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Redacción Fotocasa, 26/04/07
El aumento de rupturas conyugales ha hecho que separados y divorciados se conviertan en una parte importante de la demanda de vivienda. Los promotores lo saben, y por eso también construyen pisos ya adaptados a para este colectivo.
www.Fotocasa.es analiza esta nueva demanda en el mercado inmobiliario.
Por lo general, se trata de viviendas de superficie pequeña que son demandadas "por la aparición de nuevos tipos de núcleos familiares, ya que cada vez son más habituales los hogares monoparentales", explica Yolanda Lozano, directora de Obra Nueva Residencial de CB Richard Ellis. Y en éstos tienen mucho que decir separados y divorciados, tanto en la compra como en el alquiler.
Los que prefieren adquirir el inmueble son, por lo general, personas separadas que han repartido al 50 por ciento las ganancias de la venta de su antigua casa.
Por el contrario, el alquiler es la opción de aquéllas que deben abandonar el hogar conyugal.
En ambos casos, el número de habitaciones también se reduce, siendo frecuente la elección de pisos de uno o dos dormitorios. De hecho, la creación de hogares monoparentales ha motivado que predomine en Madrid la demanda de pisos de una y dos habitaciones, aunque se detecta "un aumento de la importancia de los de un dormitorio", según Aguirre Newman.
En exclusiva para separados y divorciados.
Acceder a una vivienda es complicado, y más si se tiene que hacer en solitario y después de una ruptura. Parece que en eso ha pensado la Comunidad de Madrid y el País Vasco, que han creado desarrollos de viviendas exclusivas para separados y divorciados.
En el primer caso, hace apenas un año que se entregaron las primeras viviendas sociales destinadas a este colectivo, promovidas por el Instituto de la Vivienda de Madrid (IVIMA). Se trata de pisos de alquiler con garaje y superficies de 50 (un dormitorio) y hasta 80 metros cuadrados (dos dormitorios) por los que sus inquilinos pagan una renta mensual de 170 y 260 euros respectivamente. Se adjudicaron sólo 40 casas, aunque está previsto que en los próximos meses haya un nuevo reparto.
El País Vasco va más allá y ha creado los primeros campings para separados y divorciados. En concreto, la región cuenta con tres, donde este colectivo puede acudir para alquilar en ellos un apartamento o, incluso, instalar el suyo por menos de 200 euros al mes.
Los bancos también han pensado en los “ex”. Además de los gobiernos regionales, las entidades bancarias también se han empezado a concienciar de las dificultades de separados y divorciados. Muestra de ello es el nuevo préstamo de Caja Navarra dirigido a padres y madres solteros, divorciados o ex-cónyuges que reciben la tutela de los hijos. Este producto, que cubre el cien por cien del valor de tasación, se caracteriza por disponer de un plazo de amortización de 40 años y permitir pagar intereses durante los diez primeros.
BBK también ofrece facilidades a este colectivo a través de su hipoteca compartida, un producto permite hacer frente a la compra de una vivienda a personas que no pueden hacerlo en solitario, pues en muchas ocasiones compartir piso es otra de las formas de vida que eligen separados y divorciados. En este caso, el plazo de amortización también es de 40 años, siempre que la edad del menor de los propietarios y el plazo acordado no sume más de 80 años.
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