Una ley con varios frentes que ha perdido recursos.
Asistencia judicial y psicológica son 2 de los servicios a los que pueden recurrir las mujeres.
27/03/2016
Esta experta añade que "lo que sí sería necesario es mucha formación en los juzgados, tanto lo que es jueces y juezas como fiscales. Considero que tienen la formación en la materia jurídica y técnica, pero lo que es formación en la realidad que vive una mujer, no la tienen. Hay una actitud como de descrédito frente a las historias de terror que algunas mujeres cuentan, que no siempre tiene que ser de violencia física. Es cierto que a veces la mujer cuando llega a denunciar lo hace por un hecho nimio, y no por todo lo que lleva padecido anteriormente como maltratada, porque a veces, ni siquiera es consciente de que lo es". Victoria Diéguez tiene claro que "para mí hemos ido hacia atrás respecto a creer las historias de la mujer. Sé es muy exigente con las declaraciones de las mujeres, sin tener en cuenta su situación y su estado a la hora de hacer la denuncia. Muchas ni siquiera saben que son maltratadas". La abogada también destaca "la reducción de los presupuestos para la violencia de género y la necesidad de apostar por la educación para la prevención". Precisamente, el ámbito de la ley abarca tanto los aspectos preventivos, educativos, sociales, asistenciales y de atención posterior a las víctimas, como la normativa civil y la respuesta punitiva. Una de las atenciones que reciben estas mujeres se lo ofrece, de manera gratuita, el Colegio de Psicólogos de Galicia. Fátima López Rodríguez, coordinadora del programa de Atención Psicolóxica específico para las víctimas de violencia de género, asegura que "necesitaríamos más fondos económicos para poder dar la atención en función de las necesidades de las personas y no del número de sesiones, que nos viene marcado. Pero somos conscientes de estas limitaciones, por eso nos apoyamos en otros recursos de la comunidad, bien del Sergas o de los centros de información de mujeres. Intentamos coordinarnos con todos los agentes". Fátima López señala que "los profesionales que están en este programa tienen una formación específica y una especialización en temas de género" y matiza que para acceder a él, "no es necesario que haya una denuncia". Lo que sí han percibido en los últimos años es algunos cambios. "Antes, el tema económico pesaba mucho a la hora de decidir romper esa relación, ahora mismo no es el factor principal. Muchas veces es la dependencia emocional. También vemos que hay un repunte de jóvenes sometidas a situación de dominio", señala López, que añade que "aquí las ayudamos, sobre todo, a ubicarse ante todo las cosas a las que se tienen que ir enfrentando y a recuperar su centro".
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