jueves, 18 de mayo de 2023

¿La convivencia antes del matrimonio aumenta las posibilidades de divorcio?

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Lucía Hernández,17.05.2023 
La edad tardía del compromiso matrimonial también puede afectar a aumentar los riesgos de separaciones.
La edad media para casarse en España es de 36 años
Un informe del Instituto de Estudios sobre la Familia (IFS) desvela que convivir con tu pareja antes del matrimonio aumenta las probabilidades de divorcio en un 15%.

La edad media para casarse en España está en más de 30 años y por lo general, hay una creencia común de que casarse con más edad puede disminuir el riesgo a divorciarse en comparación con un matrimonio temprano. Para comenzar a convivir, en cambio, no es necesario consagrar el matrimonio, e incluso esto se ha entendido siempre como un punto favorable para la pareja, para conocerse a fondo antes de formalizarlo con una boda. Sin embargo, un estudio de Stanford, ha desmentido esta creencia, determinado que la convivencia prematrimonial puede suponer un mayor riesgo de divorcio.

Los matrimonios religiosos pueden ser más estables
Las razones que explican la no convivencia de una pareja antes de casarse en la actualidad, se pueden reducir a la religión o la incapacidad de independizarse. En el caso de los matrimonios religiosos, el estudio declara, que los matrimonio religiosos pueden llegar a ser más estables, porque se reduce la posibilidad de convivir antes de la unión y aumenta la probabilidad de comprometerse a una edad temprana.

Las cuestiones abordadas en este estudio, han utilizado datos de la Encuesta Nacional de Crecimiento Familiar, analizando las respuestas de más de 53.000 mujeres de entre 15 y 49 años. Para hacer el estudio se preguntó la afiliación religiosa y la fe en la que se educó.

En los datos unificados se concluyó que, las mujeres siendo religiosas tienen un 20% menos de probabilidades de iniciar una convivencia antes del matrimonio en comparación con las mujeres no religiosas. A los 35 años, alrededor del 65% de las mujeres con una educación no religiosa, ya habían cohabitado alguna vez, frente a un 50% de mujeres religiosas que no lo habían hecho nunca. Por tanto, la religión reduce las posibilidades de que los jóvenes cohabiten y aumenta las probabilidades de que se casen directamente sin haber cohabitado.

La convivencia posterior al matrimonio es más estable
Las mujeres criadas en un hogar religioso, cohabitan más tarde, se casan más y sobre todo antes. Según el estudio, las mujeres criadas en un hogar no religioso se casan en torno a los 25 años, las mujeres religiosas a las 24 y las criadas en un hogar evangélico en torno a los 23,5 años. 
De la misma manera, las mujeres religiosas tienen probabilidades inferiores de divorciarse. 
La tasa anual de divorcio de las mujeres casadas sin educación religiosa es del 5%, mientras que de las religiosas alrededor del 4,5%.

Por tanto, a pesar de la creencia de que la elección tardía de la pareja es más sensata, sin embargo, hay que tener en cuenta más factores para hablar de un matrimonio exitoso, como las creencias y la concepción de la convivencia. El matrimonio temprano tiene riesgos de todas maneras, pero la educación religiosa lo compensa, entre otros factores, por evitar la convivencia anterior, que es más inestable que la convivencia posterior al matrimonio. Además, el tipo de unión hace que varíe el resultado y tiene en cuenta que el efecto de la religión puede afectar en la inestabilidad en gran manera.

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