martes, 25 de agosto de 2009

El mal uso de la Ley Integral de Violencia contra la Mujer

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En un 48% de los casos, las denuncias no pudieron demostrarse (absolutorias)
El mal uso de la Ley Integral contra la Violencia de Género
Las denuncias falsas, el mayor enemigo de una norma que protege a la mujer


María Fresno.Santa Cruz de Tenerife.24.08.09
Durante el 1º trimestre de este año fueron enjuiciadas en los juzgados de lo penal por casos relacionados con la violencia sobre la mujer 9.082 personas (8.717 hombres y 365 mujeres).
En un 48% de los casos, las denuncias no pudieron demostrarse (absolutorias).

Según datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), la violencia doméstica padecida por hombres va en aumento (creció un 9,5% en 2008).
De hecho, un 24% de las víctimas de este tipo de violencia el año pasado fueron hombres.

En este contexto, al lado del maltrato psicológico, y en menor medida del físico, las denuncias falsas son uno de los maltratos más habituales padecidos por el hombre en los últimos 2 años.
La defensa del hombre maltratado no sólo es antisocial en un momento en el que mueren casi a diario mujeres a manos de sus parejas, sino una actividad legal de máxima complejidad jurídica.

El despacho Patón&Asociados lleva más de 30 años especializado en derecho de familia y, en la actualidad, es el único de España que defiende abiertamente y sin tapujos a hombres maltratados.
Su directora y fundadora, Mercedes Patón, lo tiene claro.
La Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género "no funciona".
Y no funciona no sólo porque "no mueren menos mujeres a manos de sus parejas sino porque además ha abierto una puerta que es la de la denuncia falsa".

En su opinión, y a la vista de los casos que llegan a su despacho de todo el territorio español, puesto que trabajan con abogados de varias comunidades autónomas, incluida Canarias, "muchas mujeres están usando impunemente esta Ley lo que está provocando una terrible desigualdad e injusticia jurídica".

Es indudable que la Ley nace en un momento difícil, donde el nº de mujeres muertas era trágico, pero 4 años después "no sólo no ha descendido el nº de mujeres asesinadas, sino que está apareciendo un nuevo problema que son las denuncias falsas".
Para Patón "el hombre que va a matar a su mujer o el que le pega no se detiene porque haya una Ley que lo impida. Ese desalmado tiene un objetivo y no se va a coartar porque se amplíen las penas. Hay que atajar la violencia contra la mujer desde otro punto de vista", aseguró.

Desde hace un par de años, "nos llegan al despacho casos que antes no veíamos", prosigue Patón, "la mayor parte de ellos relacionados con denuncias para conseguir una casa, la pensión, los niños...Y es que la mujer se ve ahora arropada por la Ley".
Mercedes Patón va más allá e incluso asegura que se trata de una "cuestión práctica".
Y explica:
"Un divorcio normal, sin muchas complicaciones, por la vía de lo contencioso puede tardar unos 6 o 7 meses. Mientras tanto, la pareja tiene que convivir con la presión que supone una separación. Pero si la mujer denuncia a su pareja por malos tratos, él duerme esa noche en los calabozos y al día siguiente se celebra el juicio en el que se interponen unas medidas civiles entre las que, por lo pronto, él se tiene que ir del domicilio conyugal, y si hay hijos, éstos se quedan con su madre. 7 meses por un lado, y 1 día por otro, es para pensarselo ¿no?".
"Y lo peor de todo", señala, "es que hay abogados que lo recomiendan".

Por desgracia, casos como éstos van en aumento.
Por eso es tan importante, según afirma Patón, "buscar cuanto antes una solución".
"Cuando el Gobierno habla de denuncias falsa", afirma, "las cifra en un 0,4% y añade que es un porcentaje muy bajo, pero es que una cosa es la denuncia falsa, y otra que la causa se archive porque no se ha podido demostrar".

Patón asegura que es muy bajo el porcentaje de denuncias que se demuestran que son falsas porque "son muy difíciles de demostrar. Hay que atestiguar que esa persona se inventó a conciencia la denuncia y para ello hay que tener pruebas".
Sin embargo, cada vez es más alto, casi equiparado con las condenas, "el nº de denuncias que se archivan porque no hay pruebas".

Una casa a mitad de precio.
Mercedes Patón cuenta un caso que en estos momentos lleva su despacho de una pareja, sin hijos, que vivía en un piso de alquiler.
"La chica estaba desesperada por comprarse una casa y, aunque él no quería, lo convence y finalmente se la compran. Pues a las 3 semanas, ella le pone una denuncia (falsa) por malos tratos y él está en estos momentos pagando la mitad de la hipoteca sin vivir en su casa y al tiempo pagándose el alquiler de la casa donde vive.
Ahora tratamos de demostrar que la denuncia es falsa y mientras tanto, como ella no quiere vender, estamos pensando en que él alquile su parte de la casa, porque aunque el no puede pisar la vivienda sí puede disponer de su parte, o sea la mitad".

Algunos ’casos’
José Antonio pasó 11 meses en la cárcel por 8 denuncias falsas de maltrato de su ex pareja que incluso lo llegó a denunciar cuando el hombre se encontraba en la cárcel.
Hace unos meses, después de un dura batalla legal, que comenzó en diciembre de 2005, el Juzgado de Violencia Doméstica de Sevilla ha archivado el caso, alegando que las lesiones denunciadas no las pudo cometer el acusado, incluso, llega a decir que se las puso causar ella misma con un "cúter".

El caso de Martí también provocó gran expectación entre los medios de comunicación.
El hombre fue detenido y esposado en presencia de uno de sus hijos cuando iban a comenzar las vacaciones de Semana Santa en marzo de 2007.
Pasó 4 meses en la cárcel acusado de abusar sexualmente de los menores (de 6 y 2 años).
En enero de 2008 la Audiencia de Barcelona estimó que no había pruebas contra él y, es más, alegó que las declaraciones de los menores que sirvieron para encarcelar al padre fueron inducidas por la madre y la abuela materna.
Afirmación que estaba avalada por los psicólogos que trataron a los 2 niños menores.
El Código Penal castiga el abuso sexual con penas que van hasta los diez años.

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