sábado, 3 de febrero de 2024

Herencia sin testamento en 2024: así se haría el reparto

Redacción, 02/02/2024 
¿Qué pasa con la herencia sin testamento en 2024? 
Las cosas han cambiado. Cuando un ser querido fallece, la distribución de su herencia se convierte en un proceso crucial, especialmente si no ha dejado ningún documento. 
En España, la legislación establece procedimientos específicos para el reparto de herencias sin testamento, basados en el Código Civil y las leyes hereditarias.
El testamento en España
El testamento es un documento legal que permite distribuir los bienes de una persona según sus deseos, pero también debe ajustarse a las normativas del Código Civil. Sin embargo, cuando no hay testamento, el Estado interviene para adjudicar la herencia conforme a un orden legal establecido.
La herencia se divide en 3/3 tercios pero sin testamento, queda en 2/3
Son la herencia legítima, la mejora y la libre disposición
En una herencia sin testamento, el tercio de libre disposición queda eliminado, y la distribución se hace según los 2/3 restantes.

El tercio de la legítima: Este tercio se reparte equitativamente entre los herederos legítimos, que generalmente incluyen al cónyuge y los hijos o descendientes del fallecido. Sin un testamento, esta división se hace automáticamente a partes iguales.
El tercio de mejora: Este tercio permite mejorar la parte que recibirán algunos de los herederos legítimos. 
Sin embargo, en ausencia de un testamento, su distribución también se ve afectada, ya que no hay indicaciones específicas del fallecido sobre cómo asignarlo

El orden de sucesión sin testamento sigue una jerarquía clara:
1º Grupo: Hijos y nietos (si los padres han fallecido).
2º Grupo: Padres y abuelos (si no hay hijos).
3º Grupo: El cónyuge, que hereda solo si no existen herederos de los grupos
                anteriores.
4º Grupo: Hermanos, sobrinos y otros parientes colaterales.

Reclamar una herencia sin testamento en 2024
El proceso para reclamar una herencia sin testamento comienza con la identificación y valoración de los bienes del difunto. 
Esto incluye propiedades inmuebles, cuentas bancarias, acciones, vehículos y joyas. 
Esta etapa es esencial para determinar qué se heredará y cómo se dividirá.
En la sucesión sin testamento, se debe establecer quiénes son los herederos legales y su relación de parentesco con el fallecido. Documentos como certificados de matrimonio, de nacimiento y libros de familia son fundamentales en este proceso. 

Generalmente, los hijos y el cónyuge tienen preferencia.
Una vez identificados los herederos, se solicita una declaración de herederos
Este documento legal establece quiénes tienen derecho legal sobre los bienes. 
La asistencia de un notario o abogado es aconsejable en este paso.

El siguiente paso es la aceptación y adjudicación de la herencia. Es importante destacar que al aceptar una herencia también se asumen las obligaciones fiscales y deudas del difunto, así como los impuestos de sucesión correspondientes. 
Existe la opción de renunciar a la herencia o aceptarla a beneficio de inventario, lo que implica aceptar la herencia solo si los activos superan las deudas.

Este proceso puede ser complejo y a veces, duro. 
En 2024, como en años anteriores, la clave para una gestión eficiente de una herencia sin testamento reside en entender las leyes y seguir los pasos legales establecidos. Buscar asesoramiento profesional puede ser invaluable para navegar este proceso con claridad y asegurar un reparto justo y conforme a la ley.

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