La medida se mantendrá hasta enero de 2015,
cuando la pareja alternará semanalmente el uso de la vivienda familiar
Hasta ahora las niñas estaban con la madre en el domicilio conyugal
Y. H.
Granada
| 04.08.2014
No es
lo habitual. Una pareja de Granada que rompió su relación hace 2 años
ha llegado a un acuerdo por el que compartirán la custodia de sus 2
hijas menores pese a que el padre se encuentra residiendo en casa de los
abuelos de las crías. Esta medida se mantendrá hasta enero de 2015,
cuando la pareja alternará semanalmente el uso de la vivienda familiar,
en la que se quedaron la madre y las niñas, de 8 y 12 años, tras la
desunión. El progenitor, de este modo, podrá dejar de pagar la pensión
alimenticia a sus descendientes.
La abogada de este granadino es Carmen Manzano, una letrada de la capital que lleva temas de Familia. A su juicio, esta sentencia "es excepcional" y puede abrir la puerta a otros padres que se encuentren en la misma situación.
El proceso judicial se ha seguido en el Juzgado de Primera Instancia nº 16 de Granada -uno de los órganos dedicados a asuntos de Familia- y la abogada había solicitado concretamente 3 medidas: la custodia compartida de las 2 menores, la atribución del domicilio familiar (que la madre viene ocupando desde la ruptura) y la extinción del pago de la pensión de alimentos.
La abogada resaltó la importancia que ha tenido en este caso el Informe Psicosocial al que se sometieron las menores y los progenitores, "que es necesario e imprescindible en estos asuntos", explicó. Dicho informe "fue favorable a esta parte" en tanto que se mostró a favor de que las niñas convivieran parte del tiempo con su padre pese a "que no disponía de vivienda propia" y a "que su situación económica era muy mala".
La letrada puso de relieve que éste es "un caso atípico y excepcional", porque "lo primero es que padres que estén en esta situación ni siquiera pensarán en solicitar la custodia compartida".
En cuanto al domicilio familiar, Manzano explicó que la vivienda es propiedad privativa de su cliente, "quien asume el pago de la hipoteca", y se le ha dado un plazo a la madre para que se traslade a una vivienda de su propiedad, que actualmente está alquilada. Ese plazo concluye en diciembre de este año y, "en caso contrario, mi cliente ocupará la vivienda familiar, el 1 de enero de 2015, de manera alternativa con la madre".
El acuerdo entre ambas partes contó con el respaldo del Ministerio Fiscal y quedó plasmado en una sentencia facilitada a este diario. La resolución, que puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial de Granada, fue dictada el pasado 10 de julio y estima la demanda de modificación de medidas que presentó en su día el padre.
El documento refleja que "los progenitores están de acuerdo en fijar una guarda y custodia compartida de sus hijas que será semanal, de viernes a viernes, con recogida del centro escolar y en período no lectivo en el domicilio donde las niñas residan". Así, "las hijas pasarán a residir en la que ha sido vivienda familiar con la madre hasta el 31 de diciembre de 2014 y el padre convivirá con las hijas en su período de guarda y custodia en la vivienda de sus propios padres". Luego, a partir del 1 de enero, será cuando los progenitores se alternen.
Para la letrada del progenitor, esta sentencia es "ejemplarizante", ya que puede servir a muchos padres que pueden estar en una situación similar y no se atreven a dar el paso "pese a que sus hijos quieran estar con ellos".
En opinión de Carmen Manzano, "debería de lucharse mucho más, puesto que con la custodia compartida se evitarían muchos conflictos entre los progenitores, en perjuicio siempre de los menores, siendo muy alentadora esta sentencia".
La abogada de este granadino es Carmen Manzano, una letrada de la capital que lleva temas de Familia. A su juicio, esta sentencia "es excepcional" y puede abrir la puerta a otros padres que se encuentren en la misma situación.
El proceso judicial se ha seguido en el Juzgado de Primera Instancia nº 16 de Granada -uno de los órganos dedicados a asuntos de Familia- y la abogada había solicitado concretamente 3 medidas: la custodia compartida de las 2 menores, la atribución del domicilio familiar (que la madre viene ocupando desde la ruptura) y la extinción del pago de la pensión de alimentos.
La abogada resaltó la importancia que ha tenido en este caso el Informe Psicosocial al que se sometieron las menores y los progenitores, "que es necesario e imprescindible en estos asuntos", explicó. Dicho informe "fue favorable a esta parte" en tanto que se mostró a favor de que las niñas convivieran parte del tiempo con su padre pese a "que no disponía de vivienda propia" y a "que su situación económica era muy mala".
La letrada puso de relieve que éste es "un caso atípico y excepcional", porque "lo primero es que padres que estén en esta situación ni siquiera pensarán en solicitar la custodia compartida".
En cuanto al domicilio familiar, Manzano explicó que la vivienda es propiedad privativa de su cliente, "quien asume el pago de la hipoteca", y se le ha dado un plazo a la madre para que se traslade a una vivienda de su propiedad, que actualmente está alquilada. Ese plazo concluye en diciembre de este año y, "en caso contrario, mi cliente ocupará la vivienda familiar, el 1 de enero de 2015, de manera alternativa con la madre".
El acuerdo entre ambas partes contó con el respaldo del Ministerio Fiscal y quedó plasmado en una sentencia facilitada a este diario. La resolución, que puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial de Granada, fue dictada el pasado 10 de julio y estima la demanda de modificación de medidas que presentó en su día el padre.
El documento refleja que "los progenitores están de acuerdo en fijar una guarda y custodia compartida de sus hijas que será semanal, de viernes a viernes, con recogida del centro escolar y en período no lectivo en el domicilio donde las niñas residan". Así, "las hijas pasarán a residir en la que ha sido vivienda familiar con la madre hasta el 31 de diciembre de 2014 y el padre convivirá con las hijas en su período de guarda y custodia en la vivienda de sus propios padres". Luego, a partir del 1 de enero, será cuando los progenitores se alternen.
Para la letrada del progenitor, esta sentencia es "ejemplarizante", ya que puede servir a muchos padres que pueden estar en una situación similar y no se atreven a dar el paso "pese a que sus hijos quieran estar con ellos".
En opinión de Carmen Manzano, "debería de lucharse mucho más, puesto que con la custodia compartida se evitarían muchos conflictos entre los progenitores, en perjuicio siempre de los menores, siendo muy alentadora esta sentencia".
Por eso, animó a aquellos padres que se encuentren en la misma
situación "a luchar por sus hijos y por sus viviendas", y abogó "por
cambiar la mentalidad y salir de una vez por todas de una practica
jurídica anticuada y obsoleta".
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