By Redacción, 14 de mayo de 2019
Cuando alguien se enfrenta a problemas, del tipo que sea, suele experimentar inquietud, frustración o temor. Cada caso es distinto a otro, así como la forma en que se resuelve el inconveniente. Cualquier situación representa un reto para quien está involucrado en el asunto. Sin embargo, los problemas legales en la familia implican un desafío mayor. Sobran los motivos. Están envueltos los sentimientos, nadie está preparado para afrontar un conflicto familiar, algunos litigios terminan dañando relaciones y, sobre todo, las secuelas afectan emocionalmente a los implicados. Sin mencionar las consecuencias económicas que involucran los procesos judiciales. Pero, hay que afrontarlos.
Hay que estar informado sobre los asuntos legales
Aunque los asuntos legales que involucran el derecho familiar causan preocupación o dudas, hay que estar preparado para cuando estos surjan. En este sentido, conviene tener toda la información posible sobre el tema. Así, será más fácil hacer frente a estas cuestiones importantes, además de conocer los diferentes procesos judiciales que demandan la intervención de un abogado experto.
Nadie desea tener conflictos familiares, mucho menos enfrentar procesos jurídicos con personas cercanas, pero estos problemas ocurren. Algo que puede ayudar a quienes desean más información sobre la materia legal, es consultar un blog de abogados.
Un blog jurídico es un sitio especialmente diseñado para dar a conocer noticias jurídicas, casos de éxito, sentencias relevantes y, por supuesto, asesoría al afectado.
En todo caso, nunca está de más tener información jurídica confiable de mano de los expertos. Conocer el alcance de las acciones legales, las posibles alternativas y soluciones, la manera cómo actúa un equipo de abogados, consejos para evitar litigios y llegar a acuerdos amistosos, entre otros temas, siempre es un plus adicional, indistintamente que alguien tenga problemas familiares o no.
No solo eso. Permite a las personas conocer sus derechos, identificar las diferentes situaciones que pueden afectarles y, más importante aún, evitar posibles complicaciones legales. Tener información relacionada con derecho de familia es la clave para saber enfrentar un tema, tanto incómodo como doloroso.
En todo caso, nunca está de más tener información jurídica confiable de mano de los expertos. Conocer el alcance de las acciones legales, las posibles alternativas y soluciones, la manera cómo actúa un equipo de abogados, consejos para evitar litigios y llegar a acuerdos amistosos, entre otros temas, siempre es un plus adicional, indistintamente que alguien tenga problemas familiares o no.
No solo eso. Permite a las personas conocer sus derechos, identificar las diferentes situaciones que pueden afectarles y, más importante aún, evitar posibles complicaciones legales. Tener información relacionada con derecho de familia es la clave para saber enfrentar un tema, tanto incómodo como doloroso.
Los casos más frecuentes se detallan a continuación.
Casos que ameritan la mediación de un abogado de familia.
Los problemas familiares que terminan convirtiéndose en litigios legales son más frecuentes de lo que muchos piensan. Por muchas razones. Por más que las personas se quieran, siempre cometen errores que afectan los derechos de otros, por tan solo mencionar un ejemplo. Claro está, no significa que las acciones sean deliberadas o con intención de hacer daño.
Pero en muchas situaciones, el daño sí es inevitable, como ya se ha mencionado al principio. En otras, aunque suele haber repercusiones, se puede llegar a arreglos amistosos que beneficien a todos los implicados, siempre y cuando el profesional del Derecho sepa cómo lidiar con estos temas espinosos. Algunos de los casos más comunes relacionados con el derecho de familia son los siguientes:
Custodia compartida. Cuando una pareja decide disolver el matrimonio, surge el tema de la custodia de los hijos, si los hubiere. En el pasado, lo más común era que la madre se hiciera cargo de ellos por una razón natural. No obstante, los tiempos han cambiado. Ahora, es más frecuente solicitar la custodia compartida en los tribunales para garantizar que los hijos puedan disfrutar de ambos progenitores. Esta decisión, no solo beneficia a los hijos, sino también a los padres.
Impago de pensiones. Con la disolución del matrimonio se presentan otras situaciones. No es solo el tema de la custodia, sino también de la pensión alimenticia que debe proveer la ex pareja. Debido a la reciente crisis económica, los casos han aumentado considerablemente. La demanda se establece para obligar a la persona a realizar los pagos periódicos sin mayores consecuencias. También hay casos donde se demuestra que la persona no paga por otras razones, lo que pudiera terminar en una condena por delito de abandono.
