domingo, 24 de marzo de 2024

Las Redes sociales y el proceso de divorcio

Las redes sociales, un arma de doble filo en procesos de divorcio donde su contenido puede ser decisivo para el juez.
Blanca Valdés, 23/3/2024 
Las redes sociales han transformado muchos aspectos de nuestra vida cotidiana. Si antes un viaje o una cena con amigos se quedaba guardado en la retina o en la memoria, ahora, si no se comparte en TikTok, Instagram o Facebook, parece que no hemos estado.
Y ello puede ser un arma de doble filo en procesos de divorcio con niños se pueden obtener de ellas una serie de pruebas para evidenciar una conducta, estilo de vida o capacidades financieras.

Para la abogada miembro de la Asociación Española de Abogados de Familia, Susanna Antequera, estas nuevas plataformas se han convertido en un factor relevante en los procesos de divorcio al ser “una importante fuente de información”.
Además de conocer la capacidad económica de las partes, sus publicaciones o comentarios hacia el otro cónyuge permiten también evidenciar si ha existido algún tipo de maltrato.En muchas ocasiones, las redes sociales suelen ser utilizadas como armas en procesos de rupturas”.

¿Y cómo se utiliza la información publicada en redes como prueba en casos de divorcio? “Se presentan capturas de pantalla de las publicaciones autentificadas, así como los datos del perfil verificando que pertenece al otro cónyuge. 
Es una radiografía digital del modus vivendi del interesado”, relata la letrada.
Publicaciones que pueden influir a la hora de pelear la custodia compartida de un menor porque, si por ejemplo, uno de los progenitores desea tal custodia pero publica continuos viajes, salidas nocturnas o hábitos no saludables, el juez lo tendrá en cuenta al ser elementos incompatibles que debilitan las capacidades parentales.

NO HAY QUE USAR LAS REDES COMO ARMA VENGATIVA
Por ello, Antequera recomienda pensarse las cosas 2 veces antes de compartir contenido. “Hay que reflexionar antes de publicar teniendo en cuenta que se encuentra en pleno proceso de divorcio”.
Asimismo, les aconseja delimitar la privacidad de la cuenta y, sobre todo, “evitar utilizar la red social como arma vengativa” porque los mensajes publicados pueden tener un efecto ‘boomerang’.

No obstante, siempre procuro generar la máxima confianza al cliente y si éste pretende un objetivo que va en una dirección absolutamente contraria a su estilo de vida, le invito a reflexionar sobre ello y reconocer sus limitaciones, más si existen menores. Todo ello con el ánimo de evitar un juicio innecesario. El cliente necesita que actuemos y pensemos como un juez, jamás regalarle lo que le gustaría escuchar”, detalla la letrada.

Y gracias a ese asesoramiento, la letrada puede decir que no ha tenido clientes cuyas redes sociales hayan sido un problema en un divorcio. “Les invito a reflexionar que no pueden reclamar aquello que no pueden asumir”.
Procuro evitar que actúen o hablen desde la rabia o venganza porque esto les ciega”. E, incluso, si la situación se prolonga, les aconseja que busquen apoyo terapéutico para que gestionen bien sus emociones”.

Ahora bien, sí que ha utilizado pruebas que han impactado negativamente en la parte contraria, logrando delatar un estilo de vida y recursos absolutamente distintos a los que pretendía mostrar para tergiversar al juez.

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