Se encuentra en libertad con medidas cautelares y no se ha presentado denuncia contra él.
Isabel Vega & Pablo Muñoz, MADRID, 11/08/2020
El magistrado del Tribunal Constitucional Fernando Valdés se encuentra en libertad y sin medidas cautelares tras ser detenido esta madrugada por la Guardia Civil tras una acusación de violencia de género sobre su esposa, según informan a ABC en fuentes cercanas al caso.
Tras la detención, fue trasladado a dependencias de la Guardia Civil y de allí al Hospital Puerta de Hierro, habida cuenta de que presenta una enfermedad y estaba aquejado de dificultad respiratoria. Este martes ha sido puesto a disposición del Juzgado de Instrucción nº 7 de Majadahonda, especializado en Violencia de Género, cuya titular, le ha dejado en libertad sin medidas cautelares y en espera de resolución.
La decisión se ha acordado con el informe favorable de la Fiscalía atendiendo a su avanzada edad, a su estado de salud y a su perfil de riesgo frente al coronavirus, así como al hecho de que no se ha interpuesto contra él ninguna denuncia, más allá del aviso a la Guardia Civil que dieron unos jóvenes que se encontraban en las inmediaciones del domicilio familiar y que escucharon la discusión que el matrimonio, en elevado tono de voz, mantenía al aire libre en la terraza.
Por su condición de magistrado del Tribunal Constitucional, Valdés, que está aforado ante el Tribunal Supremo, sólo puede ser detenido sobre la marcha ante una situación de delito flagrante. El procedimiento habitual cuando se interesa la detención de una persona en un cargo de esta índole, es solicitar autorización previa al presidente de la institución en la que se desempeña, lo que no ha ocurrido en este caso.
No obstante, las fuentes consultadas explican que Valdés no hizo alarde en ningún momento de su condición de magistrado ni lo comunicó a los agentes que se personaron en la vivienda.
Ahora, impera su condición de aforado ante el Supremo, de manera que la juez de Violencia de Género será la quien decida si compete solicitar al tribunal superior que se haga cargo del asunto en caso de que encuentre indicios de la comisión de algún delito, que tanto él como su esposa niegan, de acuerdo a las fuentes consultadas.
El presidente del TC, a Madrid
Entretanto, el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas, ha interrumpido sus vacaciones y se ha trasladado a Madrid para ponerse al tanto de lo sucedido en una reunión vespertina en la que se abordará la situación.
Nacido en Valladolid en 1945, fue designado magistrado del Tribunal Constitucional en 2012 a propuesta del PSOE, por lo que su mandato a vencido y está pendiente de renovación. Es catedrático de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social, profesor Honorífico de la Universidad Complutense de Madrid y Honoris Causa por la Universidad de Valladolid. Lleva más de 50 años casado.
Se da la circunstancia de que es conocida su defensa en el plano jurídico de la igualdad de género y la lucha contra la violencia. Sin ir más lejos, fue uno de los firmantes de una sentencia notificada el pasado 30 de julio según la cual, los jueces de violencia de género no deben limitarse a «un mero contraste superficial» cuando estudien denuncias por estos delitos, sino acometer una instrucción «suficiente y eficaz» antes de acordar el archivo de una denuncia.
El pronunciamiento daba amparo a una mujer cuyo caso se había cerrado sin practicar más diligencias que la testifical de su marido, al que había denunciado por maltrato habitual.
También suscribió un voto particular en 2018 para mostrarse contrario a que los centros de educación diferenciada puedan tener acceso a financiación pública. En su opinión,«la educación segregada por sexo vulnera de manera frontal» la Constitución.
El magistrado del Tribunal Constitucional Fernando Valdés se encuentra en libertad y sin medidas cautelares tras ser detenido esta madrugada por la Guardia Civil tras una acusación de violencia de género sobre su esposa, según informan a ABC en fuentes cercanas al caso.
Tras la detención, fue trasladado a dependencias de la Guardia Civil y de allí al Hospital Puerta de Hierro, habida cuenta de que presenta una enfermedad y estaba aquejado de dificultad respiratoria. Este martes ha sido puesto a disposición del Juzgado de Instrucción nº 7 de Majadahonda, especializado en Violencia de Género, cuya titular, le ha dejado en libertad sin medidas cautelares y en espera de resolución.
La decisión se ha acordado con el informe favorable de la Fiscalía atendiendo a su avanzada edad, a su estado de salud y a su perfil de riesgo frente al coronavirus, así como al hecho de que no se ha interpuesto contra él ninguna denuncia, más allá del aviso a la Guardia Civil que dieron unos jóvenes que se encontraban en las inmediaciones del domicilio familiar y que escucharon la discusión que el matrimonio, en elevado tono de voz, mantenía al aire libre en la terraza.
Por su condición de magistrado del Tribunal Constitucional, Valdés, que está aforado ante el Tribunal Supremo, sólo puede ser detenido sobre la marcha ante una situación de delito flagrante. El procedimiento habitual cuando se interesa la detención de una persona en un cargo de esta índole, es solicitar autorización previa al presidente de la institución en la que se desempeña, lo que no ha ocurrido en este caso.
No obstante, las fuentes consultadas explican que Valdés no hizo alarde en ningún momento de su condición de magistrado ni lo comunicó a los agentes que se personaron en la vivienda.
Ahora, impera su condición de aforado ante el Supremo, de manera que la juez de Violencia de Género será la quien decida si compete solicitar al tribunal superior que se haga cargo del asunto en caso de que encuentre indicios de la comisión de algún delito, que tanto él como su esposa niegan, de acuerdo a las fuentes consultadas.
El presidente del TC, a Madrid
Entretanto, el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas, ha interrumpido sus vacaciones y se ha trasladado a Madrid para ponerse al tanto de lo sucedido en una reunión vespertina en la que se abordará la situación.
Nacido en Valladolid en 1945, fue designado magistrado del Tribunal Constitucional en 2012 a propuesta del PSOE, por lo que su mandato a vencido y está pendiente de renovación. Es catedrático de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social, profesor Honorífico de la Universidad Complutense de Madrid y Honoris Causa por la Universidad de Valladolid. Lleva más de 50 años casado.
Se da la circunstancia de que es conocida su defensa en el plano jurídico de la igualdad de género y la lucha contra la violencia. Sin ir más lejos, fue uno de los firmantes de una sentencia notificada el pasado 30 de julio según la cual, los jueces de violencia de género no deben limitarse a «un mero contraste superficial» cuando estudien denuncias por estos delitos, sino acometer una instrucción «suficiente y eficaz» antes de acordar el archivo de una denuncia.
El pronunciamiento daba amparo a una mujer cuyo caso se había cerrado sin practicar más diligencias que la testifical de su marido, al que había denunciado por maltrato habitual.
También suscribió un voto particular en 2018 para mostrarse contrario a que los centros de educación diferenciada puedan tener acceso a financiación pública. En su opinión,«la educación segregada por sexo vulnera de manera frontal» la Constitución.
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