EFE, València, 20 feb 2018.-
La consellera de Justicia, Administraciones Públicas, Reformas Democráticas y Libertades Públicas, Gabriela Bravo, ha mostrado su apoyo a la experiencia piloto sobre coordinación de parentalidad que se ha llevado a cabo durante los últimos meses en el partido judicial de València.
La coordinación de Parentalidad es un procedimiento que, por orden de un juez de familia, sirve para ayudar a las parejas que han terminado su relación a encauzar de nuevo la situación para evitar nuevos conflictos y garantizar el bienestar de los menores implicados.La experiencia, que se inició en mayo de 2017 en un proyecto propuesto por la directora del Instituto de Medicina Legal, Elvira Garrido, ha sido evaluada este martes en el transcurso de una jornada en la Ciudad de la Justicia de València, ha informado la Generalitat.
Se trata un mecanismo muy utilizado en Estados Unidos y que en España se está desarrollando ahora en Cataluña, y la experiencia demuestra que la conflictividad entre las parejas con hijos que han roto su vínculo permanece tiempo después de la resolución judicial.
Dados los beneficios logrados con la experiencia piloto, la consellera ha anunciado que su departamento buscará "la manera de aumentar el nº de profesionales que integran los equipos psicosociales".
Ha explicado que se les asegurará "una formación especializada mediante convenios con las universidades que les permitan participar en aquellos cursos, seminarios y másteres que se centren en esta materia", y se intentará integrar también a los colegios de psicólogos de la Comunitat.
En el programa piloto que se ha llevado a cabo se ha atendido a 10 familias que presentaban un elevado nivel de conflicto y que tenían que hacer frente a numerosos litigios.
La mayoría de los niños de estas familias presentaba desajustes emocionales y en 7 de los casos, además, los menores presentaban rechazo hacia el progenitor o progenitora que no tenía la custodia.
De las familias remitidas al equipo de Coordinadores de Parentalidad, 9 tenían custodia monoparental y 1 tenía custodia compartida. De las 9 primeras, en 7 casos los hijos no mantenían contacto con 1 de los progenitores.
Tras la intervención del equipo psicosocial, ahora todos mantienen contacto con ambos aunque algunos de ellos continúan en una etapa de re-vinculación.
También se daba la circunstancia de que el 70 % de las familias no cumplía las sentencias judiciales impuestas, situación que se ha revertido, ya que tras la intervención se está cumpliendo el 100 % de las sentencias.
Además, se ha conseguido que se cumpla con las obligaciones económicas total o parcialmente en la mayoría de los casos, han destacado las mismas fuentes.
La coordinación de Parentalidad es un procedimiento que, por orden de un juez de familia, sirve para ayudar a las parejas que han terminado su relación a encauzar de nuevo la situación para evitar nuevos conflictos y garantizar el bienestar de los menores implicados.La experiencia, que se inició en mayo de 2017 en un proyecto propuesto por la directora del Instituto de Medicina Legal, Elvira Garrido, ha sido evaluada este martes en el transcurso de una jornada en la Ciudad de la Justicia de València, ha informado la Generalitat.
Se trata un mecanismo muy utilizado en Estados Unidos y que en España se está desarrollando ahora en Cataluña, y la experiencia demuestra que la conflictividad entre las parejas con hijos que han roto su vínculo permanece tiempo después de la resolución judicial.
Dados los beneficios logrados con la experiencia piloto, la consellera ha anunciado que su departamento buscará "la manera de aumentar el nº de profesionales que integran los equipos psicosociales".
Ha explicado que se les asegurará "una formación especializada mediante convenios con las universidades que les permitan participar en aquellos cursos, seminarios y másteres que se centren en esta materia", y se intentará integrar también a los colegios de psicólogos de la Comunitat.
En el programa piloto que se ha llevado a cabo se ha atendido a 10 familias que presentaban un elevado nivel de conflicto y que tenían que hacer frente a numerosos litigios.
La mayoría de los niños de estas familias presentaba desajustes emocionales y en 7 de los casos, además, los menores presentaban rechazo hacia el progenitor o progenitora que no tenía la custodia.
De las familias remitidas al equipo de Coordinadores de Parentalidad, 9 tenían custodia monoparental y 1 tenía custodia compartida. De las 9 primeras, en 7 casos los hijos no mantenían contacto con 1 de los progenitores.
Tras la intervención del equipo psicosocial, ahora todos mantienen contacto con ambos aunque algunos de ellos continúan en una etapa de re-vinculación.
También se daba la circunstancia de que el 70 % de las familias no cumplía las sentencias judiciales impuestas, situación que se ha revertido, ya que tras la intervención se está cumpliendo el 100 % de las sentencias.
Además, se ha conseguido que se cumpla con las obligaciones económicas total o parcialmente en la mayoría de los casos, han destacado las mismas fuentes.
Nota: ¿Para que sirven los actuales Centros de Atención a la Familia o las Escuelas de Padres? Hay que colocar a los Psicologos.... a pesar del problema de los actuales equipos psicosociales y no se quiere corregir los errores de la actual normativa sobre el divorcio en España.
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