Elena Omedes,15.09.2024
La violencia de género es el 3º delito con mayor reincidencia en España: el 40% vuelve a maltratar.
A Yaneli, de 31 años, la mató su pareja a cuchilladas en la madrugada del 12 de septiembre. Lorena, con 46 años y 2 hijos, fue asesinada el 2 de septiembre en Castellón por su novio, que acumulaba ya 3 sentencias por maltrato y el cual había llegado a tener una orden de alejamiento que decayó en febrero de 2023. Ella ya había sufrido violencia de género de una relación anterior. Antes fueron Amparo (58 años), Mari Àngels (66), Pilar (61), Mónica (48) y Margarita (36). Mujeres que se suman a la lista negra de feminicidios que anota en lo que llevamos de año 35 víctimas mortales de la violencia de género; 1.279 desde que comenzaron a contabilizarse en las estadísticas oficiales en 2003.
Los casos revelan que hay todavía demasiadas ocasiones en las que el sistema falló a la hora de proteger a esas mujeres. Bien porque habían denunciado, bien porque el agresor era reincidente, bien porque no se valoró adecuadamente el riesgo o porque no se tenía constancia de la situación de violencia a la hora de conceder una custodia compartida o un régimen de visitas de los hijos. Hay brechas en la red de protección a las víctimas de violencias machistas que complican todavía más la lucha contra estos crímenes.
La violencia de género es el 3º delito con mayor reincidencia en España: el 40% vuelve a maltratar.
A Yaneli, de 31 años, la mató su pareja a cuchilladas en la madrugada del 12 de septiembre. Lorena, con 46 años y 2 hijos, fue asesinada el 2 de septiembre en Castellón por su novio, que acumulaba ya 3 sentencias por maltrato y el cual había llegado a tener una orden de alejamiento que decayó en febrero de 2023. Ella ya había sufrido violencia de género de una relación anterior. Antes fueron Amparo (58 años), Mari Àngels (66), Pilar (61), Mónica (48) y Margarita (36). Mujeres que se suman a la lista negra de feminicidios que anota en lo que llevamos de año 35 víctimas mortales de la violencia de género; 1.279 desde que comenzaron a contabilizarse en las estadísticas oficiales en 2003.
Los casos revelan que hay todavía demasiadas ocasiones en las que el sistema falló a la hora de proteger a esas mujeres. Bien porque habían denunciado, bien porque el agresor era reincidente, bien porque no se valoró adecuadamente el riesgo o porque no se tenía constancia de la situación de violencia a la hora de conceder una custodia compartida o un régimen de visitas de los hijos. Hay brechas en la red de protección a las víctimas de violencias machistas que complican todavía más la lucha contra estos crímenes.
De los 59 hombres que asesinaron a sus parejas o exparejas en 2023, el 11,8% (7) tenía antecedentes por violencia de género con otras parejas, según apunta la Fiscalía en su última memoria. Otros 2 habían sido denunciados por maltratar a sus madres y 1 tenía antecedentes por agresiones sexuales. De las víctimas, 4 ya habían sufrido violencia de parejas anteriores. ¿Qué sucede, entonces, para que el sistema no sea capaz de vigilar a esos casos que ya están en el radar?
Un 40% de reincidencia
Miguel Lorente, forense y delegado del Gobierno para la Violencia de Género entre 2008 y 2011, recuerda que la violencia de género es el 3º delito donde más reincidencia hay, en torno a un 41%, solo después del robo o hurto y los de tráfico. Según defiende, en este caso las medidas más efectivas suelen ser las de reinserción de esos agresores. "Hay estudios que indican que la reincidencia de quienes pasan por esa reeducación baja al 5% los 5 primeros años y al 11% los 10 primeros años", cuenta a 20minutos.
En cuanto a las mujeres revictimizadas, otro asunto crucial que defiende el forense es la necesidad de asegurar que no solo han resuelto su situación desde el ámbito jurídico, sino también desde el psicológico.
"Es muy importante tratar a las mujeres de las lesiones del problema de salud que la violencia de género les ha producido, cosa que no estamos haciendo", defiende.
El ex delegado del Gobierno aboga también por implantar mecanismos como los que ya utilizan en EE.UU. para registrar a los pederastas. "Es el tema de las famosas listas. Tienen distintos niveles de alerta. Si un policía sabe que un hombre es un maltratador reincidente, puede hacer un seguimiento discontinuo de su vida.
