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MARTA GESTO/MIGUEL RODRÍGUEZ
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Publicado el 27/02/2006
Miles de padres empiezan la 'guerra' por la plaza escolar.
EL PLAZO PARA LAS PREINSCRIPCIONES SE ADELANTA EN VARIAS COMUNIDADES.
El último truco para obtener plaza de colegio es el divorcio.
Las cada vez mayores restricciones legales para conseguir el colegio ideal llevan a muchos padres a falsear el padrón o la renta.
Los últimos trucos son fingir la separación o alquilar una segunda vivienda.
Encontrar una plaza en el colegio deseado se está convirtiendo en una odisea. Afortunadamente, los niños son demasiado pequeños para darse cuenta de las 'trampas' que están dispuestos a hacer sus padres para mandarlos al mejor colegio posible.
En algunos casos, llegan a fingir un divorcio para poder justificar un supuesto cambio de domicilio y la división de los ingresos familiares.Todo esto porque, debido al aluvión de solicitudes con las que se encuentran algunos centros, existe un baremo que puntúa unas variables que no todos los niños cumplen.
El nivel de renta de sus padres es una de estas variables, así como que el menor esté empadronado en una vivienda próxima al centro escolar, o que tenga hermanos mayores que acudan a ese colegio.
Si bien el plazo suele abrirse en abril, Galicia y Andalucía lo han adelantado al 1 de marzo y la Comunidad de Madrid al día 9.
UN TOTAL DE 1.480.810 NIÑOS CURSAN EDUCACIÓN INFANTIL EN ESPAÑA EN EL CURSO 2005-2006.
No sólo afecta a nuevos alumnos.
Cambios de residencia. Es otra de las facetas de la movilidad laboral. Mudarse a otra ciudad supone, además de buscar casa para la familia, encontrar colegio para los niños.
En este caso, los padres se enfrentan a los mismos trámites.
Cambio de centro.
En las grandes ciudades, mudarse de un barrio a otro puede suponer un trayecto de más de una hora. Una mudanza familiar supone, igualmente, un cambio de matrícula para los hijos.
Sólo se puede elegir entre la zona donde viven y donde trabajan.
El primer criterio de baremación para ver si un alumno es admitido o no en un colegio es la proximidad del domicilio o lugar de trabajo de los padres.
En algunos casos, si la casa está en una zona nueva donde todavía no hay colegios, al niño le correspondería un centro muy alejado.
Y con el trabajo pasa otro tanto. ¿Quién nos asegura que un cambio laboral no nos llevará a la otra punta de la ciudad?
La libre elección tiene un PRECIO.
Los colegios privados cuestan 3.700 euros más a los padres, al año, que los concertados.
EL MAYOR GASTO, EN SEPTIEMBRE.
El principio del curso supone para muchos padres españoles una 'cuesta' peor que la de enero. En ese mes, el desembolso medio por niño ronda los 600 euros, pero si hacemos un cálculo medio anual las diferencias se disparan.
Gasto medio:
PÚBLICO 1.765 €
CONCERTADO 2.195 €
PRIVADO 5.875 €
Se trata del gasto medio por alumno en los distintos tipos de colegios, incluyendo gastos de comedor, transporte, material escolar...Lo más frecuente es cambiar el padrón.
El cambio en el padrón es uno de los 'trucos' más habituales en toda España. Consiste en empadronar al niño en el domicilio de algún familiar para que obtenga una mayor puntuación en el colegio de esa zona.
Falsean la declaración de la renta. Hay padres que presentan en Hacienda una declaración menor a sus ingresos y, con ella sellada, realizan la preinscripción.Luego hacen una declaración complementaria por lo que no han declarado.Presentan dos solicitudes distintas. Es la principal causa de fraude en Galicia.
En la solicitud ha de elegirse un centro prioritario y entre 8 y 10 más como segunda opción. Se debe presentar sólo en un centro, pero la realidad es que muchos duplican solicitudes.
Fingen ser minusválidos.También hay padres que se las ingenian para obtener un certificado falso con el que certificar cierto grado de minusvalía para ellos mismos o el menor. En muchos casos, la discapacidad también supone más puntos.
Alquilan otra vivienda.Cuando es la única forma de empadronarse en el barrio elegido, hay padres que alquilan un piso por un par de meses y empadronan en él al menor.
