo Sur en 1910, descubrió que los pingüinos acosaban sexualmente a sus parejas, copulaban con hembras muertas y violaban a sus parejas.
Además de documentar el sexo homosexual, algo de lo que ya se dieron cuenta en varios zoológicos.
Levick fue el primer humano que estuvo durante una temporada de cría con una colonia de pingüinos en Cape Adare, en la Antártida.
Y los detalles que descubrió le sorprendían tanto, que tomó sus notas en griego para que no fueran accesibles al resto de sus colegas.
A su regreso al Reino Unido el científico intentó publicar el estudio, que tituló La historia natural del pingüino adelie , pero fue considerado "excesivo" para su tiempo y se restringió su conocimiento --texto e ilustraciones-- a un selecto grupo de científicos.
Una de esas copias es la que ahora se ha encontrado.
El descubridor del texto, Douglas Russell, conservador en el National History Museum, atribuye el escándalo al esquema de "tratar a los pingüinos como si fueran personitas, cuando son solo pájaros".
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