El ex delegado del Gobierno aboga también por implantar mecanismos como los que ya utilizan en EE.UU. para registrar a los pederastas. "Es el tema de las famosas listas. Tienen distintos niveles de alerta. Si un policía sabe que un hombre es un maltratador reincidente, puede hacer un seguimiento discontinuo de su vida.
Puede contactar incluso con los entornos de él y de ella y, según el nivel de riesgo de reincidencia, seguir estrechando esa vigilancia", subraya.
Hay algunas medidas que se han ido impulsando para paliar con esa laguna. Desde hace poco más de 1 año, la Policía puede alertar a las víctimas de que su agresor es reincidente, pero ese aviso solo se hace en los casos considerados de riesgo medio o alto. La Fiscalía propone lo contrario que los antecedentes sean un factor de riesgo. El problema, incide Lorente, es que el mecanismo activado por el Ministerio del Interior para advertir a las víctimas solo funciona si han denunciado previamente. Algo que pierde efectividad, teniendo en cuenta que en torno al 80% de las asesinadas no había denunciado.
Hay algunas medidas que se han ido impulsando para paliar con esa laguna. Desde hace poco más de 1 año, la Policía puede alertar a las víctimas de que su agresor es reincidente, pero ese aviso solo se hace en los casos considerados de riesgo medio o alto. La Fiscalía propone lo contrario que los antecedentes sean un factor de riesgo. El problema, incide Lorente, es que el mecanismo activado por el Ministerio del Interior para advertir a las víctimas solo funciona si han denunciado previamente. Algo que pierde efectividad, teniendo en cuenta que en torno al 80% de las asesinadas no había denunciado.
Fallos en la valoración del riesgo
La Fiscalía habla en su informe de un "mal endémico" extendido en todas las comunidades autónomas en torno a las Unidades de Valoración Forense Integral (UVFI). Son equipos multidisciplinares (de médicos, psicólogos y trabajadores sociales) que evalúan tanto a la víctima, como al agresor y el entorno para que el juez determine el nivel de riesgo y las medidas que se tienen que desplegar en consecuencia. Sin embargo, los fiscales sostienen que el panorama es "desolador" y denuncian una "escasa dotación de personal" que acaba repercutiendo en su labor y "reduciendo su intervención a los supuestos de mayor gravedad, fundamentalmente en casos de maltrato habitual, y prescindiendo de ellos por ser los tiempos de espera intolerables".
Aunque el problema, según Lorente, se encuentra más bien en la valoración del riesgo que hace la Policía, que es quien se encarga de este asunto en la mayoría de ocasiones. 1ª, porque no son equipos especializados; y, 2º, porque en esos casos la valoración del riesgo se basa en el testimonio de la mujer, "que normalmente minimiza el riesgo". Así lo evidencia también la Macroencuesta de Violencia de Género, que apunta que un 44% de las mujeres no denuncia porque no cree que el maltrato sufrido sea lo suficientemente grave.
Más dificultades en localidades pequeñas
En su momento se recordó a los fiscales la necesidad de valorar el quebrantamiento de penas o de medidas cautelares como un factor de riesgo para adoptar medidas más graves o instalar dispositivos de control telemático, como las tobilleras o las pulseras. Medidas que, sin embargo, son más complicadas de asegurar en las pequeñas localidades.
El informe advierte de las "dificultades" de guardar la distancia de 500 metros en localidades más pequeñas, y alude a la "deficiente cobertura" de las zonas rurales y al tiempo que tardan en trasladarse los técnicos del Centro COMETA al lugar de los hechos.
Una alarma para las custodias compartidas
El 45% de las asesinadas el año pasado tenía hijos menores de edad.
Los feminicidios de este 2024 han sacado a relucir otras lagunas en el sistema de protección en casos de custodias compartidas con sus agresores, que al final acaban desembocando en violencia vicaria. 2024 es, de hecho, el peor año desde que se tienen registros: 10 niños asesinados por el maltratador con el objetivo de hacer el mayor daño posible a la madre; 63 desde 2013.
Los fiscales llevan tiempo pidiendo una mayor coordinación entre las secciones de familia y las de violencia de género para "evitar decisiones contradictorias" y conocer los antecedentes de violencia machista en todos los procedimientos, algo que se complica todavía más en los mutuos acuerdos. La Memoria de 2023 expresa la "preocupación" por la "resistencia" de algunos jueces a suspender el régimen de visitas, priorizando la relación paternofilial incluso en casos de violencia; y alerta de un aumento de casos de violencia machista en los lugares de entrega de los menores acordados cuando las relaciones entre los padres son tensas o hay una alta conflictividad.
