sábado, 26 de marzo de 2022

Divorcio y Vivienda: ¿Alquiler o compra?

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«Y ahora que me he separado, ¿me voy de alquiler o solicito una hipoteca?»
Ana I. Martínez, 24/03/2022 
En el año 2020, hubo un total de 80.015 disoluciones matrimoniales en España, según el último informe elaborado por el INE y el Consejo General del Poder Judicial. 
De ellas, 77.200 fueron divorcios, 2.775 separaciones y 40 nulidades.
La mayoría de los divorcios se dieron entre cónyuges de entre 40 y 49 años (31.370), seguidos de las parejas que tenían entre 50 y 59 años (20.996). Ante este panorama, ¿qué opciones tiene quien abandona el hogar conyugal? ¿Hipoteca? ¿Alquiler? Hablamos con Andrea Carreras-Candi, directora de la Asociación Española de Asesores y Planificadores Financieros (EFPA).
Imagino que lo 1º a hacer por parte de cualquier persona que se separe o se deje con su pareja, es saber muy bien qué ingresos tiene y qué gastos va a tener ¿no? ¿Cómo hacerlo?
Sí, es clave a la hora de realizar una planificación del patrimonio en cualquier circunstancia. En una situación como esta, más aún, puesto que supondrá un incremento en los gastos. La principal recomendación es analizar todos y cada uno de los gastos fijos mensuales y compararlos con los ingresos recurrentes, para tratar de eliminar algunos de esos gastos que sean superfluos y mantener un remanente de ahorro.
Los gastos que va a tener una persona separada o divorciada van a ser muy diferentes a los que tenía. ¿Puede el afectado hacer una estimación de su nueva situación?
Estos casos son muy particulares. Creo que lo importante es consultar la parte legal y, una vez solucionada esta situación, analizar todos esos gastos y que en ningún caso superen a los ingresos.
Si tenemos ahorros, ¿podemos tirar de ellos para hacer frente a la nueva situación?
Los asesores y planificadores financieros siempre recomendamos mantener un remanente de ahorro precisamente para poder afrontar este tipo de situaciones a priori imprevistas.
A la hora de buscar un nuevo hogar: ¿alquiler o hipoteca?
Como siempre que hablamos de planificación financiera, depende de las circunstancias de cada persona y, en este caso, incluso de la ciudad y el tipo de vivienda a la que aspire. En todo caso, a la hora de alquilar un piso, la recomendación es que la renta del inmueble no supere el 30% de los ingresos mensuales. 
En el caso de afrontar una compra, hay que ver las condiciones hipotecarias que ofrece cada entidad financiera. En algunos casos, sobre todo en ciudades donde los precios son altos, el coste del alquiler es más elevado que el de la letra de la hipoteca, pero hay que tener un ahorro bastante elevado para afrontar el pago de la entrada del piso, que suele supone un 20% del precio total del inmueble, más los impuestos.
¿Qué ventajas y desventajas ofrecen cada una de esas opciones?
En líneas generales, una persona con 45 años o más tendrá que pagar una entrada del piso superior a ese 20% o firmar una hipoteca a menos años, para saldar la deuda en no más de 20 años. 
La ventaja del alquiler es que no ata a una persona que, con un mes de preaviso, puede dejar la vivienda en alquiler.
Una de las cosas que enseñáis desde la Educación Financiera es aprender a ahorrar para la jubilación. ¿Podrá una persona separada hacerlo?
Sin duda, el ahorro para la jubilación es clave para complementar la pensión pública, como única vía para mantener el poder adquisitivo, una vez dejemos de trabajar. Desde el departamento de educación financiera de EFPA España, siempre hemos recomendado empezar a ahorrar cuanto antes para la jubilación, aunque sea con aportaciones pequeñas. 
En este caso específico, ocurre lo mismo. Es importante mantener una constante de ahorro que se vaya acumulando con el paso de los años. Si, en un momento determinado, la situación económica personal se complica por circunstancias personales (en el caso de separación), una alternativa puede ser que, durante un periodo, esta persona reduzca la aportación periódica para la jubilación, para incrementarla cuando la situación se estabilice.

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