8 de cada 10
intentos por replantear los acuerdos de divorcio en pensión, ante la reducción
de ingresos, o custodia de hijos acaban en conflicto legal.
Durante el 1º trimestre del año se
mantiene el mismo nº de divorcios que el año pasado. -
MARTA CASADO/Burgos,09/06/2015
Los cambios en la
sociedad llegan a uno de los procesos que antaño parecía traumático y largo y
ahora es más civilizado y relativamente corto. Los divorcios consensuados se
han incrementado en un 15% en el 1º trimestre del año mientras que los no
consensuados caen un 7,4% en el mismo periodo. Por contra, modificar aquello que
en su momento marcó el juez suele generar tensiones entre la ex pareja. Así se
desprende de la estadística judicial sobre separaciones y divorcios que refleja
que las modificaciones no consensuadas han subido un 43,5% en el 1º
trimestre mientras que las de mutuo acuerdo bajan un 7%.
La temática
habitual de estas variaciones vienen dadas por la crisis económica, donde
cambia el nivel de ingresos de alguno de los integrantes de la ex pareja, pero
también por el cambio de mentalidad en la custodia de los hijos desde que el
Tribunal Supremo en una sentencia de 2013 refrendó que lo normal y aconsejable
es tender a la custodia compartida.
De las 69
replanteaciones de acuerdos de divorcio 56 no eran consensuadas. «No es fácil
que alguien renuncie a unos derechos reconocidos por un juez, es hasta
complicado psicológicamente», reconoce el abogado de familia Fernando Hernández
Espino. Apunta que las modificaciones económicas se han incrementado como
consecuencia de la crisis. «Es lógico que si el no custodio (aporta pensión de
alimentación) o el custodio (tiene los hijos a cargo) pierden su trabajo,
reducen sus ingresos y, por tanto, solicite modificación pero esta se establece
siempre y cuando haya una modificación sustancial». Señala que si antes se
establecía un mínimo vital entre 100 y 150 euros «ahora una reciente sentencia
del Tribunal Supremo de marzo de 2015 ya reconoce que ante insolvencia no cabe
mínimo vital, algo que en los últimos años ya se especificaba como cláusula en
los convenios», explica.
El divorcio civilizado, el más común
Que el ‘si
quiero’ ya no es para toda la vida está tan asumido que los divorcios
consesuados en Burgos se resuelven en 1 mes. Los no consensuados tardan en
cerrarse hasta 3 meses. Sólo paraliza los procesos de separación la
evaluación de menores, en caso de custodia. En este caso el gabinete
psicopedagógico tarda entre 8 y 10 meses en iniciar la evaluación con lo
que «el proceso se paraliza».
Por esta razón,
los profesionales de la materia reclaman la especialización en los juzgados de
familia de todos sus integrantes. «Apoyamos la existencia de una jurisdicción
independiente de familia con jueces, fiscales, secretarios, como los abogados,
especializados en la materia», señala Fernando Hernández Espino. Así mismo, demandan
más medios o «una mejor organización para evitar el retraso del procedimiento
en el caso de custodia de menores por el retraso de inicio del evaluación del
equipo psicosocial».
Es el único
hándicap externo a la pareja que va camino de un divorcio que, cada vez más, se
realiza de forma consensuada. «Es más habitual que sean los propios implicados
los que busquen la mejor fórmula de acuerdos a que sea el juez el que lo
imponga», afirma Hernández Espino. De esta manera la caída del nº de
divorcios complicados y el aumento de los pactados son fruto de un cambio de
mentalidad. Las separaciones, paso previo antes del divorcio, se reducen cada
vez más, en un matrimonio donde son los 2 los que aportan económicamente al
matrimonio y el reparto de tareas también se divide en 2. La Ley del Divorcio
se instauró en 1981 y se han producido dos modificaciones (2000 y 2005) y
diversas sentencias han generado jurisprudencia en la que todo ha dado un
vuelco. Es «un ejemplo de lo que debe ser la norma, la más civilizada que es
llegar a acuerdos y que evidencia la madurez de la sociedad y cómo ésta ha
cambiado», señala.
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