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La juez ha decidido el sobreseimiento provisional de la demanda que pesaba sobre Alberto Martín por presuntos abusos a una menor
Ante el revés judicial, Lydia Bosch: 'No compartimos la decisión judicial ni el fundamento de la misma'
La actriz recurrirá ante la Audiencia Provincial de Madrid
Lydia Bosch, que atraviesa el momento más duro de su vida, cuenta con el apoyo de sus amigos y de sus compañeros en el cine y la televisión
A través de su abogada, Lydia Bosch envío un comunicado en el que se mostraba contraria a la resolución
Alegría para una parte y un mazazo para la otra.
En las decisiones judiciales, como en las guerras, siempre hay vencedores y vencidos.
Y en este nuevo capítulo del enfrentamiento penal entre el matrimonio —en vías de extinción— formado por Lydia Bosch y Alberto Martín, ha sido el arquitecto el que se ha llevado la mejor parte.
Tras abrir diligencias previas y realizar las investigaciones oportunas, la titular del Juzgado de Instrucción nº 1 de Pozuelo de Alarcón dictó el pasado viernes un auto de sobreseimiento provisional en el que afirmaba que no hay indicios de delito en la demanda por presuntos abusos a una menor que pesaba sobre Martín.
En el caso que nos ocupa, los hechos habrían tenido lugar hace 5 años.
La decisión judicial se apoya casi exclusivamente en el informe de los peritos, que en ningún momento acusan a la niña de mentir.
Simplemente, no pueden demostrar que dice la verdad.
Y ya se sabe que en los procesos judiciales no basta tener razón, hay que demostrarlo.
Para Lydia qué duda cabe de que ha sido un duro golpe.
Ella no se podía esperar, ni mucho menos, que la Justicia no fuera a estar de su parte.
Pero Lydia se vuelve a levantar para seguir en la lucha judicial y llegará hasta donde la Justicia le permita.
Ha perdido una batalla, pero no es el final de la contienda.
Por ello, el siguiente paso que ha anunciado que dará será en los Tribunales con un recurso que interpondrá ante la Audiencia Provincial de Madrid.
Los momentos más duros de su vida.
Por su parte, Martín mostró su satisfacción a través de su portavoz y quiso agradecer a todos los que le han apoyado «en los momentos más duros de su vida» y manifestar su confianza en la Justicia.
Ahora está valorando interponer una querella en «defensa del honor que tan injustamente se ha visto lesionado, con consecuencias personales y sociales irreparables».
Se trataba de la respuesta que esperaba el entorno familiar de Martín, quien este fin de semana se relajó junto a sus hijos en la piscina (los tiene durante el mes de julio, mientras que en agosto estarán con su madre) de la casa de sus padres, donde sigue instalado hasta que, poco a poco, se vaya desenrollando la madeja judicial.
Aún no se había movido de Madrid, a la espera de acontecimientos judiciales, pero ahora tendría previsto marcharse unos días a Ibiza, para relajarse después de unos meses en los que, según sus cercanos, habría llegado al límite.
Recordemos que el pasado mes de abril saltó a los medios su separación, su demanda de divorcio y al tiempo lo hacía la denuncia por presuntos abusos a una menor.
Alberto Martín fue detenido inmediatamente y pasó una noche en prisión.
Al día siguiente, tras declarar, fue puesto en libertad sin medidas cautelares.
La juez denegó la orden de alejamiento familiar solicitada contra Martín, pero sí le obligó a presentarse en el Juzgado todos los primeros de mes mientras se llevaran a cabo las diligencias.
La respuesta de Lydia.
La respuesta de Lydia, como decíamos, no se hizo esperar.
A través de su abogada, Ana Fernández, envió un comunicado en el que se mostraba contraria a la resolución: «No compartimos la decisión judicial ni el fundamento de la misma».
Pero, sobre todo, hacía hincapié en que se trata de «un sobreseimiento provisional» y anunciaba que sería apelado.
Con todo, queda claro que aún no se ha dicho la última palabra en esta historia, que, a día de hoy, se podría ver como un triste empate.
Y es que hace tan sólo unos días era Lydia la que salía airosa de la contienda en los Juzgados (recordemos que se trata de dos procesos judiciales abiertos y paralelos: uno civil y otro penal, que sólo coinciden en el tiempo).
Entonces, aquella victoria, tuvo un trasfondo agridulce para la actriz: por un lado estaba satisfecha de haber conseguido lo que más le importaba, la guardia y custodia total de sus hijos —y no la compartida, como solicitaba el padre—, pero no podía estar feliz ante la difícil situación que viven tanto ella como su familia: un divorcio de lo más abrupto con demanda penal de por medio en un tema que no puede ser más doloroso.
Lydia conoció a Martín en octubre de 1999, cuando la actriz se mostró interesada en una vivienda que el arquitecto, entonces separado, había diseñado.
En 2001 se casaron por lo civil y en 2004, en un romántico enlace, por la Iglesia.
Ella aportaba una hija de una anterior relación con Micky Molina y él dos hijos de su primer matrimonio. Juntos tuvieron a los mellizos Juan y Ana en 2003.
No está sola.
En estos momentos tan dolorosos, Lydia no se puede sentir más arropada por sus amigos.
En especial, su grupo de inseparables amigas.
Ellas han sido el hombro donde apoyarse (y también donde llorar cuando hacía falta) en esta etapa tan difícil que le ha tocado vivir. Pero no sólo ellas.
También sus amigos de su trayectoria profesional en el cine y en la televisión han estado a su lado.
Llamadas, mensajes y frases de aliento que le han ayudado a sobrellevar la que, sin duda, está siendo la etapa más dura de su vida.
No hay que olvidar que Lydia es una de las más queridas y respetadas actrices del cine español.
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