http://www.elconfidencial.com/sociedad/2011/igualdad-divorcio-tazas-20110507-78347.html
CADA VEZ MÁS SENTENCIAS IGUALAN A HOMBRE Y MUJER: ¿Igualdad en el divorcio?
Sociedad @María López.- 07/05/2011
Soplan vientos de cambio. Cada vez son más los jueces que dictan sentencias que igualan a hombre y mujer… pero no sólo en derechos, sino también en obligaciones.
Estos días el Supremo emitía su fallo sobre el pago de las hipotecas que estipulaba que los divorciados debían abonar la deuda al 50%.
En otro tribunal, un juez de Sevilla obligaba a una pareja de divorciados a vivir por turnos con sus hijos, de 3 meses en 3 meses, custodia compartida y la vivienda no para ella, sino para los dos y por turnos.
La sentencia es pionera porque el Código Civil atribuye el domicilio familiar al cónyuge al que se le da la custodia.
En más del 90% de los casos al final ellas son las que terminan en casa y ellos haciendo las maletas.
El Confidencial recoge a pie de calle todo tipo de comentarios ante estas decisiones judiciales: Pilar, casada y con hijos:
“Me parece bien porque ahora no es como antes, las mujeres trabajamos y no tiene porqué castigarse siempre al hombre cuando existe un divorcio”;
Juanjo, divorciado:
“¿No quieren igualdad? Pues toma dos tazas. Igualdad sí, pero en derechos, en obligaciones y para todos”;
Alonso, empleado en una entidad bancaria:
“Lo que ha unido Dios que no lo separe el banco. Es que había casos muy fuertes en los que él pagaba el 100% de hipoteca y ella nada. Claro que también habría que ver caso por caso cuál es la situación particular de cada uno”.
En España se rompen a diario más de 3 matrimonios o parejas.
De los más de 100.000 divorcios que se registran al año, un 60% de los casos acaba consensuando la ruptura, pero el resto, hasta un 40%, termina en los tribunales y, en este sentido, el mazo de la justicia nada tiene que ver con el del ciudadano de a pie.
Es curioso comprobar los diferentes puntos de vista que existen en torno al divorcio y la justicia.
José Luis Ramírez, juez y portavoz de Jueces para la Democracia, admite que “en asuntos familiares se pisa siempre un terreno muy complicado y cada caso es un mundo porque presenta peculiaridades y detalles que sólo el juez conoce, pero en sentencias como las de Sevilla, la ley no prioriza a los progenitores. Los importantes no son ni él, ni ella, sino los más débiles, los niños”.
La Asociación de Mujeres Juristas Themis se fundó con el objetivo de promover la igualdad jurídica entre hombres y mujeres.
Su presidenta, Ángela Cerrillos, no está de acuerdo con el amplio margen y la capacidad que tienen los magistrados a la hora de aplicar la justicia.
En el caso de Sevilla ve en el magistrado Francisco Serrano “el juez adalid de la custodia compartida. A la hora de dictar sentencia ha sido coherente con lo que él piensa, pero yo no estoy de acuerdo”.
Según Cerrillos, “es una barbaridad porque se está experimentando con los niños. Usted fíjese en los enfrentamientos que pueden generarse entre el padre y la madre, imagine la convivencia y lo que puede ser el hoy te toca a ti y mañana a mí. Le pongo un ejemplo, te rompo los enchufes y ahora te buscas quien te los arregle los meses que te toque vivir a ti. El experimento puede acabar siendo un estropicio, me gustaría saber qué pasaría dentro de unos años y cómo influirá esta nueva fórmula en los niños”.
Aún así, añade, en general “el margen de interpretación y decisión que tienen los jueces me parece que es exagerado y en algunos casos perjudicial”.
Hay quienes, sin embargo, ven en este margen que tienen los jueces la única fórmula para que la lenta maquinaria de la justicia avance a golpe de jurisprudencia.
La abogada, Raquel Gil Muñoz, valora en positivo este tipo de sentencias, “es que – explica Gil- los que han de hacer un punto y aparte en sus vidas son la pareja, pero no los niños. Ellos deben romper lo menos posible su vida cotidiana. Yo sí veo positivamente esta sentencia porque, por primera vez, los niños no son tratados como maletas que van de acá para allá”.
Sobre los procesos de divorcios reconoce que existe una clara desigualdad que habría que corregir hacia el hombre.
“Hemos evolucionado, cada vez somos más las mujeres trabajadoras con independencia económica y habría que avanzar en ese sentido, al casarnos adquirimos derechos pero también obligaciones y al divorciarnos ha de ser igual, decisiones justas para ambas partes”.
Dime qué juez te toca y te diré qué va a ser de ti.
Carlos Aldariz acaba de divorciarse hace un año y su vida ha dado un giro total.
Nos cuenta que ahora mismo “estoy al borde de la ruina y no exagero”.
Su sueldo es de 1.800 euros y paga a su ex mujer 700 euros al mes.
Al tener ella la custodia de los niños, él ha tenido que buscarse una vivienda.
La situación económica le ha obligado a regresar, al menos de momento, a casa de sus padres. Entre el pago de la pensión y el de la hipoteca, “me quedan 300 euros para vivir al mes y paga comida, paga transporte, gastos corrientes… es una desgracia –se lamenta Carlos-, pero a mí el juez me ha marcado la vida”.
Durante los meses de verano se da, además, la circunstancia de que el mes que él está con sus hijos y que, por tanto, corre con los gastos de manutención, tiene que seguir dando a su ex pareja los 700 euros de rigor.
Carlos se siente por todo ello defraudado.
“Los tribunales me han hundido. Comprendo que cuando estamos ante un mal padre la ley sea inflexible y rotunda, pero en casos como el mío y como el de otros muchos padres, lo legal no es lo justo. Los jueces deberían tenernos en cuenta también a nosotros”.
Lo ideal, termina, sería aplicar la máxima de Louis Sébastien Mercier:
“Juzga a un hombre cuando te hayas puesto en su lugar”.
¿Vive el juez en una torre de cristal?
Así como el profesor que es padre entiende mejor a los progenitores en su labor educativa, el juez que ha constituido una familia ¿conoce de cerca los problemas que puede generar una separación o un divorcio?
¿Puede influir su estado civil, casado o divorciado en su toma de decisiones?
¿Será más o menos sensible dependiendo de si es o no padre de familia?
José Luis Ramírez, el portavoz de Jueces para la democracia apunta que “a la hora de tener que resolver una situación de litigio en familia a los jueces no nos condiciona la decisión nuestra situación personal pero sí es muy importante tener experiencia personal y conocer en profundidad el contexto”.
Esta asociación lleva años reivindicando que se cambie la fórmula de acceso a la plaza de juez, “hacen las oposiciones y hay que modificar el proceso porque los aspirantes a juez se meten en sus torres de marfil para estudiar durante años y pierden el contacto con la sociedad. Quienes consiguen llegar se ponen a juzgar sin conocer el contexto social y quien aplica las leyes ha de conocer la sociedad en la que se desenvuelve”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario