Por Reporte Índigo /08/09/2015 -México, D.F.-
En las películas muestran que cuando un hombre
entra en la crisis de los 50, se tiñe el cabello, se compra un auto
nuevo y adopta una actitud "juvenil".
Existe amplia evidencia de que en las últimas décadas, las tasas de suicidio han crecido exponencialmente en hombres en la mediana edad.
Los más vulnerables a quitarse la vida son los que presentan condiciones económicas y educativas más desfavorables. Y sí, la ruptura de una pareja es un factor social que llega a ser tan clave en la ideación y la conducta suicida como la pérdida del trabajo y mala posición socioeconómica.
La evidencia científica demuestra que los hombres se benefician más del matrimonio que las mujeres. Y lidian con el divorcio peor que ellas.
Un estudio publicado en 2013 en la revista científica Journal of Men’s Health reveló que los hombres divorciados son más propensos a sufrir enfermedades cardiacas e hipertensión que sus congéneres, así como a recurrir al suicidio o a involucrarse en conductas riesgosas.
De acuerdo con la organización británica para la prevención de suicidio, Samaritans, los hombres separados son 2 veces más propensos que las mujeres a planear con quitarse la vida.
Además, en soledad y bajo la idea de que no necesitan la ayuda de nadie, ellos cuentan con menos recursos sociales y emocionales que las mujeres para salir adelante, lo que repercute en su bienestar.
A su vez, con un divorcio, los hombres pierden su sentido de identidad.
“El honor es parte de la masculinidad y requiere afirmación pública y validación ante otros hombres”, señala un reporte de la organización británica para la prevención del suicidio, Samaritans, titulado “Hombres, suicidio y sociedad”.
“La pérdida del estatus masculino a través de una ruptura sentimental se traduce en un sentimiento de vergüenza. Para algunos hombres, una vida de vergüenza y deshonra es vista como una vida que no vale la pena vivir”.
Y es que todo depende del rol que se espera que juegue un hombre en sociedad. Por ello, un ideal del éxito no satisfecho, la intolerancia al fracaso y los cambios de roles de género pueden poner en jaque la masculinidad.
Como comenta en el diario El Clarín Ana Wortman, doctora en Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, “está en crisis el varón proveedor, pero a la vez ese sujeto no encuentra otro lugar. Eso le genera mucho conflicto. No sabe dónde pararse".
Perfeccionistas para la sociedad
En un artículo publicado en Mosaic, el novelista Will Stor alude al trabajo del doctor Rory O’Connor, presidente de la Academia Internacional de Investigación sobre Suicidio, quien durante más de 20 años ha estudiado los procesos psicológicos detrás de la privación voluntaria de la vida.
Sus investigaciones lo llevaron a identificar un tipo de personalidad en personas con mentes suicidas que puede llegar a ser clave para entender, en parte, los motivos que llevan a los hombres a quitarse la vida: “perfeccionismo social”.
El perfeccionista social se exige en base a lo que cree que la sociedad, incluyendo su núcleo familiar, espera de él.
“No se trata de lo que esperas de ti mismo. Es lo que tú piensas que otras personas esperan (de ti)”, aclaró el también director del Laboratorio de Investigación sobre Comportamiento Suicida de la Universidad de Glasgow, en Reino Unido.
“La razón por lo cual esto es tan problemático es que está fuera de tu control”.
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