viernes, 2 de septiembre de 2022

Isabel Preysler: Cómo divorciarse con elegancia (2012)

La relación de amistad inesperada de Isabel Preysler con la abogada Purificación Pujol: la socialité escribió en el libro de su amiga un prólogo sobre cómo divorciarse con elegancia.
Isabel Preysler intentó aconsejarnos en 2012 cómo divorciarnos con elegancia desde el prólogo de un libro. Genio y figura.
SILVIA VIVAS, 1 septiembre 2022, 
En 2012 Isabel Preysler decidió dar una nueva sorpresa y no tenía nada que ver con su faceta como imagen de Porcelanosa: escribió 2 páginas y media en un libro que trataba sobre cómo divorciarse con elegancia. Aquello revolucionó la prensa nacional (rosa y no rosa).

Para aquel entonces Isabel Preysler ya se había divorciado en 2 ocasiones, en 1978 de Julio Iglesias y en 1985 de Carlos Falcó, marqués de Griñón y padre de Tamara. Con semejante historial de desencuentros amorosos era imposible que el morbo de verla protagonizar unas páginas de un libro con consejos sobre divorcios no acaparara titulares. 
Pero, ¿qué ha contado, en realidad, la «reina de corazones» sobre el «arte» de bien-divorciarse?

El libro sobre divorcios (y lo que Isabel Preysler no contó en él)
El manual en cuestión se llamaba «Un divorcio elegante o cómo desenamorarse con estilo», lo editó Grijalbo y estaba escrito por la abogada Purificación Pujol. Al prólogo escrito por Isabel Preysler en exclusiva para esta obra, el diario ABC lo catalogó como las «590 palabras de oro».

Por aquellas fechas Purificación Pujol ya había hecho sus pinitos escribiendo otra guía sobre cómo comportarse en actuaciones judiciales, pero era más conocida por su propio divorcio del notario que escrituró media Moraleja y su papel en la judicatura que por su labor como escritora.

La relación de Purificación Pujol e Isabel Preysler era tan buena en aquel momento que la ex jueza se convirtió en la abogada de la madre de Tamara Falcó durante el reparto de la herencia de Miguel Boyer (curiosamente Ok Diario apuntó a que también era la abogada de la albacea del testamento del ex ministro, su hermano Christian).

Que Isabel Preysler accediera a escribir el prólogo de su libro fue la mejor campaña de marketing posible, pero a decir verdad borró un poco del mapa a su autora hasta que tiempo después una demanda de plagio y 500 tweets le recordaron al mundo su incursión en la literatura práctica.

Ella justificó la inclusión de la socialité en su libro por la amistad que las unía y porque Isabel le había mostrado al mundo que era « una solucionadora de problemas nata» y la mujer más elegantemente divorciada de España: «Nunca la oí hablar mal de sus ex y ellos la ponen por las nubes», afirmó Purificación.

¿Y qué contaba Isabel Preysler en aquellas 2 páginas y media? Pues en ellas reconocía que es casi imposible separarse sin sufrir desacuerdos, que disolver el vínculo de la pareja conlleva un «desgarro interior» sea quien tome la decisión de dejarlo y que tras el adiós se impone «paliar y aminorar los conflictos» y mejorar «la calidad de la vida emocional».

En definitiva, nada del otro mundo, todo ello puro sentido común, buenas palabras sobre la utilidad de la guía y poca «chicha» para los que esperaban una confesión sobre cómo fueron sus propios divorcios. 
Pero es que esa clase de declaraciones llegarían más tarde, en las páginas de publicaciones como ¡Hola!.

Cómo fueron los divorcios de Isabel Preysler
No olvidemos que Isabel Preysler se casó jovencísima y embarazada y se divorció igual de jovencísima y con 3 hijos. La experiencia de dejar atrás su matrimonio con Julio Iglesias le resultó tan dolorosa como didáctica.
« Mi divorcio con Julio fue un acto muy doloroso, pero me hizo crecer como mujer, como madre y como persona. No fue hasta después de nuestra separación cuando comencé a conocer mundo», reconoció Isabel Preysler en una entrevista Vanity Fair.

Pero la gran suerte que ha beneficiado a Isabel Preysler en sus relaciones y sus posteriores rupturas es que ha seguido a rajatabla el consejo número uno que ofrecía el famoso libro de 2012: antes de casarte imagínate a tu pareja como tu ex, si no va a ser un buen ex, ni te lo plantees, porque por muchos papeles que firmes, un ex es para siempre.

Gracias a esa máxima y su buen hacer Isabel Preysler consiguió en 2012 lo que parecía imposible a priori para cualquier otro mortal: que Julio Iglesias, Carlos Falcó y Miguel Boyer compartieran espacio y celebración en la boda de Julio José Iglesias con Charisse Verhaert.
Para el evento el marqués hasta cedió su Palacio El Rincón, en la comida Julio Iglesias agradeció al 2º marido de su ex esposa lo bien que siempre había tratado a sus hijos y todos hicieron un hueco a Miguel Boyer, que acudió al evento haciendo un esfuerzo tras haber sufrido un ictus. 
Esta estampa de buenas voluntades sólo es posible cuando te has sabido divorciar con elegancia.

Y eso que en su 2º divorcio todo estuvo a punto de saltar por los aires. 
La aventura de Isabel Preysler y Miguel Boyer era la comidilla de la crónica social y el divorcio con el marqués tardó en llegar, pero cuando llegó no fue precisamente amable. El secreto del éxito en esta separación fue que ambos cónyuges tuvieron muy claro desde el principio cuál era su prioridad tras la separación: el bienestar de su hija en común Tamara Falcó.

«En el principio no fue muy fácil, fue una temporada un poquito difícil, pero después, pasando el tiempo, llegamos a ser buenos amigos. Es una cosa que siempre le agradecí. Teníamos que vernos, hablar, y Carlos, que era un gran señor, lo hizo muy fácil», recordó años después Isabel Preysler en el programa Lazos de sangre ofreciendo, una vez más, el buen ejemplo que siempre ha dado sobre sus divorcios: nunca ha dicho nada malo de sus ex (en público).

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