Law&Trends, 15/12/2025
Con las fiestas navideñas, los despachos de abogados especializados en derecho de familia se preparan para el notable incremento en las consultas de parejas que deciden poner fin a su matrimonio tras estas fiestas tan señaladas.
Aunque pueda parecer un periodo poco propicio para iniciar un proceso de separación, los expertos subrayan que la reflexión personal que acompaña a esta época del año lleva a muchas personas —especialmente mujeres maduras— a replantearse su bienestar emocional y la estabilidad de sus relaciones para tomar decisiones tras las Navidades.
Divorciarse con responsabilidad y buen asesoramiento
El abogado José Montero, especialista en derecho de familia y pionero en la dirección de diferentes equipos en función de la tipología de problemática a abordar; menores, violencia entre adultos o vicaria, económica o intrafamiliar, reputacional en medios, y lactancia, explica que “el divorcio no debe abordarse como una reacción emocional, sino como un proceso legal y personal que requiere planificación, serenidad y acompañamiento profesional”.
El abogado José Montero, especialista en derecho de familia y pionero en la dirección de diferentes equipos en función de la tipología de problemática a abordar; menores, violencia entre adultos o vicaria, económica o intrafamiliar, reputacional en medios, y lactancia, explica que “el divorcio no debe abordarse como una reacción emocional, sino como un proceso legal y personal que requiere planificación, serenidad y acompañamiento profesional”.
Según el letrado, hacerlo con asesoramiento jurídico adecuado garantiza una transición más justa, rápida y menos traumática para ambas partes. Montero insiste en que “divorciarse de forma ordenada y asesorada significa proteger los derechos económicos, familiares y emocionales de todos los implicados, evitando conflictos innecesarios y consecuencias legales indeseadas a largo plazo”.
Mujeres maduras: un nuevo protagonismo
El fenómeno del “divorcio consciente”, cada vez más presente entre mujeres de más de 40 y 50 años, refleja un cambio social y generacional.
En este grupo, el divorcio se percibe no solo como una ruptura, sino como un espacio de libertad y de redefinición personal.
La independencia económica y emocional pasa a 1º plano, marcando una nueva etapa de empoderamiento.
Desde el punto de vista jurídico, Montero señala que España ha avanzado gracias a una legislación más sensible y protectora con las realidades familiares actuales, pero también recuerda que “la mejor protección sigue siendo el conocimiento: saber qué derechos se tienen y cómo ejercerlos correctamente”.
La independencia económica y emocional pasa a 1º plano, marcando una nueva etapa de empoderamiento.
Desde el punto de vista jurídico, Montero señala que España ha avanzado gracias a una legislación más sensible y protectora con las realidades familiares actuales, pero también recuerda que “la mejor protección sigue siendo el conocimiento: saber qué derechos se tienen y cómo ejercerlos correctamente”.
Hombres silenciados: una realidad poco visible.
Junto a este protagonismo creciente de las mujeres maduras, se detecta un perfil aún muy poco visible en el relato social del divorcio: el de los hombres que viven sus conflictos familiares en silencio, por vergüenza, miedo al estigma o desconocimiento de sus propios derechos.
“Hay hombres que atraviesan rupturas muy complejas —a veces con situaciones de abuso emocional, problemas de custodia o desequilibrios económicos— y que no se atreven a pedir ayuda hasta que el conflicto estalla”, explica Montero, quien subraya que el objetivo no es contraponer hombres y mujeres, sino garantizar que todas las personas en proceso de divorcio puedan expresarse, ser escuchadas y recibir un acompañamiento adecuado.Para abordar estas situaciones, el despacho ha desarrollado un protocolo interno de actuación para personas —hombres y mujeres— que llegan tras años de silencio, normalizando el conflicto o minimizando su sufrimiento.
Un proceso legal, emocional y económico
El proceso de divorcio implica más que la disolución del vínculo matrimonial: requiere acuerdos sobre custodia, pensiones, patrimonio y vivienda. Por ello, contar con un abogado especialista es esencial para evitar litigios prolongados o desequilibrios económicos. Las herramientas de mediación familiar, la asesoría psicológica y el acompañamiento financiero se convierten en grandes aliados para lograr una separación sostenible y en paz.
El inicio de año se puede convertir en el punto de partida para una nueva etapa vital, pero siempre con prudencia y documentación adecuada. El objetivo no es solo romper con una relación, sino construir una nueva base de equilibrio y autonomía.

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