Mentir sobre la situación laboral.Porque en algunos lugares también suma puntos. Eso sí, hay que llevarse bien con el jefe para que lo certifique.Los detectives hacen negocio en el plazo de las reclamaciones.
Si la picaresca da resultados a muchos padres, que consiguen matricular a sus hijos en el colegio deseado a base de trampas, los que se quedan fuera no se cruzan de brazos.Hay padres que deciden recurrir a los servicios de un detective privado, al que contratan para que busque pruebas con las que certificar que otros progenitores han falseado sus datos para lograr la tan ansiada plaza en el centro escolar.
Vigilar a la familia.
Tradicionalmente, las infidelidades matrimoniales han estado en cabeza de la lista de actividades del detective. Hoy es frecuente contratarles para saber lo que hacen los hijos.
En la acera de enfrente, sin plaza.
Un padre contrató a un detective, porque vivía frente al colegio y se había quedado sin plaza. En la clase había mayoría de... ¡celiacos! La enfermedad daba puntos.
LOS COLES NO QUIEREN SER INSPECTORES
Los centros escolares están para educar, no para vigilar que los padres cumplan con la normativa. No tienen medios para valorar si los datos que aportan los progenitores sobre su nivel de renta o el padrón son auténticos. Lo único que pueden exigir es que lleven el sello oficial correspondiente.
Los trámites duran meses.
La primera tarea es la ronda de centros candidatos.
El primer paso al que se enfrentan los padres del niño es elegir centro escolar.
Lo primero, conocer los colegios de la zona y analizar el presupuesto familiar. Hay diferencias entre unos centros y otros, la calidad de la enseñanza, las instalaciones escolares y deportivas, los accesos, la proximidad al domicilio...
Para recoger el impreso ya hay cola. Aunque en algunos lugares lo podemos descargar de Internet, en muchos casos hay que desplazarse al centro para obtenerlo. Y si el colegio elegido es de los más demandados, mejor ir armado de paciencia porque la cola será larga.
Preparar el papeleo, otra odisea. Cubrir el impreso, recopilar certificados de ingresos, minusvalías, empadronamiento, fotocopia del libro de familia...
En algunos casos, el justificante requerirá otra mañana haciendo cola ante otra ventanilla.
La última cola, entregar la instancia. Se hace la más llevadera por ser la última, pero lo cierto es que suelen ser eternas y hay que presentar un montón de papeles que, a veces, se pierden.
El DNI electrónico será un buen método contra el fraude.
La Administración busca fórmulas para terminar con las trampas en las inscripciones de menores en centros escolares. Pero con cada medida correctora, la picaresca evoluciona hacia otros métodos para sortear la legislación.
Parte de estas prácticas se erradicarán con la entrada en vigor del DNI electrónico y la simplificación de los trámites que traerá consigo. Al estar conectadas en el mismo sistema las tres administraciones, en el futuro no será necesario presentar la documentación fiscal ni los datos de empadronamiento, con lo que se evitará la casuística de falsificaciones que trae consigo.
LA CLAVE, EN LAS NUEVAs TECNOLOGÍAS.
Los datos de Hacienda irán al cole Directamente desde la delegación provincial de Hacienda, para evitar así irregularidades en algunas preinscripciones. Eso sí, el padre tendrá que autorizarlo. Si no lo hace, no se tendrá en cuenta y los puntos de ese apartado no computarán.
Sistemas informáticos antifraudeEn Galicia se pondrá en marcha un sistema que comprobará al instante si un alumno ha solicitado plaza en dos centros. Si está incumpliendo la ley en este punto, pasará al final de la cola para elegir colegio.
El chip lo conectará con la información fiscal y el padrón. A través de S.A.R.A., el ordenador de la Administración que conectará la información de las tres administraciones, el chip del DNI electrónico aportará nuestra información fiscal, datos sanitarios y padrón municipal. De esta forma, en el futuro, el colegio no tendrá que solicitar copia de los documentos, ya que tendrá acceso a los mismos y podrá contrastarlos al momento.
La LOE prevé medidas para acabar con esta práctica. La vigente Ley de Calidad prevé comisiones de escolarización en cada distrito educativo para controlar el 'fraude' en las matriculaciones de menores en los centros escolares. Con la nueva ley educativa, la LOE, se establece que será la Administración, a través de esas comisiones, la que decida la reserva de plazas en los centros sostenidos con fondos públicos y la que se encargue de supervisar que los datos sean correctos.
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