jueves, 15 de junio de 2023

¿Que son los Regalos Envenenados?

Ana Belén Medialdea, psicóloga: 
"Hay una técnica para que no te afecten los comentarios destructivos "
Mª Fernández de Córdova, 14/06/2023 
Con papel de celofán y lazo, existen comentarios de otras personas que son en realidad insultos, desvalorizaciones, opiniones destructivas... 
¿Qué hay que hacer con un regalo envenenado? Según la psicóloga Ana Belén Medialdea, no abrirlo.
Técnica de la psicóloga Ana Belén Medialdea para protegerte de regalos envenenados: desvalorizaciones, opiniones destructivas.
En la oficina, en la calle o en tu propia casa te pueden llegar comentarios, alusiones o incluso opiniones que son lanzadas con ánimo de ofender, descalificar, exigir, humillar... Son los llamados regalos envenenados
Con apariencia de comentario constructivo lo que llevan dentro es una bomba de relojería para hacerte saltar por los aires. Por ejemplo, cuando tu jefe te dice: ¿aún no has terminado lo que te encargue? (y tú sabes que es imposible hacerlo bien en tan poco tiempo); cuando un conductor te grita: ¡¿es que no sabes conducir?! (y tú lo único que estás haciendo es respetar la velocidad indicada); cuando un "amigo" te informa de que "otro amigo" dice de ti que vistes fatal o que eres muy aburrida... 

Existen miles de situaciones en las que alguien tratará de entregarte un regalo envenenado. Como explica la psicóloga Ana Belén Medialdea:
"Si te paras a pensar, muchas veces aceptamos o nos hacemos cargo de regalos que no deberíamos abrir. Regalos que aparecen en forma de insulto, desvalorizaciones, opiniones destructivas hacia tu persona, etc. Esto puede hacer que te sientas inseguro y bloqueado, porque, realmente, es un ataque gratuito que has recibido. Por eso no deberías abrirlos".

¿ES POSIBLE NO ENFADARSE CUANDO ALGUIEN TE FALTA AL RESPETO, TE TRATA MAL O TE HUMILLA CON UN REGALO ENVENENADO?
Regalos que aparecen en forma de insulto, desvalorizaciones, opiniones destructivas hacia tu persona, pueden hacer que te sientas inseguro y bloqueado, porque, realmente, es un ataque gratuito que has recibido.

"No voy a engañarte, si no te enfadaras ante una falta de respeto en vez de un ser humano serías una piedra. Si lo que estás deseando es que nada de esto te afecte y no sientas ni padezcas ante lo que los demás opinen de ti (en tu cara o por detrás), permíteme que te diga que eso no va a ser posible. Vas a sentir", explica Ana Belén en su último libro: "Las 5 estaciones de la autoestima" (Ed. Zenith). 

"La ira es una emoción desagradable que aparece cuando hay algo que no os gusta o nos ha molestado. La función de esa emoción es ayudarnos a defendernos de las injusticias y sacar nuestro rugido de dignidad". 
"La ira nos puede ayudar a ser conscientes de muchas cosas y a poner límites cuando nos sentimos invadidos. Sin la ira seríamos marionetas. Así que no se trata de evitar sentirla, sino que lo que necesitamos es, más bien, sentirla, escucharla, canalizarla y gestionarla".

UNA TÉCNICA PARA PROTEGERNOS DE UN REGALO ENVENENADO
"Colócate a 2 metros de distancia de seguridad del regalo que te quieren enviar", explica Ana Belén. Si alguien se acerca a ti con un regalo y tú no lo aceptas, ¿a quién pertenece el regalo?, preguntó un sabio a un muchacho que le escuchaba. A quien intentó entregármelo, respondió el joven. 
Pues lo mismo pasa con el desprecio, la rabia y los insultos, dijo el sabio, "Cuando no son aceptados, continúan perteneciendo a quien intentó regalarlos". 

¿Qué hacer entonces? "Ante una situación así, pregúntate: ¿a qué distancia me coloco ante ese comentario? ¿Qué puedo aprovechar de lo que me está diciendo? ¿me puede ayudar en algo? 
Evita quedarte pegado a ese comentario, evita contar una y otra vez a otras personas lo que te ha molestado. Evita entrar en el modo lavadora y centrifugar constantemente lo que te han dicho y lo poco que te ha gustado porque, de hacerlo, te estarás quedando con el regalo". 

Y, lo haces cuando… Intentas entender lo que te han querido decir o lo que te han hecho.
Das por válido y verdadero lo que te han dicho.
Generas dudas respecto a ti mismo por un comentario de otra persona.
Das tanta importancia a lo que te ha ocurrido que acabas sintiéndote muy cerca de la ansiedad.
No canalizas tu rabia y el malestar y se apoderan de ti.

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