http://www.deia.com/es/impresa/2009/05/08/bizkaia/gizartea/558404.php
Los divorcios de mutuo acuerdo duplican a los no consensuados en la CAV.
Muchos abogados ven la mediación como "enemigo" en vez de como una herramienta.
Crítico con la Ley de Violencia de Género, el juez de familia Francisco Serrano aboga por redefinir el maltrato.
ARANTZA RODRÍGUEZ. BILBAO.
Utilizar el diálogo, en vez de fomentar el conflicto, no presionar a los hijos en busca de información, ni criticar delante de ellos al otro progenitor, son algunas de las recomendaciones que se les dan, en los juzgados de familia vascos, a las parejas que van a poner fin a su relación. La mayoría, a juzgar por las estadísticas, toma buena nota de estos consejos.
De hecho, el año pasado las separaciones y divorcios de mutuo acuerdo registrados en la CAV -más de 3.200- duplicaron a las rupturas no consensuadas.
A pesar de que en buena parte de los casos triunfa el sentido común y los progenitores intentan llegar de forma civilizada a un acuerdo, no siempre se opta por la solución más razonable.
En esos casos, según explicó ayer en Bilbao el juez de familia sevillano Francisco Serrano, la obligación de los abogados es "apaciguar los ánimos, no caldearlos diciendo: Vamos a hundir al otro. Algunos falsos profesionales, que van a degüello, lo están haciendo rematadamente mal porque esa actitud perjudica a todo el mundo. Al final se crean situaciones de tensión e injusticia, que pueden llegar a producir violencia e incluso la muerte, que es lo que estamos conociendo y lo que tenemos que evitar", advirtió el juez, autor de sentencias pioneras a nivel estatal en procesos de separación y divorcio.
"feminismo integrista" .
El magistrado, que presentó su libro Un divorcio sin traumas, invitado por las asociaciones vizcainas de madres y padres separados Abipase y La Terraza, abogó por la mediación conciliadora y las soluciones extrajudiciales para resolver los conflictos de pareja.
Según argumentó, "a la sociedad le interesa que los conflictos de familia -que, aparte del coste emocional, también llevan un coste económico importantísimo- se resuelvan de esta manera, pero a ese negocio que vive de la guerra de género y familiar, me estoy refiriendo al feminismo integrista, no le interesa que se resuelva de esa forma, le interesa la criminalización".
En opinión del juez, quien consideró esa postura "un error gravísimo", los profesionales que trabajan en esta materia "han de imbuirse de esa cultura del acuerdo y de la mediación, de la evitación de la guerra como mejor forma de que aquí nadie salga ganando ni perdiendo".
Crítico con la Ley de Violencia de Género, Serrano abogó por "redefinir el maltrato, que debería aplicarse a los casos donde se aprecie discriminación, relación de poder, miedo, humillación y degradación física o moral.
Si redujéramos los casos de maltrato a su número real, podríamos combatirlo mejor y dar mucha más protección a las mujeres", señaló.
"como un ciclón".
También la abogada de familia Jasone Iraragorri, quien prologó la intervención del magistrado, defendió la mediación.
"Si los conflictos a nivel internacional se deben de solucionar con la negociación y el diálogo, qué más que aplicar esos principios también a los problemas personales, con lo que ello conlleva, porque un divorcio irrumpe como un ciclón que desbarata a todos los integrantes de la familia", atestiguó.
Por su parte, el también abogado de familia Gonzalo Pueyo reconoció, tal y como pone el juez de manifiesto en su obra, el recelo de algunos letrados ante la mediación. "
Se nos señala como opositores a la implantación de la mediación porque lo vemos como un enemigo, en vez de como una herramienta supletoria a nuestro trabajo que puede dar lugar a la solución de no pocos conflictos.
Es verdad que hay un sentir muy generalizado en la abogacía de que la mediación es un competente, porque no sólo la podrían ejercer los abogados, sino también los trabajadores sociales o psicólogos", admitió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario