Rafael Bañón resalta que el 13,11 % deciden finalmente retirar la denuncia.
La Razón. com/20 Agosto 12
- S.S.
/MURCIA-
El director del Instituto de Medicina Legal (IML) de Murcia, Rafael Bañón, aseguró ayer que el 25 % de las víctimas de violencia de género machista «no se presentan a reconocimiento», según los datos de los que dispone el organismo que preside, al tiempo que matizó que el 13,11 % deciden retirar la denuncia, tal y como revelan los datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) referentes a 2011 en la Región.
En este sentido, el hecho de no presentarse a los reconocimientos interpuestos por el juez no significa, apuntó Bañón, que no continúen con sus denuncias, «ya que el juez puede ordenarles un 2º reconocimiento y se presentan más adelante».
Además, indicó que actualmente «las víctimas están cada vez más decididas» a seguir adelante con sus denuncias y «cambiar así la relación tóxica» en la que se encuentran con un proceso que suele ser «complejo», según subrayó.
En concreto, según los datos del CGPJ, en 2011 se recibieron 5.766 denuncias, de las que un total de 756 fueron retiradas.
A nivel nacional el porcentaje de retiradas de las denuncias se situaba en ese año en un 11,54 % (con 134.002 denuncias de las que 15.460 fueron retiradas).
Al respecto, el director del Instituto de Medicina Legal de Murcia explicó que los médicos de este organismo se ponen en marcha tras la orden del juzgado de violencia de género y después de la actuación del 112 y de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad para realizar un reconocimiento de las lesiones de la víctima y para establecer una evacuación de riesgo, que se toma antes de las 72 horas y «que ayuda al juez a tomar la decisión de interponer una orden de alejamiento» contra el agresor.
En muchas ocasiones, añadió Bañón, la evaluación se puede alargar durante varias semanas, ya que se debe reconocer psicológica y físicamente a la víctima y realizar un análisis del maltratador para saber si consume sustancias o tiene patologías psiquiátricas paranoides.
Para Rafael Bañón, los avances tecnológicos médicos de los últimos 20 años han facilitado la resolución de casos, para lo que puso como ejemplo los casos de agresiones sexuales, en los que antes «era la palabra de uno contra la otra» y actualmente se basa en datos objetivos y confirmables como el análisis de ADN y genético.
Asimismo, afirmó que pese a que el IML tiene todos los recursos materiales y humanos necesarios, sería «un gran avance» contar con un escáner de cuerpo completo para así equipararse a otros institutos forenses europeos.
El director del Instituto de Medicina Legal (IML) de Murcia, Rafael Bañón, aseguró ayer que el 25 % de las víctimas de violencia de género machista «no se presentan a reconocimiento», según los datos de los que dispone el organismo que preside, al tiempo que matizó que el 13,11 % deciden retirar la denuncia, tal y como revelan los datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) referentes a 2011 en la Región.
En este sentido, el hecho de no presentarse a los reconocimientos interpuestos por el juez no significa, apuntó Bañón, que no continúen con sus denuncias, «ya que el juez puede ordenarles un 2º reconocimiento y se presentan más adelante».
Además, indicó que actualmente «las víctimas están cada vez más decididas» a seguir adelante con sus denuncias y «cambiar así la relación tóxica» en la que se encuentran con un proceso que suele ser «complejo», según subrayó.
En concreto, según los datos del CGPJ, en 2011 se recibieron 5.766 denuncias, de las que un total de 756 fueron retiradas.
A nivel nacional el porcentaje de retiradas de las denuncias se situaba en ese año en un 11,54 % (con 134.002 denuncias de las que 15.460 fueron retiradas).
Al respecto, el director del Instituto de Medicina Legal de Murcia explicó que los médicos de este organismo se ponen en marcha tras la orden del juzgado de violencia de género y después de la actuación del 112 y de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad para realizar un reconocimiento de las lesiones de la víctima y para establecer una evacuación de riesgo, que se toma antes de las 72 horas y «que ayuda al juez a tomar la decisión de interponer una orden de alejamiento» contra el agresor.
En muchas ocasiones, añadió Bañón, la evaluación se puede alargar durante varias semanas, ya que se debe reconocer psicológica y físicamente a la víctima y realizar un análisis del maltratador para saber si consume sustancias o tiene patologías psiquiátricas paranoides.
Para Rafael Bañón, los avances tecnológicos médicos de los últimos 20 años han facilitado la resolución de casos, para lo que puso como ejemplo los casos de agresiones sexuales, en los que antes «era la palabra de uno contra la otra» y actualmente se basa en datos objetivos y confirmables como el análisis de ADN y genético.
Asimismo, afirmó que pese a que el IML tiene todos los recursos materiales y humanos necesarios, sería «un gran avance» contar con un escáner de cuerpo completo para así equipararse a otros institutos forenses europeos.
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