sábado, 3 de abril de 2010

Bibiana Aído recibe a las 25, Asociación de Feministas Radicales

http://www.clubdelas25.com/articulo.php?id=85

Las 25 reciben a la ministra de Igualdad

Susana Villalba - 02/03/2009
Se hizo esperar, pero llegó, por fin, Bibiana Aído para comer y charlar con el Club de las 25 y contarnos esa inmensa tarea por las mujeres que tiene entre manos.
No es fácil arrancar de cero. Y claro, un Ministerio no es cosa que se improvise.
La ministra dice que está en construcción, no ella, sino todo ese complejo entramado político y administrativo que es un Ministerio, y lleva razón.

Dice que no se cansa y que no descansará hasta que la sociedad entera se implique en la lucha contra el maltrato a las mujeres.
Acabar secando esa gota casi diaria de horror que nos salpica las conciencias es uno de sus mayores empeños.
Y con un dato estremecedor: cada día 400 mujeres ponen denuncias de maltrato; 400 mujeres temen por su vida a causa de la violencia de género.
Una de las iniciativas en este sentido es que desde el Ministerio, en colaboración el Ministerio de Justicia, se prevén cursos de formación específicos para los jueces que trabajan en violencia de género.

Bibiana es de apariencia frágil, pero no hay que fiarse de esta fragilidad aparente porque esta ministra que asegura que no “es” ministra, sino que “está” de ministra, no parece temer al fracaso ni a las muchas metas que se ha puesto por delante.
Ni a las múltiple críticas que la llueven, y para las que se ha puesto un chubasquero violeta que no parece, afortunadamente, fácil de derribar, pese a quien pese.

Trabaja Bibiana desde abajo, con las mujeres –muchas constituyen una familia, ellas solas– que cada día patean las calles buscando su vida y su futuro en un puesto de trabajo, hasta arriba, en la élite, en esos consejos de administración, tan plagados de corbatas bienpensantes y reticentes que no cumplen la ley de igualdad: hasta el momento sólo en un 5%.

Proyecta una mesa de seguimiento por la igualdad en el empleo y aún más, está decidida a premiar a las empresas que destaquen en esto.
Nunca vienen mal los incentivos, y un caramelito a tiempo viene bien si con eso se cambia, por fin, el machismo de muchas empresas que oh! casualidad tienen tantos y tantos y tantos hombres en puestos directivos.

Trabaja la ministra Aído con la educación de las adolescentes, para cambiar su mirada sobre la dependencia emocional que muchas aún tienen de los novios, novietes, ligues o parejas que las creen de su exclusivo uso y disfrute.
La prostitución es otro de los asuntos que preocupan al Ministerio de Igualdad, con una sugerencia: decomisar los bienes de las mafias, las riquezas que les genera “no la profesión más antigua del mundo, sino la esclavitud más antigua del mundo”, como bien apuntó Cristina Almeida, que también nos acompañó en esta comida con la ministra.

Por cierto que en estos tiempos de crisis, Almeida planteó que es ahora precisamente cuando las mujeres deben tomar el relevo del poder económico y político:
“Ha fracasado un modelo de sociedad muy masculino, el modelo de los ejecutivos tirando de visa oro, ha fracasado la soledad del especulador y es ahora cuando hay que cambiar esos valores masculinos por otros más positivos, más femeninos. “Ellos” nos han llevado a la crisis económica y ahora hay que hablar con otro lenguaje, el de las mujeres. La igualdad no es ser como ellos, la igualdad es ser diferentes para ser mujeres.”

Bibiana es una mujer que tiene algo muy valioso: la capacidad de escuchar a las mujeres que han llevado durante tantos años –y no cabe duda que a muy buen puerto- al feminismo en nuestro país.
Tomó buena nota tanto de las palabras de Cristina Almeida como las de otras invitadas –entre ellas, Amelia Valcárcel, Angeles González-Sinde, Inés París, Ouka Leele, Chus Gutiérrez, Margarita Saínz Díez, Sonia Chirinos, Imma Turbau y Alicia Mirayes–, que reflexionaron en voz alta sobre todas esas asignaturas pendientes que aún tenemos las mujeres.

Por ejemplo, con la invisibilidad del lenguaje sexista y la imagen de la mujer en los medios de comunicación y en la cultura; con esos títulos de alguna serie de televisión que aseguran que sin tetas no hay paraíso.
Y no es verdad, hay paraísos sin tener una 90-60-90, hay paraísos sin tacones de aguja con los que no se puede andar, hay paraísos sin botox en el rostro. Y están aquí.

Y hay que hacerlos llegar a la sociedad, sobre todo a las adolescentes.
Y en eso también está empeñada la ministra. Además, y como apuntó con magnífico humor Cristina Almeida:
“¿Os imagináis una serie de TV que se llamase “sin pollas no hay paraíso?"... Imposible y pornográfica, ¿verdad?... Pues eso.

Bibiana –y su equipo– nos dejaron a las socias del Club de las 25 con ganas de más, de charlar más sobre feminismo, de escuchar todas y cada una de las propuestas y proyectos que tiene, de ver de cerca cómo una mujer que tiene poder puede cambiar las cosas. En ello está. Y a su entusiasmo nos sumamos.

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