Para Lorente, esa descoordinación puede solucionarse estableciendo que los juzgados hagan una serie de "preguntas rutinarias" para saber si existe otro procedimiento activo. Defiende también la utilidad que supondría disponer de una base de datos en la que se puedan cruzar los datos, algo que igualmente apoya la Fiscalía en su informe, donde proponen crear "alguna herramienta informática que permitiera advertir, como si de una alarma se tratara, sobre la existencia de tales antecedentes".
Los fiscales llevan tiempo pidiendo una mayor coordinación entre las secciones de familia y las de violencia de género para "evitar decisiones contradictorias" y conocer los antecedentes de violencia machista en todos los procedimientos, algo que se complica todavía más en los mutuos acuerdos. La Memoria de 2023 expresa la "preocupación" por la "resistencia" de algunos jueces a suspender el régimen de visitas, priorizando la relación paternofilial incluso en casos de violencia; y alerta de un aumento de casos de violencia machista en los lugares de entrega de los menores acordados cuando las relaciones entre los padres son tensas o hay una alta conflictividad.
Para Lorente, esa descoordinación puede solucionarse estableciendo que los juzgados hagan una serie de "preguntas rutinarias" para saber si existe otro procedimiento activo. Defiende también la utilidad que supondría disponer de una base de datos en la que se puedan cruzar los datos, algo que igualmente apoya la Fiscalía en su informe, donde proponen crear "alguna herramienta informática que permitiera advertir, como si de una alarma se tratara, sobre la existencia de tales antecedentes".
No declarar: un derecho que se vuelve en su contra
En 2023, 19.500 mujeres se acogieron a la dispensa de no declarar contra su agresor. Esto es, el 10% de las víctimas de violencia de género. Las distintas fiscalías dicen que es el principal motivo de sobreseimiento de la causa o de la absolución y expresan la "paradoja" de un derecho que está dejando desprotegidas a las mujeres y que en muchos casos "puede volverse en su contra".
"Es absurdo que una ley del siglo XIX se esté usando para desproteger a unas mujeres que sabemos que se niegan a declarar por medios, presiones, inseguridad y confusión", denuncia el ex delegado del Gobierno.
"Es una ley que está contemplada para que tú no seas la víctima y no tengas que declarar contra tu marido cuando ha sido autor de un delito en el que tú no eres parte. Pero en este caso sí que eres parte de ese delito, y además te ves afectada por él. Es una barbaridad. En cualquier otro crimen esto estaría totalmente modificado, pero como estamos hablando de mujeres maltratadas y asesinadas… pues no se ha modificado todavía", añade.
"Es una ley que está contemplada para que tú no seas la víctima y no tengas que declarar contra tu marido cuando ha sido autor de un delito en el que tú no eres parte. Pero en este caso sí que eres parte de ese delito, y además te ves afectada por él. Es una barbaridad. En cualquier otro crimen esto estaría totalmente modificado, pero como estamos hablando de mujeres maltratadas y asesinadas… pues no se ha modificado todavía", añade.
Intentos de feminicidios
Hay otro aspecto interesante que señala la Fiscalía en su última memoria: los asesinatos que estuvieron a punto de cometerse, pero que al final la víctima consiguió salvarse la vida. Según datos del año pasado, de 66 hechos graves, 45 podrían ser constitutivos de feminicidios de violencia de género "intentados".
En 1 de cada 4 la víctima había denunciado y en el 20% de los casos el agresor tenía antecedentes.
"Ahí ya no estamos hablando de un historial de violencia. Es cuando se produce una situación cercana a la muerte o cuando, de no haber intervenido, o haber ocurrido alguna circunstancia, ese riesgo también habría existido", detalla Lorente, que pone como ejemplo el caso de Otero (Toledo), donde este agosto un hombre mató a su hijastra de 17 años e hirió de gravedad a su mujer, de 36, tras dispararles con un arma de fuego.
"Ahí ya no estamos hablando de un historial de violencia. Es cuando se produce una situación cercana a la muerte o cuando, de no haber intervenido, o haber ocurrido alguna circunstancia, ese riesgo también habría existido", detalla Lorente, que pone como ejemplo el caso de Otero (Toledo), donde este agosto un hombre mató a su hijastra de 17 años e hirió de gravedad a su mujer, de 36, tras dispararles con un arma de fuego.
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