La
Organización Mundial de la Salud incide en que es prevenible e insta a
tomar medidas como la de capacitar al personal sanitario no
especializado en este problema.
El 10 de septiembre se celebra el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, un problema que, como reconoce la propia Organización Mundial de la Salud (OMS),
es una prioridad de salud pública. De hecho, como se detalla en el
último informe publicado por este organismo en 2014, “Prevención del
suicidio: un imperativo global”, es necesario aumentar la
sensibilización al respecto y darle “alta prioridad” en la agenda
mundial de salud pública.
Los países de la OMS se comprometieron reducir las tasas nacionales de suicidios en un 10% para 2020
Asimismo,
anima a los diferentes países para que desarrollen estrategias
integrales de prevención del suicidio en el marco de un enfoque
multisectorial de la salud pública. En el Plan de acción sobre salud
mental 2013-2020 los Estados miembros de la OMS se comprometieron
a trabajar para alcanzar la meta a nivel mundial de reducir las tasas
nacionales de suicidios en un 10% para 2020.Para ello es fundamental prevenirlos a través de distintas medidas que se pueden adoptar entre la población. Algunas de ellas son la restricción del acceso a los medios de suicidio, como plaguicidas, armas de fuego y ciertos medicamentos; la introducción de políticas orientadas a reducir el consumo nocivo de alcohol; la identificación temprana, tratamiento y atención de personas con problemas de salud mental y abuso de sustancias, dolores crónicos y trastorno emocional agudo; así como la capacitación de personal sanitario no especializado en la evaluación y gestión de conductas suicidas.
En este sentido, desde la OMS explican que el suicidio es un problema complejo y que, en consecuencia, las actividades de prevención exigen la coordinación y colaboración de múltiples sectores de la sociedad, incluidos los de salud, educación, trabajo, etcétera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario