http://www.farodevigo.es/galicia/2010/03/22/demanda-abogados-oficio-juicios-morosidad-dispara-60/422257.html
La demanda de abogados de oficio para juicios por morosidad se dispara un 60%.
Cada vez son más los padres separados que, tras quedarse en paro, recurren al turno de oficio para solicitar que un juez revise la pensión alimenticia que deben pagar por sus hijos.
MÓNICA VÁZQUEZ - SANTIAGO.Lunes 22 de marzo de 2010
Deshaucios, quiebras, embargos por hipotecas impagadas, reclamaciones de deudas, despidos... La crisis económica ha cambiado radicalmente el panorama judicial gallego haciendo que asuntos que hace 2 años podrían considerarse residuales sean ahora los que más contribuyen a alimentar la bolsa de la litigiosidad en Galicia.
Este incremento de los juicios vinculados a la crisis se ha notado especialmente en la justicia gratuita, una opción a la que recurren las personas con menos recursos económicos y también por ello las más castigadas por la situación económica.
Tras un 2008 marcado por el incremento constante de la demanda de abogados de oficio –un 54% sólo en el último cuatrimestre–, el año pasado las solicitudes de justicia gratuita siguieron creciendo.
En 2009, 33.983 gallegos solicitaron a la Xunta un abogado de oficio, un 3,6% más que el año anterior y un 8,8% más que en 2007.
Aunque no es un porcentaje muy alto, la cifra se multiplica de forma exponencial si se analizan sólo los procedimientos vinculados a la crisis.
Los juicios por facturas, préstamos impagados y morosidad en general fueron los que más se dispararon en el turno de oficio, que tramitó un 60,8% más de casos de este tipo que un año antes, cuando la situación económica en España ya naufragaba.
Este espectacular incremento derivó a la justicia gratuita un total de 587 conflictos civiles sólo por deudas, 222 casos más que un año antes y 321 más que en 2005.
Dentro de este grupo, según explica Miguel Formoso, subdirector de Relacións e Recursos Humanos da Administración de Xustiza, destacan especialmente los juicios monitorios, un procedimiento ágil y sencillo para reclamar deudas inferiores a 30.000 euros que la crisis ha puesto de moda.
“Es un procedimiento muy sencillo, basta con presentar una factura sin pagar. En general cuando la gente tiene deudas pendientes no litiga pero con la crisis la cosa cambia”, explica Formoso.
La morosidad es, sin duda, el capítulo donde se nota con más fuerza el impacto de la crisis, aunque no el único.
Evaristo Nogueira, decano del Colegio de Abogados de Santiago, explica que en los casos del turno de oficio relativos al ámbito familiar se da una situación paradójica.
Mientras la cifra de divorcios y separaciones contenciosas –es decir, aquellas en las que los cónyuges no están de acuerdo– se han reducido considerablemente en los 2 últimos años, las reclamaciones judiciales para solicitar que se revisen sentencias anteriores relacionadas con pensiones compensatorias o alimenticias se dispararon un 49,2% sólo durante 2009.
Nogueira vincula estos datos con el paro ya que, en base a su propia experiencia, cada vez son más los padres separados que tras haber sido despedidos o sufrir un expediente de regulación de empleo recurren a la Justicia para pedir que se “modifiquen” las medidas adoptadas tras su divorcio.
“Es una consecuencia directa de la crisis. Gente que hace 10 o 5 años podía asumir perfectamente el pago de una pensión de 500 euros por sus hijos y que ahora no puede porque sus circunstancias personales y laborales han cambiado”, argumenta.
Descenso
Los divorcios, en cambio, parecen haber experimentado un frenazo en seco.
En los 2 últimos años, las rupturas matrimoniales –el 18% de las cuales se tramitan por la vía de la justicia gratuita– son de los pocos procedimientos que han seguido una tendencia descendente. Así, frente a los 1.575 divorcios y separaciones que se gestionaron de oficio en 2006 se pasó el año pasado a 1.417, un 11,15% menos.
Otra de las materias que también ha experimentado un repunte son los procedimientos declarativos, es decir, juicios verbales en los que el demandante solicita al juez un pronunciamiento sobre alguna propiedad.
En este capítulo se englobarían, por ejemplo, los deshaucios de inquilinos, otro tipo de conflicto judicial “a la orden del día”.
Caen, en cambio, los procedimientos penales del turno de oficio, –un 4% menos– un dato que en opinión de Miguel Formoso no obedece a una razón objetiva y achaca “posiblemente a un descenso de la criminalidad”.
Y también los contenciosos ante la Administración, aunque su peso sobre el total –483 casos en 2009– es mucho menor.
Al igual que ocurre con las distintas jurisdicciones, la crisis tampoco parece haber golpeado por igual a todas las provincias.
Mientras en Pontevedra, Lugo y Ourense las peticiones crecieron en los dos últimos años –y en el caso de Lugo incluso se duplicaron–, en A Coruña disminuyeron un 21% con respecto a las recibidas en 2007.
Pero no todo el mundo que solicita un abogado de oficio lo consigue.
El año pasado se denegaron el 14,2% de las peticiones.
Miguel Formoso explica que en la mayoría de los casos la razón es “económica” porque éste es el criterio fundamental para acceder a la justicia gratuita y porque las comisiones que evalúan las solicitudes analizan “con detalle” los datos tributarios de cada demandante, lo que dificulta la “picaresca”.
El porcentaje de denegaciones incluso se ha reducido en los últimos 5 años, una tendencia que Formoso achaca fundamentalmente a la “gran labor de asesoramiento de los servicios de orientación jurídica de los colegios”.
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