1º año de bodas y divorcios en
las notarías valencianas: 138 matrimonios y 398 rupturas.
Los matrimonios y sus
disoluciones se pueden celebrar legalmente en las notarías, pero las cifras son
aún discretas. La
rapidez es su principal ventaja,
y el precio (unos 150 euros), el
obstáculo. Los divorcios ante notario tienen que ser de común acuerdo y
sin hijos.
ECO| José L. Obrador, Valencia, 05.12.2016
Casarse o divorciarse en una
notaría es posible desde
hace algo más de 1 año, pero es una opción todavía desconocida para gran parte de los ciudadanos. Así lo pone de manifiesto la estadística que
maneja el Colegio Notarial de Valencia. Entre julio de 2015, cuando se puso en
marcha la medida, hasta junio de 2016, los 339 notarios de la Comunitat Valenciana han oficiado 138 bodas (276 contrayentes) y han
certificado 398 escrituras de separación o divorcio que han afectado a 796
personas. Es decir, casi 3
rupturas por cada matrimonio.
Según los datos a los que ha tenido acceso 20minutos, la evolución es
ascendente, ya que la mayoría de estos procedimientos se han sellado durante el
año 2016. El decano del Colegio Notarial de Valencia, Francisco Cantos, elegido
el pasado 20 de noviembre, explica que ambas posibilidades se abrieron con la
entrada en vigor de la Ley de Jurisdicción Voluntaria, que da más funciones a
estos colegiados. Las
cifras, en su opinión, "son realmente bajas en comparación con las de los
juzgados. Pero hay que tener en cuenta
que en los juzgados es gratis
casarse y divorciarse y nosotros estamos sujetos a un arancel", afirma.
¿Qué empuja a un ciudadano a
contraer matrimonio o a romper el vínculo mediante esta nueva fórmula?
Según Cantos, "quien tiene más prisa o quiere discreción, acude a la notaría, pero es algo aún bastante desconocido". Hay una salvedad importante. En el caso de los divorcios, los notarios solo pueden tramitar aquellos que son de común acuerdo y en los que no hay hijos menores de edad, lo que restringe de forma importante el volumen potencial de los mismos. En cuanto al perfil, Cantos relata que en la mayoría de los casos, quien acude a un notario para divorciarse "suele ser gente que ha rehecho su vida tras llevar mucho tiempo separada. Hay cordialidad y quizá tienen pereza de acudir al juzgado y no suele haber nada que liquidar". Su experiencia en este tiempo se basa en la firma de 3 divorcios. "Eran separados a quienes no les hacía falta divorciarse salvo que quisieran volver a casarse", añade. Respecto a los matrimonios, hay un par de inconvenientes que pueden disuadir a los contrayentes de optar por un notario. En 1ª lugar está la frialdad de casarse en un despacho notarial, aunque su titular puede desplazarse a petición de los novios. Además, la ley no permite por el momento ahorrarse la primera fase, el expediente matrimonial, por lo que hay que acudir previamente al Registro Civil. "Para eso, algunas personas ya deciden quedarse allí", sostiene el decano. Solo la rapidez y el asesoramiento que ofrece el notario frente al juzgado otorgan cierto atractivo, pero está el inconveniente de abonar la tasa. Los propios notarios creen que su incursión en estos campos "no será una alternativa real" a los juzgados. El reto que tienen por delante estos profesionales radica más bien en dar a conocer los nuevos cometidos de su gremio entre la población. 150 euros por ganar en rapidez Contraer matrimonio o deshacerlo en una notaría tiene un precio, el del arancel, pero a cambio ofrece más agilidad que el trámite del juzgado. Una separación o divorcio puede costar entre 100 y 150 euros en función de la longitud del convenio regulador, y también hace falta un abogado, porque lo exige la ley. Compartir el letrado en los casos de común acuerdo puede abaratar el proceso. En los matrimonios, el precio ronda los 150 euros, pero puede llegar hasta los 180.
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