El eurodiputado tiene que darle a su ex mujer 2.000 euros al mes para ella y los niños.
Ella se ha quedado con un piso en Madrid y él con una casa en el sur de Gran Canaria. López Aguilar podrá ver a sus hijos 2 fines de semana al mes.
El ex ministro socialista Juan Fernando López Aguilar con su ex mujer Natalia de la Nuez
EM
Natalia asegura que fue ella quién inició los trámites del divorcio. El socialista lo niega
El pasado jueves, un juez oficializó la ruptura de Juan Fernando López Aguilar con Natalia De La Nuez tras 17 años de relación.
Una infidelidad del ex ministro socialista hace un año y medio fue el
desencadenante de la crisis de un matrimonio que acabó convirtiéndose en un infierno para ambos.
En un 1º momento, Natalia decidió perdonar al político su aventura a
cambio de que se alejase de su amante. López Aguilar le dio su palabra.
Sin embargo, no cumplió su promesa y Natalia decidió plantearle el
divorcio el pasado mes de octubre, según la versión de la mujer. El
socialista asegura, en cambio, que fue él quien dio el paso. Sea así o
no, lo cierto es que la pareja, que se casó en 2004 en régimen de
gananciales, estuvo varios meses de tiras y aflojas para cerrar un acuerdo satisfactorio para ambas partes. En verano, el socialista estará al cargo de los niños durante 3 fines de semana en el mes de julio y tendrá que elegir una quincena en agosto.
En virtud del acuerdo de divorcio, López Aguilar está obligado a darle mensualmente a la madre una pensión de 2.000 euros (500 para cada uno de los mellizos y 1.000 para ella), aparte del pago del colegio privado al que acuden los niños en Las Palmas. El coste de este centro bilingüe, que eligió Natalia, ronda los 6.000 euros por niño al año.
Reparto de Propiedades.
Los López Aguilar también han repartido sus propiedades. La casa que tiene la familia en el sur de Gran Canaria ha quedado en poder del europarlamentario (es un gran amante de la playa) y el piso madrileño del barrio de Malasaña en el que reside su hijastro Gorka en manos de Natalia. Ésta, además, seguirá teniendo en su haber el piso de Las Palmas donde convivió con el eurodiputado dado que lo adquirió antes de unirse civilmente con López Aguilar. Lo mismo le ocurre al político que seguirá disfrutando de un piso en Madrid que compró cuando era un 'soltero de oro'.
"Estoy muy feliz de que el divorcio sea ya firme", comenta Natalia, que insiste en que no denunciará a su ex marido. Sin embargo, sus palabras ante un juez corroborando las acusaciones de sus vecinos y de su hermana contra López Aguilar han provocado que el ex ministro tenga que declarar como imputado por un presunto delito de violencia de género ante el Tribunal Supremo. El entorno del socialista insiste en que éste presentará "conversaciones" que demostrarán que todo se debe a una "venganza" de su ex mujer por no aceptar la existencia de otra persona en su vida. Ella lo niega. "No soy rencorosa. Ojalá sea feliz con esa mujer y me deje ya en paz", afirma Natalia. Será un juez el que tenga que aclarar un escabroso caso que convirtió a los López Aguilar en la comidilla nacional.
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