Una de las partes más complejas de una separación o divorcio es establecer una relación entre la expareja a la hora del cuidado y custodia de los niños.
Los menores son los que más suelen sufrir en estas circunstancias y es una obligación de sus progenitores el hacer lo posible porque reducir la experiencia traumática de su separación.
En ese sentido, una de las fórmulas de cuidado a los menores más positivas es la custodia compartida. En ella, los padres se dividen en tiempos similares la tutela de los menores, de manera que los niños pasen un tiempo parecido con ambos y puedan seguir haciendo vida normal con la presencia de ambos padres a la vez.
En la actualidad, la custodia compartida se da en el 17,2% de los divorcios en España. Una cifra que está muy lejos de las plataformas ciudadanas populares, que desde el año 2015 han trabajado por pedir la implantación de una ley de custodia compartida y porque esta sea efectiva y piense tanto en la protección y el bienestar de los menores como en el derecho de ambos progenitores a participar en la educación y el cuidado de su descendencia.
La principal demanda de estos colectivos, apoyados a su vez por partidos políticos como el Partido Popular, que han elevado estas peticiones al Congreso de los Diputados, es que los juzgados de familia rompan con la tendencia natural de entregar un tipo de custodia monoparental con régimen de visitas a uno de los dos progenitores, generalmente a la madre.
Estas resoluciones en 2015 eran más del 80 %, pero poco a poco la tendencia se ha ido equilibrando. Ahora son muchos más los acuerdos de divorcio que aseguran a los 2 padres el acceso a la custodia de los niños de manera compartida.
¿Pero es siempre esta la mejor opción? ¿La custodia compartida es siempre positiva para los menores sean cuales sean las circunstancias y el escenario en el que viven los hijos? La opinión de Nuria Pérez Melego, abogada especialista en derecho de familia y procesos de divorcio, es que cada caso debe tratarse de manera personalizada.
Para Pérez Melego «todo depende de las circunstancias concretas de cada familia y en concreto de cada progenitor». La letrada considera que cualquier padre debe sentirse con el derecho de que un juez evalúe su caso y pueda valorar si otorgarle la custodia del menor o menores nacidos en el matrimonio, pero que «debe ser exclusivamente el juez, a la vista de cada circunstancia y tras el estudio concreto de cada caso, quien decida la mejor opción para los menores».
Hay que entender que la custodia compartida debe ser, en todo momento, algo positivo para los menores. Son estos los que deben estar protegidos y cuidados en el proceso de divorcio y en los acuerdos posteriores y, por tanto, la decisión de otorgar o no la custodia compartida dependerá de los beneficios que esta pueda suponer a los menores.
¿Cómo obtener la custodia compartida?
Es precisamente Nuria Pérez Melego quien, en la página web del despacho que fundó en 2015, IENE Abogados, ..........
Hay que entender que lo que ofrece la abogada especialista no es un 'listado oficial' que figure en la ley o en alguna reglamentación de las comunidades autónomas, sino una serie de circunstancias que pueden ayudar a que el juez encargado del caso falle a favor de la custodia compartida.
Lo 1º que el progenitor que solicite la custodia compartida debe aportar es un informe del Ministerio Fiscal donde se posicione a favor de la custodia compartida. Es posible que esto no ocurra y el padre o madre se encuentre con el escenario contrario: un informe desfavorable que desaconseje este tipo de tutela compartida de los hijos.
A esto se suma. Generalmente, un informe del equipo técnico judicial que, tras valorar al menor, pueda ofrecer su opinión respecto a la pertinencia de este tipo de régimen de custodia por ser positiva para los hijos del matrimonio o la pareja que ha optado por finalizar su relación.
El menor, lo más importante
Sin duda, y como ya ha quedado claro, el menor o menores es el único en el que se ha de pensar a la hora de establecer la custodia compartida.
Por ello, y siempre que tenga una edad y madurez suficientes, su palabra debe ser escuchada.
En casos de hijos con 12 años o más, el juez suele escuchar a los menores en una entrevista concertada para conocer su voluntad y deseos de mantener relación y contacto constante con ambos progenitores.
Por otro lado, y en ese mismo sentido, se valorarán caso por caso circunstancias contextuales: ¿son los padres capaces de mantener una relación cordial con su expareja y con los hijos? ¿Tienen ambos el tiempo suficiente, la capacidad económica y el deseo de construir un futuro en común por el bien de sus hijos? Estas preguntas, así como la posibilidad de conciliación laboral, el lugar en el que viven o vivirán los padres tras la separación o los apoyos familiares que puedan recibir a la hora de gestionar el día a día con los menores es de vital importancia para que el juez se pronuncie a favor de la custodia compartida.
Pensar en los hijos
Los padres que solicitan la custodia compartida deben moverse por el exclusivo deseo de hacer un bien para sus hijos. No caben, en estos casos, rencillas personales con la expareja o cualquier otra motivación: este tipo de escenarios solo funcionan de manera positiva para los menores si se plantean como una oportunidad para que crezcan compartiendo su tiempo de manera positiva con ambos padres.
Y aunque cada vez es más fácil que el juzgado se pronuncie a favor de este tipo de custodia, lo cierto es que la situación es bastante más clara si se cuenta con un abogado especializado durante el proceso.
Contar con un abogado de Madrid que conozca a los jueces y los juzgados, que sepa qué tipo de pruebas o circunstancias son tenidas más en cuenta y que pueda agilizar y facilitar el proceso maximiza las posibilidades de obtener la custodia compartida.
En casos de hijos con 12 años o más, el juez suele escuchar a los menores en una entrevista concertada para conocer su voluntad y deseos de mantener relación y contacto constante con ambos progenitores.
Por otro lado, y en ese mismo sentido, se valorarán caso por caso circunstancias contextuales: ¿son los padres capaces de mantener una relación cordial con su expareja y con los hijos? ¿Tienen ambos el tiempo suficiente, la capacidad económica y el deseo de construir un futuro en común por el bien de sus hijos? Estas preguntas, así como la posibilidad de conciliación laboral, el lugar en el que viven o vivirán los padres tras la separación o los apoyos familiares que puedan recibir a la hora de gestionar el día a día con los menores es de vital importancia para que el juez se pronuncie a favor de la custodia compartida.
Pensar en los hijos
Los padres que solicitan la custodia compartida deben moverse por el exclusivo deseo de hacer un bien para sus hijos. No caben, en estos casos, rencillas personales con la expareja o cualquier otra motivación: este tipo de escenarios solo funcionan de manera positiva para los menores si se plantean como una oportunidad para que crezcan compartiendo su tiempo de manera positiva con ambos padres.
Y aunque cada vez es más fácil que el juzgado se pronuncie a favor de este tipo de custodia, lo cierto es que la situación es bastante más clara si se cuenta con un abogado especializado durante el proceso.
Contar con un abogado de Madrid que conozca a los jueces y los juzgados, que sepa qué tipo de pruebas o circunstancias son tenidas más en cuenta y que pueda agilizar y facilitar el proceso maximiza las posibilidades de obtener la custodia compartida.
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