Pese a ello los obispos subrayan que la Iglesia no abandona a los católicos divorciados y vueltos a casar.
Los obispos han subrayado que la Iglesia no abandona a
los católicos divorciados y vueltos a casar, pero reiteraron que no
pueden comulgar. Así lo han señalado en el Mensaje Final a los fieles
del Sínodo de Obispos para la Nueva Evangelización, que fue aprobado por
los 262 prelados que desde el 7 de octubre y hasta el domingo 28 están
reunidos en el Vaticano para tratar sobre la nueva evangelización para
la transmisión de la fe cristiana.
En el mensaje, los obispos consideran a la familia como
"lugar natural" para la nueva evangelización y señalan que hay parejas
que conviven sin el vínculo sacramental y que se extienden" situaciones
familiares irregulares construidas sobre el fracaso de matrimonios
anteriores".
"A todos ellos les queremos decir que el amor de Dios no
abandona a nadie, que la Iglesia los ama y es una casa acogedora con
todos, que siguen siendo miembros de la Iglesia, aunque no pueden
recibir la absolución sacramental ni la eucaristía. Que las comunidades
católica estén abiertas a acompañar a cuantos viven estas situaciones y
favorezcan caminos de conversión y de reconciliación.
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