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TRIBUNALES
La Audiencia obliga a cumplir todas las órdenes de alejamiento.
Los magistrados cambian el criterio y empiezan a condenar a maltratadores por volver con sus víctimas aunque ellas lo consientan.
JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ.
Las órdenes de alejamiento para los casos de malos tratos tendrán que cumplirse siempre, aunque la víctima quiera volver a vivir con su agresor, según una sentencia de la Audiencia Provincial a la que ha tenido acceso este diario.
Con esta resolución, se fija un nuevo criterio y que viene a poner orden ante un cúmulo de resoluciones contradictorias que tenían desorientadas a las Fuerzas de Seguridad.
Esta decisión es consecuencia de un acuerdo plenario reciente del Tribunal Supremo con el que se pretende zanjar todas las dudas que puedan existir con las órdenes de alejamiento.
La sentencia va a ser remitida a policías locales, comisarías y a la Guardia Civil para que los agentes sepan que cuando se encuentren con una pareja que sigue conviviendo pese a tener una orden de alejamiento deben proceder a la detención de la persona que la esté incumpliendo.
El criterio se ha empezado a aplicar tras un episodio de violencia doméstica en Elche, en el que una pareja separada y con una orden de alejamiento había quedado en un bar para discutir sobre el régimen de visitas del hijo que tenían en común.
El hombre llegó a decir a la mujer que si no le dejaba a la niña la iba a cortar el cuello.
El hombre alegaba que acudió a la cita pese a la orden de alejamiento, porque ella fue quien le llamó.
Con los criterios que se aplicaban hasta ahora el hombre podría haber sido absuelto del delito de quebrantamiento de condena, pero ahora se le ha podido condenar.
La víctima negaba el hecho de haber accedido a reunirse con él voluntariamente.
La sentencia no entra a valorar qué testimonio es más verdadero de los 2, sino que aprovecha para hacerse eso de la nueva doctrina del Tribunal Supremo para recalcar que las órdenes de alejamiento tienen que cumplirse todas.
El quebrantamiento de condena puede suponer una pena de cárcel de entre 6 meses y 1 año. Fuentes judiciales explicaron que al existir una condena anterior por un caso de malos tratos, el acusado tendría que ingresar en prisión si incumple la medida.
La confusión con la aplicación de las órdenes de alejamiento arranca tras varias sentencias del Tribunal Supremo desde el año 2005 algunas de ellas contradictorias.
Al principio, la doctrina era que la orden de alejamiento dejaba de estar vigente cuando la pareja de mutuo acuerdo decidía volver a reanudar la convivencia.
2 años después, otra sentencia contribuía a elevar el desconcierto al resolver que cuando la orden de alejamiento había sido impuesta por sentencia firme debía cumplirse de manera obligatoria.
Esto dejaba fuera a todas las órdenes de alejamiento que se concedían como medida cautelar, es decir, las que pone el juez nada más presentar la víctima la denuncia y que están vigentes a que se celebraba el juicio.
"Se trata de cuestiones sobre las que se ponen centenares de sentencias en España cada día.
El problema es que sobre esto mismo el Supremo tan sólo ha puesto 2 sentencias y las 2 son contradictorias", explicaban a este diario fuentes judiciales.
La situación ha cambiado tras un acuerdo plenario del pasado 25 de noviembre del Tribunal Supremo que obliga a que se tenga que cumplir la medida de protección.
Para el presidente de la Audiencia, Vicente Magro, la doctrina del Supremo "antepone a cualquier cosa la seguridad de las víctimas y dice que la orden de alejamiento se tiene que cumplir aunque ellas no quieran".
"El Estado debe cubrir a la perfección con medidas de seguridad y penas la posibilidad de que el condenado pueda acercarse a sus víctimas a las que previamente ha causado un hecho previo de violencia de género y este peligro que existe de reincidencia es el que motiva la indisponibilidad de la medida cautelar", asegura la resolución de la Audiencia Provincial.
Para aclarar dudas y evitar confusiones, la Audiencia va a notificar a todas las fuerzas de seguridad (Policía Local y Nacional y Guardia Civil) para que tengan presente que aunque la víctima quiera volver la orden de alejamiento se debe cumplir.
El 20% de las denunciantes vuelve con sus agresores.
Hasta un 20% de las mujeres que denuncian malos tratos vuelven a reanudar la convivencia con sus agresores, según un estudio de Consejo General del Poder Judicial.
El dato es significativo puesto que 3 de cada mujeres que mueren a manos de sus parejas conviven con ellos en el momento del crimen.
Por este motivo, en todos los cursos de asesoramiento a víctimas que hace la Audiencia siempre se pone el énfasis en la necesidad de que éstas no reanuden la convivencia mientras se mantenga la situación de maltrato.
Es habitual el hecho de que estas víctimas pretendan retirar las denuncias y se niegan a declarar en el juicio.
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