Me divorcio ¿ Y que...?
Finalmente, tomar la decisión de terminar no es el fin del mundo, aunque se siente como si lo fuera.
El
matrimonio Gore dijo que había tomado la decisión de separarse después
de “un largo y cuidadoso proceso de consideración”.
¿Quién puede saber
cuánto tiempo les habrá tomado decidirse a dar este drástico paso?
A mí,
tomar la decisión final me llevó casi 2 años de trastornos
emocionales.
Presenté la demanda de divorcio poco antes del Día de
Acción de Gracias, la fiesta favorita de Vince. Él se mantuvo firme en
su posición de no querer el divorcio, y estoy segura de que creía que yo
nunca tomaría la iniciativa.
Pero seguía haciendo promesas que no
cumplía.
Había una mujer que seguía volviendo a su vida, a pesar de sus
promesas de no volverla a ver nunca más.
Finalmente, comprendí la
inutilidad de todo esto. Estaba cansada de vivir un teleteatro.
El Día de Acción de Gracias fue la primera fiesta que pasamos
separados desde que nos conocimos.
Pasé todo el día cocinando,
preparando un banquete para mis hijos y los amigos más cercanos. Vince
no fue invitado.
Más tarde, me contó que pasó por la casa varias veces y
que ese fue el momento en que finalmente comprendió que nuestra vida en
común había realmente terminado.
Me dijo que lloró por primera vez. Yo
había estado llorando durante meses.
Puede haber un “y fueron felices para siempre”, pero conlleva cierto trabajo. La
muerte de un matrimonio, especialmente de uno que parecía llevarse tan
bien como el de Tipper y Al Gore, es como la muerte de un familiar.
Primero hay momentos de gran duelo, pero el dolor se suaviza con los
años.
Por un tiempo largo después de que Vince y yo nos divorciáramos,
seguí pensando en lo que podría haber sido, lo que podríamos haber hecho
para que las cosas salieran de otra manera. Extrañaba el estar casada.
Extrañaba poder decir “nuestro” y “nosotros”, en vez de hablar de “mí” o
“de lo que es mío”. Extrañaba el acceso social que permite el ser parte
de una pareja.
Pero, más que nada, extrañaba al hombre con quien me
había casado. Esa persona se había ido.
Después de que el divorcio finalizara, acudí a una consejera para que
me ayudara a sobrellevar la tristeza.
Después de algunas sesiones, la
consejera (una mujer sabia que había criado a 8 hijos, se había
divorciado de un marido mujeriego, había vuelto a la universidad y se
había reciclado de psicóloga) me dijo que llegaría un día en el que
podría mirar hacia atrás y ver mi matrimonio no como un fracaso, sino
como una experiencia maravillosa que me había dado 3 hermosos hijos y
mucha sabiduría.
Me llevó un par de años darme cuenta de cuánta razón
tenía. Mantente positiva, me dijo. Lo hice, y eso me llevó a una nueva
vida llena de felicidad y satisfacciones.
Sin embargo, alguna veces,
cuando veo a una pareja mayor brillando en la calidez de los años
compartidos, todavía me siento un poco triste por lo que podría haber
sido.
Folleto sobre el divorcio
Folleto sobre el divorcio
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