"Me voy a vivir la vida, pero en unos meses vuelvo". (iStock)
"Cariño, me tomo 1 año
sabático en el matrimonio": la nueva moda en las parejas.
Los tiempos han cambiado; y con ellos, las personas. Aumenta el nº de los
que se suman a esta tendencia conocida como 'marriage sabbatical'.
Noelia Conrado|11.09.2016
Juntos o separados, pero no revueltos. Esto es lo que dirían nuestros abuelos, que no verían del todo bien la
nueva tendencia de tomarse una pausa en su relación. En el identitario
cultural, el matrimonio se concibe como la unión entre 2
individuos para toda la vida, “en lo bueno y en lo malo”. Pero lo cierto
es que los tiempos han cambiado y a medida que evolucionan las comunicaciones,
las nuevas formas de trabajo, el transporte y la ciencia, también lo hacen las personas, que toman nuevas decisiones para vivir en
consonancia con su entorno y sus emociones.
Una de ellas es la conocida como 'marriage sabbatical',
se trata de un periodo sabático dentro del matrimonio y que, a diferencia de
una separación o divorcio, es una pausa temporal. Los cónyuges
saben y aceptan que tras un tiempo volverán a estar juntos. Una nueva moda que
está salvando cientos de parejas, según terapeutas profesionales.
3 meses sin mi marido
Una de las 1ªs en explicar cómo fue su experiencia fue la
periodista estadounidense Cheryl Jarvis, quien publicó un libro sobre su
propio periodo sabático, 'The Marriage Sabbatical: The Journey That Brings You Home'.
A los 51 años, Jarvis decidió distanciarse de su marido durante un periodo de 3
meses y asegura que “ese tiempo lejos de él fue la 1ª vez que tuve el lujo
de pensar en mí misma”. Fueron 3 meses en los que
se dedicó a hacer cursos, viajar y en los que también echó de menos a su pareja.
Un periodo que “no es una pausa en la relación, sino una break de la
rutina y que puede revitalizar esa relación”, asegura Jarvis, que ya tiene
numerosos seguidores en el mundo anglosajón.
Al igual que Jarvis, cada vez son más las parejas que se
han animado a explicar su experiencia. Flic Everett es una mujer inglesa
que aseguró en un programa de televisión que tomarse un “descanso” durante su
matrimonio le ayudó a salvarlo. “Es casi como una desintoxicación: en
lugar de 2 noches a la semana sin alcohol, tenía 2 noches sin mi
marido. Un par de noches cenando sola, repentinamente te hará apreciar que
tu pareja esté sentada en la mesa contigo”, explicó
Everett.
Una forma de avivar la relación
Charlotte Friedman, una abogada de derecho familiar, ahora psicoterapeuta y fundadora de Divorce
Support Group, desde donde ayudan a las parejas a negociar las
separaciones, señala que el año sabático puede ser una buena opción para
encauzar una relación, de hecho, asegura que es un escenario cada vez más
adoptado por los clientes. “Antes de separarse, lo cual está bien, ya que no
hay que permanecer juntos si las cosas no están funcionando, si no existe un
imperativo económico para el divorcio, u otra razón de peso, una desconexión
temporal puede ser un camino más suave y una oportunidad de probar a vivir un
tiempo en paralelo”.
Ruth Knight, especialista en terapias de pareja, explica en 'The Telegraph' que cada vez hay más parejas que quieren un cambio en su relación: no quieren acabar con su
unión pero tampoco quieren seguir como están, de manera que optan por la vía
del año sabático, aunque eso sí, depende de la economía familiar;
no todos pueden permitirse mantener 2 casas.
La terapeuta explica varios casos. Rachel, de 45
años, es una directora de televisión que ha estado casada 18 años y que
regularmente se escapa de su pareja. “Me encanta John, pero se pone un poco
mundano”, explica Rachel, quien añade que “podría tener una aventura pero eso
sería tan hiriente que no podía realmente hacerlo”.
Otras historia es la de Karen, de 59 años, quien
tiene una 2ª residencia, donde su marido pasa, al menos, 3 meses al
año. Karen asegura que si no tuvieran ese espacio se habrían divorciado
con total seguridad. Esta disposición, explica, les permite funcionar como
una familia y mantener el mismo estilo de vida.
El paso previo al divorcio
Conforme apunta un reciente estudio, 5 de
cada 10 divorciados se arrepienten de haberlo hecho. En la
investigación, que formó parte del lanzamiento en DVD de la película 'The Love
Punch' -protagonizada por Pierce Brosnan y Emma Thompson-,
quienes lamentaban haberse divorciado, admitieron sentirse solos y asumir las culpas o responsabilidades de la ruptura, ya que
se habían dado cuenta de que el divorcio no era la
mejor decisión.
Thompson, quien interpreta a una divorciada en el film, ha sugerido públicamente
que las parejas deberían tomarse un descanso “beneficioso para su matrimonio” y asegurar así una unión
larga y feliz. La consideraba como una buena fórmula para frenar el
aumento de los divorcios, cuyas cifras en España no
dejan de crecer. Los últimos datos disponibles, de 2014, recogen 100.746
divorcios, un 5,6% más que en el año anterior, sin tener en cuenta las cifras
de las rupturas de pareja de hecho –una de las fórmulas más habituales desde el
año 2000–, que en España no se contabilizan.
Cómo negociar 'la pausa'
Knight asegura que si en una relación uno de los cónyuges
no está bien, pero tampoco quiere finalizar la relación, pequeñas pausas
pueden ser la solución. No tienen que ser concebidas como un margen de
tiempo para la infidelidad -aunque hay también quien escoge esta
opción-, ni largos periodos de ausencia, “podría ser un día de fiesta corto o
uno más largo, con amigos o por su cuenta, realizar un curso, hacer trabajos
voluntarios, o realizar aquello que siempre se ha querido hacer”.
¿Qué ocurre después? Los expertos aseguran que una vez
regrese a casa sus sentimientos hablarán por sí solos y le darán una
pista de lo que realmente quiere.
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