jueves, 4 de marzo de 2010

Groucho Marx: El matrimonio es la principal causa del divorcio

http://www.elmundo.es/2004/09/18/opinion/1693477.html

Reflexiones sobre el divorcio:El matrimonio es la principal causa de divorcio (Groucho Marx)

EDUARDO MENDICUTTI.Sábado, 18 de septiembre de 2004
El Gobierno va a reformar la ley del divorcio.
Bueno, al menos mientras el Gobierno no diga lo contrario.
El caso es que, de momento, el Gobierno se propone hacer el divorcio más rápido, más sensato, más sencillo y, por ahora, más justo con los hombres.

Bien por el Gobierno, de momento.
Aunque ya han protestado las supuestas perjudicadas por esta, no sé si llamarla todavía reflexión -para no pillarme los dedos- del Gobierno: la Iglesia y las mujeres.
La protesta de algunas asociaciones de mujeres se entiende regular.
No les gusta eso de la custodia compartida.
Es horrible que los niños, dicen, tengan que vivir el 50% del tiempo con el padre y el otro 50%, con la madre -o con una de las madres o uno de los padres, si la promesa del Gobierno sobre los matrimonios homosexuales no se convierte, de repente, en reflexión: gays y lesbianas dispuestos a casaros y adoptar niños, tocad madera-.
Pero no es eso, no es eso, creo yo. La, por ahora, reflexión del Gobierno, mientras don Digo -perdón, don Diego- López Garrido no tenga que salir a decir lo contrario, pretende, supongo, que el padre y la madre, o los 2 padres y las 2 madres, tengan la misma oportunidad de educar a sus niños y demostrarles el cariño verdadero.
Vamos, que no pase, por ejemplo, lo que suele pasar ahora: las madres divorciadas, asociadas o no, se quejan de que sus hijos las detestan porque los padres divorciados se limitan a darles a los niños todos los caprichos, los días que les toca ocuparse de ellos.

En cambio, la protesta de la Iglesia se entiende la mar de bien.
No soy precisamente fan de la Iglesia, así que lamento decir que en esto tiene toda la razón.
Lo que debe hacer la inmensa mayoría de los matrimonios españoles con problemas insuperables, dice la Iglesia, es jorobarse y cumplir el compromiso de amor para toda la vida que se juraron ante el altar. Pues sí. O haber reflexionado, antes de casarse por la Iglesia.

Porque resulta que la inmensa mayoría de los heterosexuales españoles se ha casado y se sigue casando por la Iglesia.
Y, la mayoría, por rutina, por no disgustar a los padres, por el qué dirán, porque queda más mono, porque no reflexionan. Pues que reflexionen, hombre.
Y es que el día en que sólo se casen por la Iglesia quienes de veras crean en su doctrina y en el sacramento del matrimonio -incluido lo de jorobarse-, ese venturoso día, la Iglesia no tendrá razones para meter baza en lo que el Gobierno prometa o reflexione sobre el matrimonio o el divorcio.

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