1.700 hombres acudieron a la asociación en el último año tras aceptar delitos de violencia de género que no cometieron "por miedo a ir a prisión".
Sandra León, 22/2/2023
La Asociación de Hombres Maltratados denuncia que detrás de las numerosas sentencias de conformidad que registran los juicios por violencia de género se esconden miles de denuncias falsas. Según apuntan, a pesar de no haber cometido delito alguno, son muchos los hombres que terminan aceptando una condena mínima con tal de no ir a prisión. No en vano, solo en el último año, la asociación habría recibido 1.700 casos.
Según los datos del Observatorio de Violencia de Género, las condenas por conformidad en los juzgados de lo Penal rondan el 40%. Sin embargo, la cifra de los juzgados de Violencia contra la Mujer no se hace pública, y las organizaciones críticas con la legislación actual temen que sea mucho mayor. Así, de las 10.000 condenas del último trimestre de 2022, la Asociación de Hombres Maltratados estima que un 80% serían por conformidad.
Miedo y falta de información
"La altísima cifra de conformidades que hay en los asuntos de violencia de género ocurren por miedo a ir a prisión, porque cuando pasas una noche en el calabozo y después te ofrecen aceptar unas condiciones que implican terminar de forma inmediata con el procedimiento, si no te explican más, ni las consecuencias que implica aceptar, lo firmas" asegura Clara Casero, abogada de la asociación.
Y eso es precisamente lo que, según defiende, sucede en la mayor parte de los casos: "El abogado, generalmente, no explica al cliente las gravísimas consecuencias civiles y penales que lleva aparejada esa conformidad. Estamos hablando de consecuencias completamente desproporcionadas que en cualquier otro delito serían nulas de pleno derecho". Entre ellas, se encuentran la imposibilidad de solicitar una custodia compartida o la suspensión del régimen de visitas.
Una ley que alienta las denuncias falsas
El problema es que esta situación acaba desvirtuando la lucha contra una lacra que está llena de perversiones. "A día de hoy, la mujer que interponga una denuncia por violencia de género entra automáticamente dentro de un protocolo en el que recibe ayudas de todo tipo y consigue unas medidas paterno-filiales (en el caso de que existan hijos) que difícilmente conseguiría en la vía civil —advierte la letrada—. Y, sin dudar ni un ápice de que existen ataques machistas y que deben ser erradicados, también nos consta, porque es nuestro día a día, que los beneficios que se le conceden a la mujer presuntamente víctima de violencia de género han hecho que la cifra de las denuncias cada vez sea mayor".
Precisamente por eso, Casero insiste en que "la cifra de denuncias falsas se aleja mucho del 0,01% que asegura el Gobierno", un porcentaje que, además, solo tiene en cuenta los casos que llegan a ser juzgados como tal, y que son la mínima parte, ya que muchos hombres renuncian a llevar a sus exparejas a los tribunales con tal de acabar cuanto antes con la pesadilla en la que se ven inmersos, especialmente aquellos que tienen hijos.
"Seguir tapando una realidad que afecta a miles de hombres es una postura lamentable por parte de un Gobierno que hace lo imposible por sostener un discurso irreal —denuncia la Asociación de Hombres Maltratados—. A partir de que se empiezan a poner denuncias para evitar, por ejemplo, la custodia compartida y eso se acepta de inmediato, al margen de la veracidad de los hechos, algo falla en la rueda del sistema. Lo que está ocurriendo ahora es un abuso de los derechos".
Los niños, los grandes damnificados
Casero llama a reflexionar, además, sobre el daño que toda esta situación provoca en los menores, los otros grandes damnificados de la Ley de Violencia de Género. "En la asociación, siempre hablamos de niños huérfanos de padres vivos", sentencia a modo de resumen, ya que el resultado de todas las denuncias es que se aleja al menor de su padre, sea o no culpable, de forma inmediata.
"La presunción de inocencia no existe para los hombres en cuestión de violencia de género y eso es un error gravísimo del sistema", lamenta en la misma línea que otras tantas asociaciones que luchan ya no por los derechos de los hombres, sino por la mera igualdad en el ámbito de la violencia doméstica. "Jamás debemos negar la realidad de las mujeres maltratadas, pero tampoco podemos negar que hay hombres que lo sufren y niños que se tienen que amoldar a situaciones muy difíciles", concluye.
Casero llama a reflexionar, además, sobre el daño que toda esta situación provoca en los menores, los otros grandes damnificados de la Ley de Violencia de Género. "En la asociación, siempre hablamos de niños huérfanos de padres vivos", sentencia a modo de resumen, ya que el resultado de todas las denuncias es que se aleja al menor de su padre, sea o no culpable, de forma inmediata.
"La presunción de inocencia no existe para los hombres en cuestión de violencia de género y eso es un error gravísimo del sistema", lamenta en la misma línea que otras tantas asociaciones que luchan ya no por los derechos de los hombres, sino por la mera igualdad en el ámbito de la violencia doméstica. "Jamás debemos negar la realidad de las mujeres maltratadas, pero tampoco podemos negar que hay hombres que lo sufren y niños que se tienen que amoldar a situaciones muy difíciles", concluye.
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