Liquidación de gananciales. Otro tema que deben enfrentar los que optan por disolver el matrimonio, es la repartición de los bienes adquiridos durante el tiempo que dura la relación, sin importar quién de los 2 los haya adquirido o si forma parte de la comunidad de bienes gananciales. De acuerdo a la ley, dichos bienes deben ser repartidos de forma proporcional entre los cónyuges. No hacer la debida liquidación de gananciales puede ocasionar problemas mayores a futuro.
Estos son 3 de los casos más frecuentes que atienden los abogados de familia. Si bien hay otras situaciones que no son menos importantes o traumáticas, como separaciones o divorcios, herencias o infringir un régimen de visitas. Cada uno de estas medidas tienen sus implicaciones legales y por tanto, deben ser atendidas por abogados cualificados y de experiencia comprobada.
En definitiva, siempre será mejor evitar cualquier conflicto con la familia, sea por métodos conciliatorios o por medio de ayuda profesional. Pero cuando la situación es irremediable, no se llega a acuerdos, hay pruebas de violencia doméstica o incumplimiento de acuerdos, lo mejor es buscar asesoría legal para zanjar las diferencias. Los derechos están por encima de todo.
Casos que ameritan la mediación de un abogado de familia.
Los problemas familiares que terminan convirtiéndose en litigios legales son más frecuentes de lo que muchos piensan. Por muchas razones. Por más que las personas se quieran, siempre cometen errores que afectan los derechos de otros, por tan solo mencionar un ejemplo. Claro está, no significa que las acciones sean deliberadas o con intención de hacer daño.
Pero en muchas situaciones, el daño sí es inevitable, como ya se ha mencionado al principio. En otras, aunque suele haber repercusiones, se puede llegar a arreglos amistosos que beneficien a todos los implicados, siempre y cuando el profesional del Derecho sepa cómo lidiar con estos temas espinosos. Algunos de los casos más comunes relacionados con el derecho de familia son los siguientes:
Custodia compartida. Cuando una pareja decide disolver el matrimonio, surge el tema de la custodia de los hijos, si los hubiere. En el pasado, lo más común era que la madre se hiciera cargo de ellos por una razón natural. No obstante, los tiempos han cambiado. Ahora, es más frecuente solicitar la custodia compartida en los tribunales para garantizar que los hijos puedan disfrutar de ambos progenitores. Esta decisión, no solo beneficia a los hijos, sino también a los padres.
Impago de pensiones. Con la disolución del matrimonio se presentan otras situaciones. No es solo el tema de la custodia, sino también de la pensión alimenticia que debe proveer la ex pareja. Debido a la reciente crisis económica, los casos han aumentado considerablemente. La demanda se establece para obligar a la persona a realizar los pagos periódicos sin mayores consecuencias. También hay casos donde se demuestra que la persona no paga por otras razones, lo que pudiera terminar en una condena por delito de abandono.
Liquidación de gananciales. Otro tema que deben enfrentar los que optan por disolver el matrimonio, es la repartición de los bienes adquiridos durante el tiempo que dura la relación, sin importar quién de los 2 los haya adquirido o si forma parte de la comunidad de bienes gananciales. De acuerdo a la ley, dichos bienes deben ser repartidos de forma proporcional entre los cónyuges. No hacer la debida liquidación de gananciales puede ocasionar problemas mayores a futuro.
Estos son 3 de los casos más frecuentes que atienden los abogados de familia. Si bien hay otras situaciones que no son menos importantes o traumáticas, como separaciones o divorcios, herencias o infringir un régimen de visitas. Cada uno de estas medidas tienen sus implicaciones legales y por tanto, deben ser atendidas por abogados cualificados y de experiencia comprobada.
En definitiva, siempre será mejor evitar cualquier conflicto con la familia, sea por métodos conciliatorios o por medio de ayuda profesional. Pero cuando la situación es irremediable, no se llega a acuerdos, hay pruebas de violencia doméstica o incumplimiento de acuerdos, lo mejor es buscar asesoría legal para zanjar las diferencias. Los derechos están por encima de todo.
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