Los abogados serán los responsables de asesorar en mérito a ambos miembros de la pareja y además se encargarán de redactar todos los puntos del convenio regulador en base a los requisitos que establece la legislación en materia de familia.
Javier Fernández, MUNDIARIO, 30.06.2017.
Un buen asesoramiento legal, el mejor consejero para quienes se divorcian.
No es un tema fácil. Un divorcio conlleva siempre un cierto sabor amargo, por los sueños no realizados, por los momentos dolorosos vividos, por la pérdida de una unión que seguramente fue significativa y que, por diferentes motivos, debe llegar a su fin.
Si estamos en una situación complicada a nivel emocional como es el divorcio, es muy importante apuntalar otros frentes para que la disolución de la pareja no traiga mayores consecuencias y el todo puede realizarse del mejor modo posible. Especialistas en derecho de familia, (...) pueden ser excelentes aliados a la hora de asesorarnos acerca de la documentación a presentar y de los pasos a seguir en materia legal.
Es importante confiar en los abogados que uno ha elegido, pues al fin y al cabo, son los que llevarán una tramitación que puede ser más o menos conflictiva, y los que pueden transformar una experiencia agobiante en un trámite que no tiene por qué ser eterno, ya que cuanto antes lo terminemos, antes podremos reorganizar nuestras vidas y seguir adelante. Es fundamental saber cuáles son nuestros derechos y con qué garantías podemos contar, en qué situación quedan nuestros hijos si los hay y por supuesto, también nuestros bienes.
Los servicios de los abogados empiezan desde el momento del asesoramiento; muchas veces, aún antes de tomar un decisión final, queremos saber cuáles son las opciones, con qué garantías podemos contar y cuál sería, en el caso de llevarlo a cabo, la mejor manera para tramitar el divorcio.
Es claro que de cara a un divorcio, siempre será mejor hacerlo en términos amistosos. Esto ayuda en todos los aspectos, el emocional y el económico. De poder llevarse a cabo, hay 2 modalidades: el divorcio express, que se realiza ante el juzgado, y el divorcio ante notario, con efectos inmediatos. Los requisitos de ambos son algo diferentes.
En el caso del divorcio exprés, se trata de una petición conjunta, es decir, ambos miembros de la pareja solicitan el divorcio aportando un acuerdo que se llama convenio regulador donde, tal como lo indica su nombre, los términos de la ruptura están completamente regulados. Esto es, queda constancia del común acuerdo para todos los aspectos de las relaciones familiares a partir del momento del divorcio: pensiones, regímenes de custodias de hijos, división de los bienes de la sociedad matrimonial. Es importante considerar que este tipo de acuerdos deben de ser justos para ambos cónyuges; es el único modo de garantizar que será duradero. Y pensar en poder mantenerlo en el tiempo brinda estabilidad, muy necesaria cuando se atraviesa un momento de ruptura.
Está claro que se trata de la forma más recomendable dentro de los tipos de divorcios existentes, ya que se evitan litigios y por ende, el trámite es más rápido y más económico, y sin necesidad de tener que explicar los motivos de la ruptura. Este tipo de divorcio se tramitan por lo general en un lapso de 3 a 4 meses y los únicos requisitos que la ley prevé son el haber estado casados un mínimo de 3 meses y el común acuerdo entre las partes para la redacción del convenio. Los abogados serán los responsables de asesorar en mérito a ambos miembros de la pareja y además se encargarán de redactar todos los puntos del convenio regulador en base a los requisitos que establece la legislación en materia de familia.
El divorcio ante notario, por su parte, es inmediato y sin ningún tipo de esperas, ya que se realiza directamente ante notario en domicilio, pero sólo puede llevarse a cabo en el caso en que la pareja no tenga hijos ni personas a cargo.
Si ninguna de estas opciones es posible, los abogados podrán asesorar entonces cómo proceder para llevar a cabo un divorcio contencioso. Se trata de un caso completamente diferente al que mencionamos antes, porque el abogado en este caso acudirá al Juzgados de Familia para litigar contra el otro cónyuge.
Por supuesto que en el caso en que la pareja ya se haya decidido por el divorcio y no exista la posibilidad de la marcha atrás, lo ideal sería llegar a un acuerdo. Habrá menos disputas, menos dolores de cabeza, menos tiempos de espera y sobre todo, menos dinero que pagar. Además, el acuerdo brinda, en cada uno de sus puntos, un marco de garantías que alivian, aligeran de algún modo todo el proceso.
La figura del abogado, en cualquier caso, es fundamental. Además de que en nuestro país la ley establece la intervención de un abogado como requisito fundamental en todas las formas de divorcio, un abogado podrá ser el asesor ideal, con la experiencia necesaria para orientarnos y llevar a cabo la tarea de defender nuestros intereses.
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